Cuando la Noche cae
y el Sol ya se ha ido,
las Estrellas nos traen
su fulgor encendido.
Se asoma la Luna
invitando a admirarla,
los Sueños que acuna
se despiertan al Alba.
El Cielo buscado
en el Sueño se alcanza
y el Paraíso anhelado
nos brinda Esperanza.
El Alma descansa
y su Fuerza acrecienta,
se renuevan las Ansias
que en la Fe se sustentan.
Cuando al fin
despierta el Día
y en lo alto brilla el Sol,
nos fecunda la Alegría
cuando oramos al Señor.
La Vida resplandece
y nos muestra su Belleza,
la Muerte palidece
ante el Amor y su Grandeza.
Gloria y Alabanzas demos al Señor
y entonemos con Júbilo nuestra mejor Canción.
Bendiciones.