sábado, 15 de agosto de 2020

Sueños y Visiones ...

En esta oportunidad quiero compartir, con todos ustedes, dos lecturas -en mi opinión- magníficas que se encuentran en el libro titulado " Con el corazón y todos los sentidos - Lecturas para cada día" cuya autoria pertenece a Anselm Grün (Monje benedictino que reside en la Abadía de Münsterschwarzach; desde 1977 enseña Filosofía, Teología y Administración en su Abadía. A partir de sus libros, se ha convertido en consejero y guía espiritual de numerosos seguidores).

(Página 270) "En San Lucas, sobre todo en el libro de los Hechos de los Apóstoles, los sueños desempeñan un gran papel. En un sueño se le indica a san Pedro que debe admitir en la comunidad cristina hombres de extracción pagana, y que las leyes judías no tienen para ellos una validez absoluta. Su sueño <constituye un punto de inflexión en la historia de la misión en la Iglesia primitiva> ... Por naturaleza, san Pedro se siente severamente obligado al pensamiento judío; y por eso se niega a tener trato con paganos. Entonces Dios le habla en sueños. Le muestra algo parecido a un gran lienzo en el cual había toda suerte de cuadrúpedos que los judíos consideran impuros, diciéndole: <Levántate, Pedro, sacrifica y come>. Ante la resistencia de Pedro, la voz del sueño le dice: <Lo que Dios ha purificado no lo llames tú profano> (Hch 10, 13-15). El sueño vence su resistencia. San Pedro se levanta y  va a Cesarea con los mensajeros del centurión pagano Cornelio, a quien bautiza allí. San Pedro menciona el sueño como fundamentación de su proceder. Esta historia señala la gran importancia que se daba a los sueños en la Iglesia primitiva. El sueño decide el curso de la misión. El sueño vence las resistencias humanas y despeja el camino para la acción de Dios en hombres que por naturaleza son de miras muy estrechas. El sueño les amplía sus horizontes impulsándolos a acciones nuevas.

Esto mismo se pone de manifiesto en la visión nocturna de Pablo. En sueños se le aparece un macedonio diciéndole: <Pasa a Macedonia y ayúdanos> (Hch 16, 9). Y Pablo acepta la invitación porque está convencido de que Dios lo ha llamado a proclamar allí el Evangelio. Así pues, confiando en un sueño, comienza la misión en Europa. Una decisión de tal envergadura en la historia de la misión no fue tomada en virtud de cálculos tácticos sino de un sueño". 


(Página 271) "Así pues el sueño posee en la Biblia un doble significado. Por un lado me revela la verdad sobre mí y sobre los demás, sobre mi estado personal y sobre el misterio de mi vida, pero también sobre la situación política y religiosa del pueblo o de un hombre en particular. El sueño corrige y completa mi visión consciente abriéndome nuevos horizontes. Hace aparecer la realidad en su verdadera luz. En el sueño Dios me señala la verdad quitando el velo que cubre la realidad. Pero el sueño es también lugar de encuentro directo con Dios. Dios no sólo envía mensajes sobre la realidad, sino que nos sale al encuentro, lucha con nosotros como en aquella lucha nocturna con Jacob (Gn 32, 23-33), y se da a conocer, aparece en visiones y se deja contemplar en las imágenes del sueño.

El segundo significado de los sueños bíblicos es la indicación concreta. En el sueño, Dios nos señala lo que debemos hacer y qué camino emprender. Nos muestra cómo hemos de decidir, y así nos ayuda a hallar un rumbo en nuestra vida. En la indicación clara subyace algo de liberador, de inequívoco. Si Dios en el sueño da una orden, no nos resta otra cosa que obedecer, aún cuando no comprendamos el sentido de la indicación. El sueño no es un juego de los pensamientos, sino que nos concierne inexorablemente. Repercute sobre nuestro obrar, se realiza en hechos concretos en este mundo, determina incluso importantes decisiones y desarrollos históricos. Pone en marcha un acontecimiento de vastas consecuencias para todos los hombres. En el sueño Dios mismo interviene en la historia, orientándola según su designio y voluntad."



Bendiciones.

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