Un
maravilloso texto -una vez más- ha llegado a mis manos, hace algunos días. Ello
no fue debido a obsequio alguno, sino a la “causalidad” (intuición) que me
impulsó a regalarle a una compañera de trabajo, amiga y hermana del Corazón
-Karina- un libro. El texto del que les voy a hablar -en esta ocasión- se
titula “La biología de la transformación”, cuya autoría -conjunta-
pertenece al Dr. Bruce H. Lipton y Steve Bhaerman.
Me
parece oportuno -acto seguido- acercarles una breve reseña de cada uno de los
autores:
- Dr. Bruce H. Lipton - estudió biología celular; realizó estudios pioneros en la Universidad de Stanford y es internacionalmente reconocido por su labor en el acercamiento entre ciencia y espíritu, convirtiéndose en una voz pionera de la nueva biología. Es autor del libro “La biología de la creencia”.
- Steve Bhaerman - escritor, humorista, comentarista político y cultural; es pionero en la educación alternativa y las publicaciones holísticas; está a favor de las políticas transpartidistas y de la aplicación práctica de la evolución espontánea.
Dos grandes “MAESTROS” de nuestro tiempo.
Dos “GENIOS” que se han unido para acercarnos una “VERDADERA JOYA DE
SABIDURÍA”. Como bien dice en la contratapa del libro: “...Durante milenios,
los maestros espirituales nos han señalado la dirección del amor. Ahora la
ciencia confirma esa antigua sabiduría. Todos y cada uno de nosotros somos las
células del cuerpo de un superorganismo gigante en desarrollo al que llamamos
<humanidad>. Los humanos podemos decidir ascender hacia ese nuevo nivel
de existencia o, a la manera de los dinosaurios, quedarnos en el camino. ...”
Con la intención de motivarlos a la
lectura -desde mi punto de vista más que recomendada- del libro, les acerco
algunos conceptos extraídos de las páginas 21 a 23:
“...
LA ASCENSIÓN DEL FÉNIX
En
la actualidad, muchas personas se encuentran paralizadas por molestos síntomas
que parecen marcar la degeneración de la civilización. Sin embargo, esta visión
miope nos impide ver la Luz en la oscuridad.
Independientemente
de que le des el nombre de amor o conocimiento, su llama resplandece cada día
más. La Luz revela que la civilización se encuentra en un proceso de nacimiento
porque la antigua forma de vida se está deshaciendo para dar paso a una nueva.
Este
patrón evolutivo recuerda al fénix, ave sagrada de la mitología egipcia. Al
final de su vida, el fénix construye un nido de ramas de canela al que
posteriormente prende. Tanto el nido como el ave se queman con intensidad, pero
de las cenizas surge un nuevo fénix, más joven, cuyo destino es experimentar el
mismo ciclo vital.
La
película El vuelo del fénix,
que ofrece un ejemplo de resolución de conflictos, dominio de los desafíos y
transformación, propone una versión moderna del mito. La historia comienza
cuando un equipo de detectores de hidrocarburos abandona una plataforma
petrolífera en el Sáhara. En la carretera, los hombres se encuentran con un
extraño que está haciendo autostop y que finalmente se une a ellos para partir
en un avión de carga de dos motores. Pero la nave se estrella en mitad del
desierto, y tanto la tripulación como los pasajeros quedan varados allí.
Mientras tanto, una banda de nómadas asesinos sigue los restos de la carga
dispersa y consigue llegar al avión caído.
Como
en el mundo real, en esta pequeña comunidad surge una lucha de poder por el
control. ¿Quién prevalecerá: el individuo más fuerte o el que controla los
recursos? Al final descubrimos que ninguno de los dos. Frente a la gravedad de
las disputas internas que amenazan destruir la comunidad y poner en peligro a
todos, el grupo se ve obligado a concebir un plan. El extraño que había hecho
autostop, que asegura ser diseñador de aviones, presenta lo que parece un plan
improbable para construir una nave viable a partir de los restos del aparato
estrellado. Sin otra alternativa, la comunidad decide dar una oportunidad a tan
estrafalaria idea y, entusiasmados ante esa nueva posibilidad, todos se unen
para crear lo imposible. Al verdadero estilo de Hollywood y en el momento
preciso, con los nómadas disparando sus armas a la aeronave destartalada, el
avión -que hasta entonces no ha sido probado- despega en su viaje inaugural
hacia la seguridad.
La
historia de una estructura que cae y otra que se alza hasta el cielo es similar
a la que se repite una y otra vez en la biosfera. La vida se encuentra en un
perpetuo estado de re-creación.
<DESTINO
HUMANIFIESTO>
Si
te cuesta imaginar que podamos salir de la crisis que estamos atravesando ahora
para entrar en un mundo más acogedor y funcional, piensa en la historia de otro
mundo en transición. Imagina que eres una célula de las millones que forman una
oruga en crecimiento. La estructura que te rodea ha estado actuando como una
máquina bien engrasada, y el mundo de la etapa larvaria ha ido avanzando muy
lentamente, como es de esperar. Pero un día la máquina comienza a vibrar y a
sacudirse. El sistema falla. Las células empiezan a suicidarse y reina una
sensación de oscuridad y de fatalidad inminente.
Es
entonces cuando, entre la población agonizante, se desarrolla una nueva raza de
células, conocidas como células imaginales.
Agrupadas en comunidad, desarrollan un plan para crear algo totalmente nuevo a
partir de los escombros, y es así como de la decadencia surge una gran máquina
voladora -una mariposa- que permite a las células supervivientes escapar de las
cenizas y conocer un mundo hermoso, mucho más espléndido de lo que puede
concebir la imaginación. Y aquí llega el dato más sorprendente: la oruga y la
mariposa tienen exactamente el mismo ADN. Se trata del mismo organismo, solo
que en cada fase recibe y responde a una señal organizativa diferente.
Precisamente
allí nos encontramos hoy en día. Cuando leemos el periódico y buscamos las
noticias, los medios nos cuentan historias del mundo de las orugas. Y, sin
embargo, en todas partes aparecen células imaginales humanas que están
despertando a una nueva posibilidad. Se están agrupando y comunicando para
sintonizar una nueva y coherente señal de amor.
El
amor, como veremos más adelante, no es un sentimiento sensiblero, sino el
aglutinante vibracional que nos ayudará a construir esta nueva aeronave y
manifestar nuestro destino como humanidad, que nosotros hemos llamado
<destino humanifiesto>.
Es
posible que tú te encuentres entre las células imaginales que están
contribuyendo al nacimiento de esta nueva versión de la humanidad. Si bien es
posible que ahora mismo no nos parezca evidente, lo cierto es que el futuro
está en nuestras manos y que para asegurarlo debemos descubrir primero quiénes
somos en realidad. Si comprendemos bien de qué manera nuestra programación
modela nuestra vida y qué necesitamos saber para cambiar la programación, sin
duda conseguiremos reescribir nuestro destino.
La biología de la transformación plantea la idea de que a este planeta
le espera una cura milagrosa una vez que aceptemos la nueva responsabilidad de
cuidar del Jardín colectivamente en lugar de pelear por el césped. Cuando una
masa crítica de personas adopte realmente esta idea como propia, tanto en sus
corazones como en sus mentes, y comience a vivir a partir de esa verdad,
nuestro mundo emergerá de la oscuridad gracias a un fenómeno equivalente a una evolución espontánea.
...”
Quiero
concluir este compartir, haciéndome eco de las palabras de Bruce y Steve,
que nos dicen: “...Para cuando acabes de leer este libro esperamos que hayas
comprendido mejor la programación pasada, el conocimiento actual y las
posibilidades futuras. Lo más importante es que entiendas de qué manera podemos
cambiar nuestra programación, es decir, la de nuestra propia civilización, para
crear el mundo que siempre hemos soñado. ...”
Es tiempo de
“RE-CREAR, AQUI EN LA TIERRA, EL JARDÍN DEL EDEN CON EL QUE SIEMPRE HEMOS
SOÑADO”. “EN NUESTRAS MANOS SE ENCUENTRA EL DESTINO DE LA HUMANIDAD”. Muchos “GRANDES GENIOS y MAESTROS” nos
están ayudando en esta ardua tarea. Aprovechemos la oportunidad, que tenemos, de
aprender de ellos.
A “Bruce y
Steve” les digo -en nombre del género humano-: ¡GRACIAS POR EXISTIR!
Bendiciones.
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