Hace
unos días, he recibido como regalo de cumpleaños -a decir verdad con un poco de
retraso- un libro titulado “Confianza Total” – Para vivir mejor, cuya
autoría corresponde a Verónica de Andrés y Florencia Andrés (conferencistas
internacionales, expertas en coaching, motivación, aprendizaje efectivo e
inteligencia emocional; autoras del bestseller mundial “Confianza total”;
Verónica cuenta con una maestría en Educación con distinción de la Oxford
B. University y Florencia con una maestría en Coaching Organizacional de la
Universidad del Salvador). Debo reconocer que jamás había leído obra alguna que
fuera de su autoría pero que -una vez-
había regalado este libro a una persona que se hallaba en una situación de vida
muy delicada, en mi intención de acercarle una herramienta que pudiera serle de
ayuda para superar ese momento tan complicado. Por aquél entonces me dije que,
algún día, lo compraría para leerlo. Lo había elegido inspirada por el título y
había sentido inmediatamente, que era una excelente referencia para cualquier
ser humano que se encontrara dispuesto a plantearse desafíos que lo llevaran a
poder “vivir una vida mejor”. Hoy compruebo que mi elección fue sumamente
acertada.
Algunos
de los interrogantes que se plantean en la contratapa, seguramente nos
resultarán familiares a muchos de nosotros: “¿Se puede aprender a vivir
mejor? ¿De qué manera podemos renovar nuestros vínculos, desarrollar nuestro
desempeño laboral y profesional, expandir nuestro horizonte de expectativas,
cambiar nuestra mirada, disfrutar más, agradecer de verdad y aprender a ser
felices? ¿Es posible aumentar nuestra autoestima y reforzar la confianza en
nosotros mismos para dejar a un lado esos miedos que nos paralizan y nos
perturban tanto? ¿En qué medida somos responsables de nuestra felicidad o de
nuestra desdicha? Por suerte,
alguien tiene respuestas para darnos: En Confianza
total -que aporta información sobre coaching,
inteligencia emocional, liderazgo, motivación y neurociencia- el lector
encontrará respuestas a éstos y a muchos otros interrogantes....”
Para
que ustedes mismos puedan comprobarlo, a continuación, encontrarán parte del
texto que puede leerse en las páginas 48 a 53:
“...
¿QUÉ NOS PASA CUANDO TENEMOS MIEDO?
El
miedo es una de las emociones básicas que desencadena un mecanismo de
supervivencia para que podamos responder a situaciones adversas rápidamente.
Cuando sentimos miedo, se producen cambios fisiológicos de inmediato. Se
cierran todos los circuitos neuronales que no sean esenciales a la
supervivencia, la parte pensante del cerebro reduce su actividad y comienzan a
funcionar las respuestas autónomas que no dependen de nuestra voluntad: se
dilatan nuestras pupilas para que podamos ver más; la sangre fluye con mucha rapidez
hacia los músculos grandes para que podamos huir o luchar; el corazón se
acelera y bombea sangre a toda velocidad para llevar las hormonas a las
células, especialmente la adrenalina y la noradrenalina y cortisol, que son las
llamadas hormonas del estrés.
Este
mecanismo de supervivencia es importante ya que nos ayuda a responder si
estamos frente a un peligro real. El problema es que muchas veces nuestros
miedos son imaginarios, y están asociados a recuerdos emocionales traumáticos.
Sin embargo, aunque sean ilusorios, igual se produce la descarga hormonal que,
a la larga, puede dañar nuestra salud: por ejemplo, el exceso de cortisol en el
sistema reduce nuestra inmunología y hasta puede afectar nuestra memoria; el
exceso de adrenalina puede dejarnos toda una noche en vela, ya que las hormonas
del estrés tardan horas en reabsorberse. Estas descargas pueden producirse
simplemente por una preocupación relacionada con el futuro.
El doctor Robert Sapolsky, neurólogo de la Universidad de Stanford, experto
en el tema del estrés, explica que a los seres humanos basta con imaginar que
vamos a vivir una mala experiencia para realmente pasarla mal, pues la descarga
de hormonas del estrés en el cuerpo es la misma, tanto si vemos un león real o
si sólo lo imaginamos. Al ser entrevistado por Eduardo Punset, el destacado
escritor y periodista científico, creador del programa Redes, Sapolsky expresó
sobre este tema: <Para un mamífero cualquiera, el estrés significa que algo
está muy centrado en devorarte en los siguientes dos minutos, o que uno está
muy decidido a comerse a otro en los próximos dos minutos, y en este lapso el
cuerpo hace exactamente lo que debe hacer: utilizar toda la energía almacenada
para activar los músculos apropiados, aumentar la tensión arterial para que la
energía fluya más de prisa, y desactivar todo tipo de proyectos a largo plazo.
Si te persigue un león, escoges otro día para ovular, retrasas la pubertad, ni
se te ocurre crecer, ya digerirás más tarde, pospones la fabricación de
anticuerpos para la noche, si todavía estás vivo... Se trata de eliminar todo
lo que no es esencial. Y, claro, el problema es que nosotros, como primates muy
sofisticados que somos, podemos iniciar exactamente el mismo proceso de
respuesta al estrés a raíz de un estado psicológico, de un recuerdo, una
experiencia, una emoción, pensando en algo que puede ocurrir dentro de treinta
años o que tal vez no ocurra nunca, pero iniciamos la misma respuesta al
estrés. El meollo de la cuestión es que desencadenar este proceso durante tres
minutos para salvar la vida es perfecto, pero si lo haces de forma sistemática,
por razones psicológicas, aumenta las posibilidades de enfermar>.
ESTRATEGIAS
PARA SUPERAR EL MIEDO
¿Cómo
podemos acercarnos a lo que queremos en lugar de utilizar nuestro valioso
tiempo en quedar capturados en aquello que tememos? Cuando a Miguel Angel le
preguntaban cómo hacía para esculpir sus obras de una manera tan magnífica, él
decía que primero visualizaba en la roca la imagen de lo que quería lograr, y
luego sacaba lo que sobraba.
Muchas
veces el miedo aparece cuando tenemos que atravesar una crisis o se nos
presenta un desafío. Sin ser conscientes de ello, nuestra mente comienza a
proyectar las imágenes temidas en lugar de las deseadas. En ese instante se
inicia un autoboicot involuntario, a nivel inconsciente, con proyecciones
negativas que socavan nuestra confianza y hacen que la prueba a superar sea
mucho más dura.
Es
verdad que ante lo nuevo podemos asustarnos y volvernos temerosos, pero también
es cierto que existen estrategias para hacerle frente a este tipo de emoción.
1. El poder de la visualización; imaginar lo que quieres en lugar de lo
que temes
Para contrarrestar el miedo, podemos
usar una estrategia poderosa, llamada visualización. ¿Qué es la visualización?
Es una técnica que consiste en entrenar nuestra mente para ver en detalle
imágenes con las escenas exactas de aquello que queremos lograr, practicando
con la mente los pasos, los movimientos, las acciones necesarias para alcanzar
un objetivo. Los atletas olímpicos fueron los primeros en utilizar esta técnica
que, como tantos otros descubrimientos, sucedió por casualidad.
Jean
Claude Killy, varias veces campeón olímpico, fue un esquiador muy famoso en la
década del sesenta. En una oportunidad se lastimó una pierna justo antes de una
carrera muy importante que le impidió practicar en la pista. Sin embargo, llegó
el día de la carrera y, sin entrenamiento físico previo, Killy ganó. Cuando le
preguntaron cómo lo había logrado, él respondió que, como no le quedaba otra
opción, lo único que hizo fue visualizar con detalle cada centímetro de la
bajada. De esa manera ensayó cada uno de los movimientos en su mente, una y
otra vez... ¡y ganó la competencia!
Si
bien la visualización suele asociarse al deporte, en realidad se usa en todos
los ámbitos y puede traer resultados extraordinarios no sólo para deportistas,
artistas o inventores. Visualizar la situación deseada en lugar de la temida es
un excelente ejercicio para hacer antes de tener una conversación difícil con
alguien; previo a una negociación; antes de una reunión, de un examen, de una
competencia... Antes de cualquier situación que plantee algún tipo de desafío.
[...]
Marylin
King, otra atleta olímpica a quien conocí personalmente en Finlandia, cuenta la
historia de Liu Chi Kung, un famoso pianista que pasó siete años en la cárcel
durante la revolución cultural china, sin posibilidad alguna de tocar el piano.
Al ser liberado, se presentó a la competencia Tchaikovsky y, para sorpresa de
todos, fue uno de los ganadores. Cuando le preguntaron cómo había logrado ganar
si no había tocado el piano en los últimos siete años, Liu respondió que
durante todo el tiempo que estuvo, cada uno de los días, practicó en su mente
todos los temas que alguna vez había tocado en su piano.
La energía de la imaginación
Para nuestra mente no existen
diferencias sustanciales entre algo real y algo imaginado vívidamente, por eso
la visualización correctamente realizada -con detalles, incluyendo emociones-
es tan efectiva. Hoy sabemos que la visualización tiene además su
fundamentación neurológica, en el llamado SARA (Sistema Activador Reticular
Ascendente).
¿Qué
es el SARA? En la base de nuestro cerebro, específicamente en el tronco
cerebral, existe una formación neuronal de fibras que asciende hasta las capas
superiores del cerebro llamada <sistema activador reticular ascendente>.
El SARA tiene múltiples funciones; entre ellas, controla nuestra habilidad de
permanecer despiertos o dormir, y la habilidad de prestar atención. Como no
podemos prestar atención a todo lo que nos rodea, pues la multiplicidad de
estímulos sería excesiva, el SARA actúa como un filtro que sólo permite que
ingresen aquellos estímulos que, de alguna manera, nos resultan pertinentes.
Por ejemplo, si estamos en una estación de tren donde hay millones de sonidos,
no vamos a percibirlos todos, no escucharemos las miles de conversaciones a
nuestro alrededor; pero si de pronto nombran la salida del tren que va a
nuestro destino, en ese momento sí escucharemos esa señal con atención.
Esto
permite entender que lo que estamos buscando, anticipando o imaginando es lo
que el SARA permite que llegue a nuestra percepción a través de nuestros
sentidos. Si mi mente está centrada en comprar un coche nuevo, es muy posible
que, cuando salga a la calle, de pronto aparezcan en mi campo visual muchos
coches de la marca que estoy buscando. Si nuestra mente está cargada de las
imágenes del resultado deseado, es muy posible que lo alcancemos, pues
aparecerán a nuestro alrededor muchas posibilidades que no serían percibidas de
otra forma. Es que todo lo que uno ha estado fantaseando se vuelve más fácil de
ser realizado....”
Evidentemente, Verónica y Florencia
conocen al dedillo lo que significa tener “Confianza Total”. Mi más sincero
agradecimiento a ellas, por haber volcado en las páginas de este libro toda su
vasta experiencia en la materia, a los
fines de transmitirnos todos sus conocimientos al respecto. Opino que “poner en
práctica -en nuestra vida diaria- lo que podamos aprender en el intento de
desarrollar y/o incrementar nuestra
Confianza, a través de los ejercicios que se nos proponen en el libro”,
significa brindar un merecido tributo a la labor de sus autoras.
Espero que este compartir haya sido de
vuestro agrado, aún cuando haya abordado un tema que nos asusta; un tema que nos da
mucho “miedo” ...
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