martes, 20 de marzo de 2018

Caridad: la resonancia de más alta frecuencia vibratoria...

En esta oportunidad, quiero compartir  con todos ustedes, algunas reflexiones que he tenido la profunda dicha de poder leer en el libro titulado "El código de la emoción" - Cómo liberar emociones atrapadas para gozar de salud, amor y felicidad abundantes, cuya autoría pertenece al Dr. Bradley Nelson (ha desarrollado una forma avanzada e innovadora de medicina energética poco o nada conocida por la gran mayoría de las personas -y mucho menos aplicada a la sanación de enfermedades- al menos, hasta el presente. Su especialidad de médico quiropráctico holístico y médico intuitivo, lo ha convertido en uno de los principales expertos del mundo en los campos emergentes de la medicina Bioenergética y Psicología de la energía). Gracias a la recomendación de una queridísima hermana del Alma, Silvana, he tenido la inmensa fortuna de haber podido adquirir un ejemplar del mismo. En mi opinión, este libro resulta absolutamente impactante. Además de ser de fácil comprensión, merced a estar escrito con un lenguaje sencillo, aborda la experiencia de detectar y liberar las emociones atrapadas en nuestro cuerpo, las cuales se transforman en una constante fuente de malestar y trastornos de toda índole. 

Dada la importancia de este tema, me parece oportuno obviar una serie de comentarios que me vienen en mente, para remitirlos directamente a las páginas 380 a 387, donde el Dr. Nelson nos dice:

"Acerca de la caridad

La capacidad de perdonar a otros surge de nuestra propia capacidad de amar. La forma más pura del amorr es incondicional, también conocido como caridad.


Una de las escrituras más famosas del Nuevo Testamento es la primera epístola a los Corintios capítulo 13, que en parte dice:

1. Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe.
2. Y si tuviese profecía y entendiese todos los misterios y todo conocimiento, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo caridad, nada soy.
3. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo caridad de nada me sirve.
4. La caridad es sufrida, es benigna; la caridad no tiene envidia, la caridad no se jacta, no se envanece;
5. no se comporta indebidamente, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa el mal;
6. no se regocija en la maldad, sino que se regocija en la verdad.
7. todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
8. La caridad nunca deja de ser; mas las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y el conocimiento se acabará.

¿Cómo puede ser que el perdonar a otros y el tener amor al prójimo te ayude a evitar las emociones atrapadas?


La caridad es amor, puro y simple; el amor incondicional por nuestros hermanos. Creo que es una de las razones más importantes por la que estamos aquí en la Tierra; para aprender a desarrollar este tipo de amor.

Cuando nos sentimos de esta manera hacia los otros, nuestros corazones resuenan a la frecuencia del amor y experimentamos dentro paz y armonía

La caridad nos ayuda a salir de nosotros mismos, a ir más allá de nuestro propio egocentrismo. Nos ayuda a interesarnos más y a comprender más las necesidades de los otros. Nos conduce al sacrificio de nuestro tiempo, servicio, bienes mundanos para dárselos a quienes los necesitan. Nos ayuda a convertirnos en dadores y agradecidos recibidores en vez de tomadores. Crea un vínculo, un parentesco, una hermandad entre mosotros. Nos valoriza como individuos y nos da una totalidad y un sentimiento de que formamos parte de algo.

La caridad, este amor puro, es un don de Dios y emana del corazón. Puesto que es un don de Dios, le podemos pedir a El este don, y deberíamos hacerlo.

Cuando nuestros corazones se lleman de caridad, nos abrimos al exterior, no nos ensimismamos. Encontramos alegría al ayudar a crear felicidad para otros. Nuestra preocupación por el bienestar de los demás es una gran preocupación tanto como nuestra felicidad. Es por ello que creamos nuestra porpia felicidad haciendo contribuciones que valgan la pena para otros y para la sociedad. Nuestros corazones se amplían en un sentido espritiual, haciéndose más capaces de dar y recibir amor.

La Madre Teresa es universalmente admirada por su servicio a la humanidad. Le preguntaban cómo podía continuar día tras día, visitando a los agonizantes, alimentándolos, tocándolos, secando sus cejas y consolándolos.

Ella dijo: <No es difícil porque en cada uno de ellos veo el rostro de Cristo en uno de Sus más angustiantes momentos>.

Cuando nuestros corazones están llenos de caridad es menos probable que desarrollemos emociones atrapadas. Perdonamos, somos pacientes y amables.

Nuestra tendencia es a pasar por alto las faltas y debilidades de los demás, en vez de juzgarlos. Vale la pena luchar por y vivir una vida llena de caridad. Es una vida de positividad, una vida que está por encima del mar de emociones negativas que está por debajo.

Acerca de la integridad

Cuando vivimos de acuerdo a lo que sabemos que es correcto y verdadero, tenemos integridad. La integridad es una virtud, una fuerza interna, una honestidad con uno mismo. La integridad conduce las personas a ser la mejor versión de ellas mismas.
En general, cuanta más integridad tengamos, tendremos menos probabilidad de desarrollar emociones atrapadas porque el alma no está dividida, sino entera. No hay ruptura del corazón, no hay conflicto interno.

Cuando una persona elige vivir con integridad, se encuentra en paz con su propio corazón y mente.

Cuando continúa en su camino, la integridad crece, la confianza se fortalece y la positividad incrementa. Una persona que viva de esa manera tiene poco espacio para las emociones negativas que podrían quedar atrapadas.
La vida,, por su misma naturaleza, es a veces incómodamente desafiante. Debemos alcanzar esos desafíos creciendo y atravesando el cambio, entonces aquellos con integridad no están completamente exentos de las emociones atrapadas.

El crecimeinto personal requiere estirarse, ajustarse, acomodarse a las necesidades ajenas, refinarse a uno mismo, correr riesgos, tomar decisiones difíciles y hacer más de lo que pensamos que podemos.

La adversidad, la oposición y el desafío verdaderamente nos dan la oportunidad de crecer. Podemos elegir resistirnos y molestarnos con esos desafíos o darles la bienvenida como bendiciones y sentir gratitud por el crecimiento que nos ofrecen. A veces, las experiencias más difíciles que enfrentamos son las que más nos benefician.

Cuando atravesamos momentos de oposición, podemos examinarnos para ver si encontramos emociones atrapadas para quedar libres de sus efectos negativos.

El fuego de vida del Refinador

 La vida es un proceso de aprendizaje y purificación. Hay una historia que ilustra muy bien este principio.

Una vez hubo un grupo de mujeres estudiando el libro
de Malaquías en el Antiguo Testamento. Mientras estudiaban
el capítulo tres se encontraron con el tercer verso, que dice:
<Se sentará como refinador y purificador de plata>. Este verso
desconcertó a las mujeres y se preguntaron qué significaba
esta afirmación acerca del carácter y la naturaleza de Dios.
Una de las mujeres se ofreció a averiguar acerca del proceso
de refinamiento de la plata y después informar al grupo el
próximo estudio de la Biblia.

Esa semana la mujer llamó a un orfebre y quedó con él para
observarlo trabajar. No mencionó nada acerca de los motivos
de su interés más allá de su curiosidad acerca del proceso
de refinamiento de la plata. Mientras miraba al orfebre, él
sostenía una pieza de plata sobre el fuego y la dejaba calentar. Explicó que en el refinamiento de la plata, uno necesitaba
sostener la plata en el medio del fuego donde las llamas estaban
tan calientes que hacían desaparecer todas las impurezas.

La mujer se imaginó a Dios sosteniéndonos en un punto tan caliente y luego pensó nuevamente en el versículo que dice
que él se sienta como refinador y purificador de la plata.
Le preguntó al orfebre si era cierto que él tenía que sentarse
allí delante del fuego todo el tiempo que la plata era refinada.

El hombre respondó <Si> y explicó que no sólo se tenía que sentar allí sosteniendo la plata sino que además tenía que mantener su mirada sobre la plata todo el tiempo que estaba en el fuego.
Si dejaba la plata en el fuego 
por un momento demasiado largo, se dañaba.

La mujer se quedó en silencio por un momento.
Luego le preguntó al orfebre: <¿Cómo sabes cuando la plata está completamente refinada?>

El le sonrió y contestó: <Ah, eso es fácil. Cuando veo mi imagen en ella>.

Si hoy sientes el calor del fuego de este mundo, sólo recuerda que Dios tene Sus ojos en ti.

-Desconocido-

Si las pruebas de tu vida parecen abrumadoras,
recuerda que Dios tiene un propósito para ti y que
El te ama.

Dios te está refinando. El sabrá que tú has terminado con este proceso cuando El pueda ver su propia imagen en tu rostro; cuando seas como El en tu capacidad de dar amor incondicional.

Creo que cada uno de nosotros tiene un destino que cumplir y una misión por realizar mientras estamos de paso en esta tierra. Las emociones atrapadas pueden contribuir a las enfermedades y pueden impedir que vivamos la vida que podríamos estar viviendo. Es un llamamiento sagrado para ayudar a aquellos que están sufriendo, no solo por ellos, sino por el efecto dominó que sus vidas, vividas plenamente, pueden provocar a través del tiempo y el espacio hasta la eternidad. Algunas de las satisfacciones más grandes de mi vida surgieron al enseñar a las personas y ayudarles a encontrar el arte de la sanación. A medida que hago estas cosas, siento el gozo que proviene de inspirar a otros y ayudarles a estar bien y ser felices.

Acerca de la oración 

Cuando era un joven, tuve una experiencia espiritual profunda, en la cual aprendí que Dios es real. Sé que El vive y que El nos ama. Somos sus hijos, hermanos y hermanas espirituales en un sentido muy literal.

La oración ha sido una clave esencial para mí para comprender quiénes somos en realidad como seres humanos, cómo funcionan realmente nuestros cuerpos, cómo corregir problemas y cómo sanar. Tengo la costumbre de ofrecer una oración en silencio para recibir guía antes de ayudar a alguien que me haya pedido ayuda. Muchas veces he recibido comprensión e inspiración que estaba más allá de mi propia capacidad. Estoy agradecido por esta ayuda y otorgo el reconocimiento a Dios por ella.

Te animo encarecidamente a que le pidas ayuda a Dios en todas las áreas de tu vida y especialmente en tus intentos de ayudar a los demás. El estará ahí para ti. Sólo tienes que creer y estar agradecido de que El te esté ayudando.

En caso de que no estés seguro de cómo orar o qué formato seguir, compartiré contigo lo que ha funcionado para mí.

Empiezo simplemente dirigiéndome a Dios, diciendo <Padre Celestial>, porque creo que El es mi padre.

Luego le doy gracias por la oportunidad que tengo de ayudar a la persona a quien estoy intentando ayudar.

Después, le pido su ayuda para hacerlo, y le pido su consejo y guía.

Por último, termino mi oración en el nombre de Jesucristo. Amén. La palabra Amén simplemente significa <que así sea>.

Que Dios te bendiga en el camino que te lleve a mejorarte. Espero que ayudes a muchas otras personas en tu camino.

Sé que puedes.

Dr. Bradley Nelson" 


Sin duda alguna, la moción de acercarles este compartir, ha sido inspirado por las amorosas palabras del Dr. Nelson, toda vez que intenta ayudarlos en el camino de la Vida. Espero ser un "nexo" o "conector" para que los lectores de cada compartir de este blog, encuentren en las distintas lecturas que hagan, información que les sea útil para llegar a reflejar en este bendito planeta Tierra, la "imagen perfecta de Dios".

Me siento afortunada y agradecida a Dios por darme la Vida, pero seré completamente dichosa y felíz si al final del camino, conifrmo que he cumplido con la misión que me ha sido encomendada al venir a este mundo. Podré, entonces, descansar en Paz y gozar de las maravillas que me estarán esperando en la Vida Eterna... 

Bendiciones.

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