lunes, 2 de abril de 2012

La Voz del Conocimiento


Don Miguel Ruiz, nacido en México, estudió medicina y se convirtió en cirujano. Cuando una experiencia cercana a la muerte cambió su vida, asombrado por esta experiencia, empezó una intensa práctica de indagación personal. El Dr. Ruiz ha dedicado su vida a compartir la sabiduría de las enseñanzas de los antiguos toltecas. En su libro “La voz del conocimiento” (una guía práctica para la paz interior), nos dice que “antes de aprender a hablar, nuestra verdadera naturaleza es la de amar, ser felices, explorar y disfrutar la vida. Escuchamos la voz silenciosa de nuestra integridad. Al centrar nuestra atención en el conocimiento que está en nuestra cabeza, dejamos de percibir el mundo a través de los ojos del amor, sólo percibimos lo que hemos aprendido a creer. Estamos a merced de la voz del conocimiento”. El Dr. Ruiz nos enseña a “recobrar la voz silenciosa de nuestra integridad y a encontrar la paz interior”. Y nos asegura que “cuando la voz del conocimiento deja de controlarnos, nuestra vida se convierte en una expresión de nuestro yo auténtico”.
En el capítulo 9, nos habla acerca de los “Cuatro Acuerdos” como herramientas favoritas. Los invito a que juntos veamos cada uno de ellos:
1.- “Sé impecable con tus palabras”. Para Don Miguel significa “que nunca utilizaremos la palabra contra nosotros mismos. Impecable significa <sin pecado>, ya que cualquier cosa que hacemos y que va contra nosotros mismos es un pecado. Cuando -por ejemplo- creemos que no le gustamos a nadie, que nadie nos comprende, que nunca conseguiremos algo que anhelamos, estamos utilizando el poder de las palabras contra nosotros. Algunas tradiciones han llamado a esta distorsión <el mal>. Cada opinión que tenemos sobre nosotros mismos, cada creencia está hecha de palabras: soy listo, soy guapo, soy feo, soy tonto. La palabra es una fuerza que no podemos ver, pero sí es posible ver la manifestación de la fuerza, la expresión de la palabra que es nuestra propia vida. ¿Cómo sabemos cuándo estamos siendo impecables con nuestras palabras?. Porque somos felices. Nos sentimos bien con nosotros mismos. De lo contrario, estaremos sufriendo porque cualquier tipo de sufrimiento es el resultado del mal uso de las palabras”.
2.- “No te tomes nada personalmente”. Para Don Miguel “cuando nos tomamos las cosas personalmente, reaccionamos y nos sentimos heridos, y esto crea veneno emocional. Entonces queremos venganza, queremos desquitarnos y utilizamos las palabras en contra de otras personas. La posibilidad de no tomarnos nada personalmente nos hace inmune al veneno emocional en todas nuestras relaciones”.
3.- “No hagas suposiciones”. Para Don Miguel no hacer suposiciones “es un gran pasaje a la libertad personal. Los seres humanos creamos muchos problemas porque hacemos suposiciones. Casi todos nuestros conflictos se fundamentan en esto. Darse cuenta consiste en ver lo que es verdad, en ver todas las cosas como son y no como nosotros queremos que sean para justificar lo que ya creemos. Necesitamos practicar el darnos cuenta hasta que lleguemos a ser maestros de esta práctica. Cuando la dominamos como si se tratara de un hábito, siempre vemos la vida tal y como es y no tal y como nosotros queremos verla. Necesitamos escuchar y hacer preguntas ya que, con una comunicación clara, la gente nos brindará toda la información que necesitamos saber y no tendremos que hacer suposiciones”.
4.- “Haz siempre lo máximo que puedas”. Para Don Miguel cuando hacemos lo máximo que podemos, “no hay necesidad de sentirnos culpables ni de castigarnos. Seremos productivos y eso significa que emprenderemos la acción. Hacer lo máximo que podemos tiene que ver con emprender la acción y hacer lo que nos encanta hacer, porque lo que nos hace felices es la acción. Lo que estamos haciendo porque queremos hacerlo, no porque tenemos que hacerlo. Los mejores momentos de nuestra vida ocurren cuando somos auténticos, cuando estamos siendo nosotros mismos. Cuando estamos en nuestra creación y estamos haciendo lo que nos encanta hacer, nos convertimos de nuevo en lo que realmente somos. En ese momento no estamos pensando, estamos expresando. Cuando hacemos lo máximo que podemos en nuestra creación, la mente se detiene. Estamos vivos de nuevo. Las emociones están saliendo y ni siquiera advertimos lo bien que nos sentimos. La acción, solamente la acción, nos hace sentir maravillosamente. El placer supremo consiste en ser uno con lo que estamos haciendo. La simple expresión de nosotros mismos nos conducirá al éxtasis, y esto es así porque estamos creando. Esto es convertir la vida en un arte. Cuando hacer lo máximo que podemos se convierte en un hábito, todo es una ocasión para que seamos siempre felices, igual que cuando éramos niños”.

En esta oportunidad, quiero invitarlos a que se animen a transitar el camino de una profunda transformación interior, a fin de que cada uno pueda convertir su Vida en una verdadera, única y magnífica Obra Maestra. Es tiempo de recuperar el Paraíso que nunca hemos perdido: el que estuvo, está y estará siempre en nuestro interior.

Otras obras del Dr. Miguel Ruiz:
·         Los Cuatro Acuerdos
·         La Maestría del Amor


Bendiciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario