jueves, 15 de agosto de 2013

Ser como DIOS: una meta posible ...



En esta oportunidad, aún cuando comulgo con la doctrina de la Iglesia Católica Apostólica Romana, quiero acercarles a todos ustedes, algunos textos que pueden leerse en el libro titulado “Ser como Dios” – Kabbalah y nuestro último destino, cuya autoría pertenece a Michael Berg (imparte clases en el Centro de Kabbalah y da conferencias en todo el mundo; a los 28 años de edad logró una hazaña de gran trascendencia: realizó la primera traducción completa del Zóhar sagrado al inglés). Desde el primer momento, el título de este libro me cautivó por completo. Contando con una mente abierta a encontrar “la unidad en la diversidad” -como bien, tiempo atrás, nos invitó a recordar el Papa Francisco I- sentí en lo profundo de mi interior que leerlo sería de gran provecho para mí. Hoy quiero compartirlo con todos aquellos que sientan curiosidad -al igual que yo- de saber cuál es el camino a seguir para llegar a “Ser como Dios”.

Bien dice en la contratapa del libro que: “Por primera vez en la historia, una oportunidad extraordinaria está a disposición de la humanidad: la oportunidad no sólo de rezar a Dios, obedecer a Dios, temer a Dios o rechazar a Dios, sino de ser como Dios. Esta revelación sobre el destino de la humanidad fue descubierta por el erudito kabbalista Michael Berg mientras traducía el Zóhar, los 23 volúmenes antiguos en arameo que comprenden el texto clave de Kabbalah. Al revelar esta posibilidad a la humanidad, Berg explica el método de transformación mediante el cual un gran número de personas puede escapar de la prisión de la naturaleza del ego, y con toda su alegría y audacia, llegar a <Ser como Dios>.” 
 
En las páginas 11 a 15 podemos leer que:

La roca forma parte y es de la misma naturaleza que la montaña, pero cuando se desprende deja de llamarse montaña y pasa a llamarse roca. Ni un solo átomo de su esencia ha cambiado, pero al sacarla de la montaña se convierte en otra cosa. Ahora, si devolvemos la roca a la montaña, entonces, ésta deja de ser una roca. Es decir, la existencia de la roca no está determinada por su sustancia, sino por su relación con la montaña de la cual se originó.

La Kabbalah enseña que así como las rocas provienen de las montañas, los seres humanos provienen de Dios.

A NIVEL DEL ALMA, LOS HUMANOS TIENEN EXACTAMENTE LA MISMA ESENCIA QUE DIOS. EN ESENCIA, LOS HUMANOS SON COMO DIOS. ENTONCES, ¿CÓMO NOS CONVERTIMOS EN ROCAS?

La Kabbalah habla de una energía negativa en el universo, una especie de herramienta cortante que nos desprende de Dios. Esta fuerza tiene un nombre extraño con el cual estarás muy familiarizado al final de este libro. SE LA CONOCE COMO DESEO DE RECIBIR SOLO PARA SI MISMO, TAMBIEN SE LA CONOCE COMO NATURALEZA EGOÍSTA. UN ESTADO EN EL QUE NOS MANTENEMOS CASI TODOS LA MAYOR PARTE DEL TIEMPO Y QUE POR LO TANTO, ES LA CAUSA DE TODO NUESTRO DOLOR Y SUFRIMIENTO

De eso precisamente trata este libro, de vencer esa energía, de revelar nuestra esencia verdadera y legítima, de llegar a ser como Dios.


Este libro es una guía para ese viaje supremo. Su meta es mostrarnos el camino, motivarnos, ofrecernos herramientas, orientación y valor. ... Podemos decir, entonces, que este libro se hace realidad gracias a una licencia que nos otorga nuestro universo. Gracias a esta decisión divina y a la ventana en el cosmos que se ha abierto en esta era, la sabiduría de la Kabbalah está ahora a disposición de hombres, mujeres y niños.

Antes de continuar quisiera explicar lo siguiente: la palabra Dios no es un término ideal. Jamás ninguna palabra ha cargado con un peso tan grande de significados e interpretaciones erróneas. Por esta razón, los kabbalistas rara vez usan esta palabra. Luz del Creador es una expresión más precisa, porque el Creador que conocemos es una energía de generosidad y realización. Es la Luz del Creador la que experimentamos cuando nos invade la alegría o cuando la belleza ilumina repentinamente nuestras vidas.

Dicho esto, como la palabra Dios representa en general a un ser divino de perfección total y potencial supremo, lo utilizaremos aquí en ese sentido, independientemente de cualquier creencia religiosa.

  Una vez, un grupo de almas descendió a 
este mundo por una escalera. Al llegar
al último escalón suspiraron, saltaron hacia
el mundo y se convirtieron en seres
humanos. Suspiraron porque sabían que su
nacimiento, su entrada a este mundo, significaba
separarse de Dios.

A medida que pasaban los días en la tierra,
estas almas no dejaban de saltar en un
 intento por alcanzar el último peldaño de la
 escalera, querían regresar al cielo.
Algunas saltaron en vano unas cuantas
veces y luego se conformaron con la existencia
 humana. También había otras que no
querían resignarse y saltaron cientos, hasta
 miles de veces; pero al final fracasaron y
 tampoco alcanzaron la escalera al cielo.
 


Sin embargo, una persona fue diferente. El
empezó a saltar, siguió y siguió saltando y
 nunca dejó de hacerlo. Finalmente Dios lo
 recogió y lo llevó de nuevo al cielo.


Puede que no lo parezca, pero este libro es un enorme anuncio de neón. Su mensaje es: SIGUE SALTANDO. LA TAREA NO CESA. SIGUE SALTANDO. LOS PROBLEMAS DE LA VIDA PUEDEN PARECER INSUPERABLES. SIGUE SALTANDO. INCLUSIVE PODEMOS OLVIDAR LO QUE ESTAMOS TRATANDO DE ALCANZAR. SIGUE SALTANDO.

Y si tenemos alguna pregunta, la pregunta no es: por qué, cuándo, quién ni qué. 

LA UNICA PREGUNTA ES: ¿YA LLEGUE A SER COMO DIOS?”.

Pueden estar seguros que de su lectura, extraerán incontables herramientas y una guía completa para poder llegar a "Ser como Dios". Un libro que habla del Amor, de la Humildad, de la Compasión, de la Fe, de la Esperanza. En definitiva: un libro que habla de DIOS. Recomendable para cualquier "Ser Humano" de cualquier estrato o condición socio-económica; para cualquier "Ser Humano" que adhiera a cualquier clase de creencia religiosa y/o filosófica y/o política o no; un libro para TODOS porque TODO ES UNO. TODOS SOMOS UNO.



 
Bendiciones.




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