miércoles, 19 de agosto de 2020

El Coraje en tiempos del covid-19 ...

En esta ocasión quiero compartir con todos ustedes, un texto que pueden encontrar en el libro titulado "Ineligencia del Alma - 144 Avenidas Neuronales hacia el Yo Profundo" (página 105) y cuya autoría corresponde a José María Doria (licenciado en Derecho y máster en Alta Dirección de Empresas y en Psicología. Trabaja como psicoterapeuta transpersonal y entrenador emocional). 

En estos días de pandemia por covid-19, me preguntaba -luego de leer el texto que a continuación les voy a compartir- ¿qué es tener coraje hoy? ¿Cómo tener coraje frente a tantas noticias nefastas relacionadas con el covid-19? Quizás podamos entender un poco más de qué se trata Ser Humano y tener que enfrentarse a desafíos tan grandes como una pandemia, cuando un entendido en el tema nos hace reflexionar sobre el coraje. Espero que la lectura de este texto, les sea de provecho tanto como lo ha sido para mí.


     "40 - Haciendo lo que tememos, disolvemos nuestro temor 

Emerson

Cuánto más veloces huimos del miedo, más grande se hace éste y más fuerte es su hechizo sobre el alma. Para librarnos de tal poder, conviene mirar de frente su paralizador influjo y, más tarde, discernir si nos está protegiendo de un peligro o simplemente es un virus mental que nos inquieta.

El miedo que paraliza y deprime es el miedo neurótico que impide la acción. Se trata de un sentimiento que sintoniza con viejas tensiones y heridas no resueltas. El temor que se disfraza de inseguridad encubre anticipaciones de dolor y, muchas veces, hace referencia a duelos sumergidos cuyo recuerdo nos inunda de ansiedad e induce a conductas crispadas.

El miedo nace de la memoria del dolor y brota en racimos de pensamiento conectados al recuerdo. Se trata de ideas neuro-asociadas que conforman la creencia de que aquello que uno rechaza, puede volver a suceder. En realidad, si no hay memoria no hay miedo. Por este motivo, los inocentes se enfrentan con tranquilidad <irresponsable> a muchas situaciones de alto riesgo. Los inocentes no proyectan experiencias anteriores y, en consecuencia, no temen la llegada de la supuesta desgracia.

Allí donde veamos una conducta exagerada, se revela la sombra que oculta viejas heridas y que nos demanda, sin demora, un drenaje emocional del alma. Allí donde, por ejemplo, veamos la mentira en sus diferentes grados, ¡atención!, no hay maldad o estupidez, hay tan sólo una mente que se siente amenazada. Conviene mirar al miedo de frente y preguntar: <¿Qué temo en realidad? ¿Qué sería lo peor que podría pasar?> Al observar y concretar con precisión lo que uno teme, ya se puede respirar a fondo lo temido y crear nuevas opciones más deseadas. Al pronto, sucede que el gran gigante ilusorio que tan sólo puede habitar en la sombras, se esfuma disuelto a la luz de la consciencia.

La sensación de confianza y seguridad no sólo brota como consecuencia de la memoria del propio éxito, sino que también es una cualidad que nuestra inteligencia emocional desarrolla. Confiar es una elección que podemos optar por cultivar y reforzar, mientras se comprueba que tras los problemas aparecen las soluciones y que toda dificultad fortalece y enseña.

La confianza también brota desde la facultad intuitiva, desde ese insólito Ser que somos y que detrás, escondido y sabio, se revela y expresa. La confianza es un estado de conciencia, un plano mental de vida, que se abre a la Paz y a la Templanza. Pero ¿de dónde brota?, ¿acaso es una protección mágica que opera desde las estrellas? Al tratar de responder, la razón tal vez dude, pero todos sabemos que no estamos solos. La Historia y el Misterio así lo avalan. El Universo nos apoya al encarar el miedo mientras hacemos con inteligencia lo que debemos, aunque se sienta inseguridad y amenaza.

Cuando uno se vea enfrentado al ridículo, a la ruina o al abandono del ser que ama, conviene que se detenga unos instantes. Conviene que respire profundamente, distanciándose del escenario, mientras se deja atravesar por la columna de luz que penetra por lo más alto de su cabeza. Más tarde, la sencillez suavizará lo que uno teme y la sobriedad será nuestra aliada. No hay temor agudo que sobreviva si uno lo respira de forma consciente y continuada. Sólo hay que detenerse y observar, sin eludir ningún aspecto y sin tapar ninguna de las caras. Desde el Silencio Consciente, de pronto, la mejor opción brota y la vida, de nuevo, tiene sentido mientras uno, a sí mismo, se reinventa. Ya todo está en su sitio. Uno sabe a qué atenerse y vuelve a fluir centrado en el núcleo de la confianza." 


Tal vez, frente a tanto temor al contagio y a las consecuencias de contraer el covid-19, podamos poner el práctica lo que este autor nos aconseja: respirar profundamente y distanciarnos del escenario. Al fin y al cabo, nadie nos asegura que mantener el temor a esta pandemia, nos pondrá a salvo de contraer el virus. Es cierto que debemos tomar todas las precauciones y recaudos del caso a los efectos de evitar el contagio, pero también es cierto que nadie puede asegurarnos que existe un lugar o una conducta que nos ponga al reparo de contraer esta enfermedad. El coraje, seguramente puede convertirse en una poderosa herramienta que nos ayude a vencer el temor y a enfrentarnos con nuestro destino personal.



Bendiciones.

sábado, 15 de agosto de 2020

Sueños y Visiones ...

En esta oportunidad quiero compartir, con todos ustedes, dos lecturas -en mi opinión- magníficas que se encuentran en el libro titulado " Con el corazón y todos los sentidos - Lecturas para cada día" cuya autoria pertenece a Anselm Grün (Monje benedictino que reside en la Abadía de Münsterschwarzach; desde 1977 enseña Filosofía, Teología y Administración en su Abadía. A partir de sus libros, se ha convertido en consejero y guía espiritual de numerosos seguidores).

(Página 270) "En San Lucas, sobre todo en el libro de los Hechos de los Apóstoles, los sueños desempeñan un gran papel. En un sueño se le indica a san Pedro que debe admitir en la comunidad cristina hombres de extracción pagana, y que las leyes judías no tienen para ellos una validez absoluta. Su sueño <constituye un punto de inflexión en la historia de la misión en la Iglesia primitiva> ... Por naturaleza, san Pedro se siente severamente obligado al pensamiento judío; y por eso se niega a tener trato con paganos. Entonces Dios le habla en sueños. Le muestra algo parecido a un gran lienzo en el cual había toda suerte de cuadrúpedos que los judíos consideran impuros, diciéndole: <Levántate, Pedro, sacrifica y come>. Ante la resistencia de Pedro, la voz del sueño le dice: <Lo que Dios ha purificado no lo llames tú profano> (Hch 10, 13-15). El sueño vence su resistencia. San Pedro se levanta y  va a Cesarea con los mensajeros del centurión pagano Cornelio, a quien bautiza allí. San Pedro menciona el sueño como fundamentación de su proceder. Esta historia señala la gran importancia que se daba a los sueños en la Iglesia primitiva. El sueño decide el curso de la misión. El sueño vence las resistencias humanas y despeja el camino para la acción de Dios en hombres que por naturaleza son de miras muy estrechas. El sueño les amplía sus horizontes impulsándolos a acciones nuevas.

Esto mismo se pone de manifiesto en la visión nocturna de Pablo. En sueños se le aparece un macedonio diciéndole: <Pasa a Macedonia y ayúdanos> (Hch 16, 9). Y Pablo acepta la invitación porque está convencido de que Dios lo ha llamado a proclamar allí el Evangelio. Así pues, confiando en un sueño, comienza la misión en Europa. Una decisión de tal envergadura en la historia de la misión no fue tomada en virtud de cálculos tácticos sino de un sueño". 


(Página 271) "Así pues el sueño posee en la Biblia un doble significado. Por un lado me revela la verdad sobre mí y sobre los demás, sobre mi estado personal y sobre el misterio de mi vida, pero también sobre la situación política y religiosa del pueblo o de un hombre en particular. El sueño corrige y completa mi visión consciente abriéndome nuevos horizontes. Hace aparecer la realidad en su verdadera luz. En el sueño Dios me señala la verdad quitando el velo que cubre la realidad. Pero el sueño es también lugar de encuentro directo con Dios. Dios no sólo envía mensajes sobre la realidad, sino que nos sale al encuentro, lucha con nosotros como en aquella lucha nocturna con Jacob (Gn 32, 23-33), y se da a conocer, aparece en visiones y se deja contemplar en las imágenes del sueño.

El segundo significado de los sueños bíblicos es la indicación concreta. En el sueño, Dios nos señala lo que debemos hacer y qué camino emprender. Nos muestra cómo hemos de decidir, y así nos ayuda a hallar un rumbo en nuestra vida. En la indicación clara subyace algo de liberador, de inequívoco. Si Dios en el sueño da una orden, no nos resta otra cosa que obedecer, aún cuando no comprendamos el sentido de la indicación. El sueño no es un juego de los pensamientos, sino que nos concierne inexorablemente. Repercute sobre nuestro obrar, se realiza en hechos concretos en este mundo, determina incluso importantes decisiones y desarrollos históricos. Pone en marcha un acontecimiento de vastas consecuencias para todos los hombres. En el sueño Dios mismo interviene en la historia, orientándola según su designio y voluntad."



Bendiciones.