En esta ocasión quiero compartir con todos ustedes, unas muy sabias reflexiones -desde mi punto de vista- que he extraído del libro titulado "Yo soy Tú" - La Mente No Dual cuya autoría pertence a Enric Corbera (Licenciado en Ingeniería Industrial y Psicología. Posee estudios de Programación Neurolingüística e Hipnosis Ericksoniana. Es un pionero en el desarrollo del método de la Bioneuroemoción además de ser autor de diversos libros). Hace ya unos cuantos años que tengo la inmensa fortuna de contar con varios de ellos y debo confesar que cada nueva publicación suya, genera en mi la misma fascinación que experimenté la primera vez que tuve la oportunidad de leer una obra de su autoría.
Hoy me encuentro finalizando la lectura del libro que acabo de mencionar y sentí la moción de acercarles algunas consideraciones que aún resuenan en mi mente, luego de leer en las páginas 224 a 234 que:
"El Estado de Alerta
Hay que mantenerse alerta ante los pensamientos que abriga nuestra mente y ante cómo los utilizamos a cada momento. Hay que mantenerse alerta, pues en cada instante tengo la oportunidad de redirigir el instante siguiente. Todo tiene un sentido, y cuando estoy viviendo una experiencia, lo que yo determine que esa experiencia es en ese instante, determinará el instante siguiente y marcará una dirección. Una mente en estado de alerta es una mente que está abierta al Campo de la Consciencia y convierte este instante en santo.
En el estado de yo soy tú siempre sabes que todo encuentro es contigo mismo, por muy desagradable que sea. Comprendo que mi vida tiene un propósito, un para qué. No trato de comprender cuál es el propósito. Solo vivo de instante en instante con la certeza de que estoy donde debo estar, porque mi mente se mantiene ocupada en lo que hace a cada instante, sabedora de que ese es el predecesor del siguiente en una línea espacio/temporal que no puede ni imaginar.
Este estado de alerta activa el observador que observa al observador, sabiendo que el observador es la manifestación de la conciencia y que lo que lo observa es la Consciencia Misma. Yo puedo trasladarme mentalmente al estado Consciente cuando dejo de lado toda presuposición, toda suposición, todo juicio, todo deseo de controlar cómo me gustaría que fueran las cosas.
En este estado de alerta empiezan a trascenderse las creencias, que se ven como herramientas de convivencia, porque las necesitamos para justificar nuestros actos y mantenernos en la línea que separa el bien del mal. Queremos ser justos. ¿Con quién?, pregunto yo. Solo puedes ser justo contigo mismo, pues tal como consideres al que llamas tú, tal como lo trates, así te considerarás y te tratarás a ti mismo. Un curso de milagros nos recuerda que "[...] en tus semejantes o bien te encuentras a ti mismo o bien te pierdes a ti mismo" (T-8.III.4:5).
Un truco al que siempre recurro para vivir de instante en instante es la mente de tortuga. Como ya sabemos, la liebre corre mucho más que la tortuga, es muy rápida con relación a ella. Lo que no sabe la liebre es que ser veloz no es importante, lo importante es cuán lejos llegas. La tortuga vive muchos más años que la liebre, y cuando esta muere, ella sigue andando sin parar, y al final de la vida el camino que ha recorrido es muy extenso.
Si traslado esta analogía a mi mente, puedo decir que, cuando estoy en modo liebre, la ansiedad se apodera de mí y el tiempo se encoge. Cuando estoy en modo tortuga, entro en un estado donde el espacio y el tiempo se dilatan, y mi trabajo cunde muchísimo. Ni que decir tiene que el estado mental de la tortuga siempre es más beneficioso para mi salud física y mental.
El mundo dual, en el que todo se ve separado, se trasciende cuando vives con la certeza de que solo puedes encontrarte con otra parte que también eres tú mismo, sencillamente porque ambos somos una unidad.
Mantenerse en estado de alerta es mantenerse en el estado yo soy tú.
"Ni uno solo de los Pensamientos de Dios tiene
sentido en este mundo. Y nada de lo que el mundo
acepta como cierto tiene sentido alguno en Su Mente".
"Si una sola de las creencias que en tanta
estima se tienen aquí fuera cierta, entonces todo
Pensamiento que Dios jamás haya tenido sería
una ilusión. Pero si uno solo de Sus Pensamientos
es cierto, entonces todas las creencias a las que
el mundo otorga significado son falsas y absurdas.
Esta es la decisión que tienes ante ti."
(UCDM, T-25.VII.3:3-4,7-9).
Tengo que limpiar mi mente de cualquier identidad y dejar de identificarme con cualquier valor de este mundo. Todos, absolutamente todos, son falsos. Esto no quiere decir que no tengas familia, ni que no tengas el deber de mantenerla y cuidarla, ni que no te guste que gane tu equipo favorito; todo eso está muy bien, pero no es verdad. Cualquier apego te llevará al dolor y al sufrimiento. Estate en el mundo, pero no pertenezcas a él. Vive en el mundo; sé un espejo limpio y veraz en el que todos puedan verse a sí mismos. Recuerda: todo es efímero.
"Justificar uno solo de los valores que el mundo apoya
es negar la cordura de tu Padre y la tuya"
(UCDM, T-25.VII.4).
Observo el mundo, y ¿qué es lo que veo? Dolor, carencia, iniquidad, violación, robos, enfermedad, muerte, sufrimiento, egoísmo por doquier. Y todo esto se debe a una emoción que lo engloba todo: el miedo. Decir que el mundo es demente es acertar de lleno; sobre todo el mundo del ego, donde cada uno persigue un sueño de felicidad inalcanzable. El ego promete, pero no da; su forma de operar es dar para obtener, y él pide fidelidad a su forma de pensar.
Ante este mundo, solo tienes dos opciones, o lo reafirmas con tu miedo y con la creencia en la separación, o contemplas la santidad y la esperanza con la certeza de que tu forma de ver colapsará el mundo y dará lugar a otro estado de cosas. La primera opción siempre se basa en yo no soy tú, y la segunda es la que te estoy proponiendo en este libro: Yo soy Tú.
Estar en el Yo soy Tú es tener plena conciencia de que mi forma de percibir, mi forma de ver, refuerza un tipo de mundo. Mi percepción resuena en el Campo de la Consciencia, creando situaciones y hechos que permiten seguir reforzándola.
"La creencia de que es posible perder no es sino el
reflejo de la premisa subyacente de que Dios está
loco. Pues en este mundo parece que alguien tiene
que perder porque otro ganó. Si esto fuese cierto,
entonces Dios estaría loco"
(UCDM, T-25.VII.11:1-3).
En realidad, no soy váctima de los virus, de las enfermedades ni de los accidentes, ni de nada que se le parezca. Todo está en mi mente, ella es la que deber ser sanada. Hace falta un alto nivel de conciencia para aceptar que la mente tiene tanto poder.
Nada sucede por casualidad. No es el cuerpo el que necesita curación, sino la mente. El cuerpo necesita tratamiento, que es algo muy diferente. Una mente sanada opera en la modalidad 1 + 1 = 1 -holística- y el cuerpo hay que tratarlo con una mente que opera en la modalidad 1 + 1 = 2 -dual-.
El cuerpo está sujeto a las leyes de la dualidad, en las que tú y yo estamos separados. La mente sanada, con una conciencia abierta al campo de la Consciencia, siempre sabe que Yo soy Tú.
El doctor David R. Hawkins nos cuenta en sus libros la serie de enfermedades por las que pasó. El despertó a la Consciencia, y una de las causas de su despertar fue que conoció a un grupo de estudiantes de Un curso de milagros. Tal como explica en El ojo del yo, en aquel tiempo estaba estudiando y analizando, entre otras cosas, las valoraciones de diversos textos sagrados. En otro de sus libros nos dice:
"Años después, participé en grupos de Un curso de milagros
y me sorprendió descubrir que los pesticidas
ya no me producían migrañas. Entré directamente en
una casa que había sido rociada, y de repente supe
que ya no estaba sometido a los sistemas de creencias".
Y añade:
"Dentro de cada uno de nosotros, está esa inocencia
innata que nunca muere, por más tiempo que vivamos;
es intrínseca a la naturaleza de la conciencia.
Esta inocencia infantil es la que compró el error o el
programa negativo originalmente. Es conveniente
ser conscientes de que esta inocencia infantil intrínseca
sigue estando presente en todos".
Pero en mi consulta veo cada día que las personas que vienen están en la mente justificativa. Dan explicaciones a sus desencuentros, a sus males. Cuando se les pregunta en qué escenario están cuando se les manifiesta tal o cual síntoma, no tardan en dar explicaciones de por qué les pasó aquello. Están en su historia, en su proyección, en su justificación, en el hacer. No paran de dar explicaciones, no entran ni por un instante en un espacio de silencio y reflexión que les permita observar la situación sin juicio y sin culpabilidad para poder verla libremente.
Como diría David Hawkins, vivimos la mitad de la vida hipnotizados por nuestras creencias y nuestras explicaciones. Nuestros programas, nuestras creencias, han sido depositados en nuestra mente -en nuestro inconsciente-, por las fuerzas de la psique familiar y colectiva, porque en su inocencia estaba abierta a todo lo que nos enseñaban.
Tenemos que cuestionar cualquier valor, cualquier creencia, sin caer en la trampa del juicio: esto está bien, esto está mal.
El perdón es el gran antídoto para cualquier enfermedad. Entrenar y habituar la mente a estar en el estado de presencia es un requisito fundamental para entrar en el proceso de curación.
Hay personas, que se autodenominan espirituales, que cuando están en una situación que no les gusta dicen cosas como: "Ahora estoy en la oscuridad". No son conscientes de que niegan su luz, de que siempre estamos fretne a nosotros mismos y a nuestros juicios. Esta actitud nos obliga a vivirlos, pues les estamos dando forma y haciendo que colapsen en nosotros.
Nuestro campo energético está creando nuestra realidad. La curación es el resultado de estar dispuesto a aceptar que esto es así y que somos los únicos responsables. Hay que soltar los sentimientos negativos de baja vibración porque nos llevan al colapso del organismo.
La conciencia nos enseña que todo lo que vivimos en nuestra vida es consecuencia de la manipulación de nuestra inocencia. Es urgente que el yo de cada uno recupere esta inocencia dejando de juzgarse y de juzgar a los demás. Desarrollar la compasión y la comprensión al observar a nuestros ancestros es liberarlos, porque, como ya sabes, todos somos Yo.
Un curso de milagros nos enseña a tener uan Percepción Inocente:
"No hay ni un sólo instante en el que la santidad de
tu hermano no se pueda ver y con ello añadir abundante
riqueza a cada diminuto fragmento y a cada
pequeña migaja de felicidad que te concedes a tí mismo"
(UCDM, T-26.I.5:4).
"Dios no cree en el castigo. Su Mente no crea de esta
manera. Dios no tiene nada contra ti por razón de tus
malas acciones" (UCDM, T-3.I.3:4-6).
Desde el punto de vista dual de un yo separado de un tú, estas frases no tienen sentido. El ego siempre busca culpables. En su forma de ver y entender el mundo, no cabe la posibilidad de que las cosas que me ocurren tengan que ver conmigo. El simpre proyecta la culpabilidad, y este es el motivo de que en este mundo vivamos en la separación.
"[...] juzgar implica que abrigas la creencia de que
la realidad está a tu disposición para que puedas
seleccionar de ella lo que mejor te parezca"
(UCDM, T-3.VI.2:12).
Cuando vivo en la certeza de que Yo soy Tú, el ego empieza a perder fuerza progresivamente. A la luz de esta verdad, tomas conciencia de la creencia increíble que es el ego.
[...] Muchas veces lamentamos que no sabemos por qué nos suceden las cosas. Estamos sembrando constantemente en el jardín del Campo de la Consciencia y esta nos ofrece nuestros frutos.
"El secreto de la salvación no es sino este: que eres
tú el que se está haciendo todo esto a sí mismo"
(UCDM, T-27:VIII.10:1).
Un espacio para reflexionar sobre el alcance de las creencias
"El pensamiento no se puede convertir en carne excepto
mediante uan creencia, ya que el pensamiento
no es algo físico" (UCDM, T-8.VVI.7:4).
"Pues vuestras creencias convergen en el cuerpo, al
que el ego ha elegido como su hogar y tú consideras
que es el tuyo." "El ego se une a una ilusión de ti que
tú compartes con él" (UCDM, T-23.I.3:3,5).
"Ninguna creencia es neutra. Cada una de ellas tiene
el poder de dictar cada decisión que tomas"
(UCDM, T-24.Intro.2:3-4).
"Pero la mente que cree ser un cuerpo, ciertamente
está enferma" (T-25.Intro.3:2).
"Puesto que crees estar separado, el Cielo se presenta
ante ti como algo separado también" (T-25.I.5:1).
"La salvación no es más que un recordatorio de
que este mundo no es tu hogar. No se te imponen
sus leyes, ni sus valores son los tuyos. Y nada de lo
que crees ver en él se encuentra realmente ahí"
(T-25.VI.6:1-3).
"El Hijo de Dios no está encadenado por nada excepto
por sus propias creencias". (UCDM. L-277.2:2).
"Tú no puedes ser tratado injustamente. La creencia
de que puedes serlo es solo otra forma de la idea de
que es otro, y no tú, quien te está privando de algo"
(UCDM, T-26.X.3:2-3).
"Puedes escalvizar a un cuerpo, pero las ideas son
libres, y no pueden ser aprisionadas o limitadas en
modo alguno, excepto por la mente que las concibió.
Pues esta permanece unida a su fuente, que
se convierte en su carcelero o en su libertador, según
el objetivo que acepte para sí misma"
(UCDM, T-19.I.16:4-5).
NO EXISTE UN YO Y UN TU.
SOLO EXISTE UN YO EXPRESANDOSE,
EXPERIMENTANDOSE A SI MISMO Y EN SI MISMO,
A TRAVES DE UNA INFINIDAD DE CONCIENCIAS
PARA VIVIR LA GRANDEZA DE LO QUE SOMOS
Y NUNCA PODREMOS DEJAR DE SER.
NO HUYAS -> ¡¡MUEVETE!!
NO BUSQUES -> ¡¡EXPERIMENTA!!
NO VAYAS -> ¡¡SE TU MISMO EN TODO!!
NO PREGUNTES -> ¡¡TU ERES LA RESPUESTA!!
NO JUZGUES -> ¡¡PUES ES IMPOSIBLE LIBERARTE DE DICHO JUICIO!!
NO EXISTE EL OTRO -> ¡¡SOLAMENTE EXISTE UN MAR DE CONCIENCIA!!
TU NO ERES UNA GOTA EN UN MAR -> ¡¡TU ERES EL MAR!!
NO TENGAS MIEDO -> ¡¡LO QUE TE DA VIDA TE SUSTENTA!!
Enric Corbera"
Con inmensa alegría celebro que esta clase de reflexiones vean la "Luz" en estos días cuando la "Humanidad" se encuentra -diría yo- "al borde de un abismo". Un abismo de "des-conocimiento" de sí misma. Es menester que se "re-conozca" para poder darle un nuevo giro a la "historia de la Humanidad". Son tiempos de grandes cambios en todos los órdenes. Estamos llamados a "evolucionar" como "especie Humana". Respondamos, pues, al llamado que nos invita a "despertar". No estamos solos...
Bendiciones.