jueves, 15 de agosto de 2013

Cuerpo y Mente: sus ritmos y sus ciclos ...

En esta ocasión he decidido compartir con todos ustedes, algunos fragmentos que pueden leerse en el libro titulado “Poder Gracia Libertad” – La fuente de la felicidad permanente cuya autoría pertenece al gran Maestro Indio, Deepak Chopra (guía renombrado en todo el mundo en los campos de la salud integral y el potencial humano. Sus libros han sido traducidos a más de cincuenta idiomas, y viaja frecuentemente por todo el mundo promoviendo la paz, la salud y el bienestar). Admiradora de este genuino talento; su capacidad para transmitir con claridad conceptos que tienen fundamento científico me sigue cautivando. De lectura fácil y muy amena, esta nueva obra de Deepak es otro aporte de Luz y Sabiduría.

Y hablando de Sabiduría, en las páginas 167 a 170  encontramos una invitación muy especial bajo el título:

Escucha a la sabiduría de tu cuerpo
 
“... ¿Puedes experimentar este momento como el latido de la vida de los eones que baila en cada una de las células de tu cuerpo? ¿Puedes percibir con profunda convicción que eres la tierra, el agua, el fuego, el aire y el vacío del espacio? ¿Puedes sentirlo y saberlo en lo más hondo de tu ser? Si es así, entonces escucha a la sabiduría de tu cuerpo.

Tu cuerpo te está hablando continuamente a través de señales de bienestar y malestar, place y dolor, atracción y repulsión. Cuando escuchas los matices sutiles de las sensaciones de tu cuerpo estás accediendo a la inteligencia intuitiva. Esta inteligencia es contextual, relacional, nutritiva, integral y sabia.

La inteligencia intuitiva es más exacta y precisa que todo lo que existe en el ámbito del pensamiento racional. La intuición no es un pensamiento; es el ámbito cósmico, no local, de información que te susurra en el silencio que hay entre tus pensamientos. De manera que cuando escuchas a la inteligencia interna de tu cuerpo, que es el genio sumo y supremo, estás oyendo al universo y accediendo a información a la que la mayoría de las personas normalmente no tiene acceso.

La ciencia ha mostrado que las células del cuerpo son hologramas del universo, lo que significa que toda la información que es posible conocer en el universo está codificada en la estructura celular de cada célula. Cada parte de un holograma contiene toda la información de la totalidad: por eso se le llama holograma. La intuición no es otra cosa que un estado de conciencia intensificado que llega con la familiaridad con los ámbitos de información de tu propio cuerpo. Esta información está codificada holográficamente en cada célula de tu cuerpo. Y si simplemente accedes a un poco más de información, te vuelves, según los patrones corrientes, intuitivo.

Escucha a la sabiduría de tu cuerpo. Toma consciencia de las sensaciones de tu cuerpo, y conocerás todo el cosmos, porque el cosmos entero se puede experimentar como sensaciones de tu cuerpo. En realidad, estas sensaciones son la voz del espíritu, que te habla al nivel de sensación más refinado de tu cuerpo. ...

... La próxima vez que necesites tomar una decisión, en vez de tratar de comprenderla intelectualmente, presta atención a las sensaciones de bienestar y malestar de tu cuerpo, y sigue tus sensaciones intuitivas. La comprensión intelectual está bien, pero no siempre es la prueba final de que estás tomando la decisión correcta. Antes de tomar una decisión, pregúntale a tu cuerpo: ¿Qué te parece esto? Si tu cuerpo te envía una señal de bienestar y ansia, sigue. Si tu cuerpo te envía una señal de desasosiego físico o emocional, ten cuidado. Cuando te enfrentes a cualquier situación, pregúntale a tu cuerpo si se siente cómodo o no. Si la sensación en tu cuerpo es buena cuando haces algo, entonces ésa es la decisión correcta. Si hay una sensación incómoda en tu cuerpo, entonces lo que estás haciendo no es lo correcto. ...

... Cuando estás relajado y fluyes con el universo, entonces en cada latido de tu corazón hay algo llamado variabilidad, que es una variación natural que va con la naturaleza flexible del universo. Es simple, es fluida, y entonces prevalece el sistema nervioso automático. Pero cuando estás estresado, cuando tienes demasiada adrenalina, el corazón late como soldados marcando el paso.

El corazón no es sólo una bomba; es un órgano que siente y piensa. Pero, a diferencia de la mente racional, siente y piensa intuitiva y creativamente con amor, compasión, interconexión e inseparabilidad. Tu corazón late debido a algo llamado marcapasos. El marcapasos no es una sola célula; son cien células que se activan al mismo tiempo, con la misma frecuencia y al mismo compás. Cada célula tiene un impulso eléctrico, y cien células tienen que activarse coherentemente para crear el marcapasos.

Cuanta más flexibilidad y variabilidad hay en tu corazón en cada latido, más creas un campo electromagnético coherente. Cuando sucede esto, el descanso de las células adquiere esa coherencia, y tú irradias un campo de energía electromagnética coherente, que es el aura. El aura es simplemente la coherencia o emisión luminosa de tu corazón. Irradias ese campo energético al universo, y cuando ese campo energético es coherente, te armonizas con los elementos y fuerzas del universo. Esto es muy poderoso, porque la actividad del universo es tu propio ser interior que viene desde un nivel de existencia mucho más profundo. De manera que si tienes un <deseo de corazón>, deja que tu intención proceda de las profundidades de tu ser, donde tu alma se está localizando como tu corazón. Dirige tu atención a tu corazón, aunque sea momentáneamente, y si sientes amor, compasión, paz, armonía o risa, esto creará un campo electromagnético coherente. Entonces simplemente deja que tus impulsos surjan de tu corazón, de lo más profundo de tu ser, y el deseo orquestará su propio cumplimiento. ...”

Y hablando de quienes somos, en las páginas 172 a 178, podemos seguir descubriéndolo bajo el título:

Presta atención a los ritmos y los ciclos de tu cuerpo

... En última instancia, el cuerpo es sólo vibración, y la vibración del cuerpo tiene que corresponderse con las vibraciones que constituyen el universo. Esta correspondencia, o entrar en una relación rítmica, se llama sincronización.

La sincronización fue descrita por vez primera por un físico que hizo un interesante experimento con cinco relojes. Cada reloj tenía un péndulo más o menos del mismo tamaño, y empezó a hacer oscilar los péndulos en momentos diferentes. Después de unas cuatro horas, todos los péndulos empezaron a oscilar sincrónicamente al mismo ritmo. Puedes repetir este experimento muchas veces, y descubrirás que, aunque hagas oscilar los péndulos en momentos diferentes, después de un tiempo todos empiezan a oscilar al mismo ritmo.

La sincronización es un fenómeno universal y comienza en el momento de la concepción. Los ritmos de un bebé empiezan a sincronizarse con los ritmos cósmicos a través de la fisiología de la madre. A lo largo del embarazo, e incluso después de que el bebé haya nacido, el ritmo cardíaco del bebé se sincroniza con el ritmo cardíaco de la madre, y continúa haciéndolo mientras esté cerca de ella. Puede que el ritmo cardíaco no sea el mismo, pero hay una relación rítmica entre los dos. ...

... Cualquier estímulo sensorial -ya oigas, veas, huelas, saborees o toques algo- cambia la química del cuerpo-mente en menos de una centésima de segundo. Si sabemos eso, podemos elegir el estímulo apropiado para influir en la química en una dirección favorable.

Teóricamente, si estuvieras completamente sincronizado con el cosmos, si estuvieras en total armonía con sus ritmos, y si no tuvieras absolutamente nada de estrés, habría muy poca entropía en tu cuerpo. Tu cuerpo no envejecería si estuvieras totalmente sincronizado con los ciclos del universo. Si experimentara entropía sería a la misma escala que el universo, es decir, ciclos cósmicos o eones de tiempo. Pero tu cuerpo-mente no está totalmente en sincronía con los ritmos del universo, y ¿a qué se debe esto? Al estrés. En cuanto tienes un pensamiento, cualquier pensamiento., interrumpe la tendencia innata de los ritmos biológicos a sincronizarse con los ritmos universales. ...

... Entre las seis y las diez de la mañana y entre las seis y las diez de la noche es cuando tu cuerpo está hipermetabólico, o en la fase más baja del metabolismo. Trata de pasar algún tiempo en silencio alrededor de las seis de la mañana y de las seis de la tarde. Idealmente, lo mejor es meditar en la primera parte de esta fase y hacer ejercicio en medio de esta fase..., especialmente si lo haces para perder peso.

Entre las diez de la mañana y las dos de la tarde es cuando el fuego metabólico está en su punto más alto. Este es el momento de ingerir la comida principal del día, porque tu cuerpo metabolizará mucho mejor la comida. Entre las dos y las seis de la tarde es un buen momento para estar activo, para aprender nuevas habilidades mentales o para acometer actividades físicas. Entre las dos y las seis de la mañana es un buen momento para soñar.

Alrededor de las seis de la tarde, y preferiblemente antes de la puesta del sol, es un buen momento para cenar. Es mejor que la cena sea una comida ligera, y tener un intervalo de al menos dos o tres horas entre la cena e irse a dormir. Trata de irte a la cama hacia las diez o las diez y media de la noche, y dormirás de manera ideal y tendrás sueños estupendos. ...

... La salud no es tan sólo la ausencia de enfermedad; es un júbilo que debería estar dentro de ti en todo momento. Es un estado de bienestar positivo, que no es sólo físico, sino emocional, psicológico y a la postre incluso espiritual. La tecnología no te pone sano. Lo que te pondrá sano es estar en sincronía con las fuerzas del universo, sentir que tu cuerpo forma parte del cuerpo de la naturaleza, entrar en comunión con la naturaleza, entrar en comunión con tu alma, tomarte unas pausas de silencio y soledad.

Tu cuerpo es más que un sistema sustentador de la vida; es la expresión de tu alma en el viaje de su evolución. El cuerpo es un templo sagrado en el que te has parado durante unos pocos momentos en tu viaje cósmico. Mantén este templo limpio y puro. Escucha sus gritos de placer e incluso de éxtasis. Eres un niño privilegiado del universo, y ésta es tu morada por ahora. La caravana de la vida se parará en otros sitios, en otros tiempos. Estás en un viaje de curación y transformación, y la oportunidad para tu siguiente salto cuántico de creatividad es ahora mismo. ...”

Un llamado a “tomar consciencia”. Una invitación a adentrarnos en el “auto-conocimiento”. Una oportunidad de “evolucionar”. Sincronizarnos con el Universo: una “misión que es posible”. Una tarea en común. Una experiencia que nos hará sentirnos plenos. La eternidad del aquí y ahora. Quien quiera sumarse a los que ya hemos emprendido este camino, será absolutamente “Bienvenido” ...



Bendiciones.

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