En su libro titulado “El arte de ser
flexible” -de una mente rígida a una mente libre y abierta al cambio-, Walter
Riso (cursó estudios universitarios de psicología, se especializó en terapia
cognitiva y obtuvo una maestría en bioética; alterna el ejercicio de la cátedra
universitaria con la publicación de textos científicos y de divulgación de
diversos medios) nos sigue deleitando con sus conocimientos, su vasta
experiencia y su gran capacidad para aleccionarnos -esta vez- en relación con
aspectos de nuestra mente -a mi criterio- de suma importancia para todos
aquellos que deseamos alcanzar la Plenitud en nuestra Vida.
En la contratapa del libro mencionado,
podemos leer -a modo de introducción-
que “...Las investigaciones modernas muestran que las personas
cerradas y resistentes al cambio no sólo generan un cúmulo de trastornos
psicológicos para sí mismas, sino que afectan significativamente a la sociedad
en que viven ... La fuerza del pensamiento flexible radica en que, a pesar de la
resistencia interior y los obstáculos exteriores, todos tenemos la capacidad de
reinventarnos y dejarnos fluir inteligentemente con los acontecimientos de la
vida...”.
Al hablarnos del pluralismo, Walter nos
acerca una historia que nos permite comprender de qué se trata el tema (la cual
transcribo para ustedes): “...Cuentan que un hombre estaba poniendo flores
en la tumba de su esposa cuando vio a un anciano chino colocando un plato de
arroz en otra tumba. El hombre se dirigió al chino y le preguntó: <Disculpe,
señor, ¿de verdad cree usted que el difunto vendrá a comer arroz?>.
<Claro, -respondió el chino-: Cuando el suyo venga a oler las flores>...”.
Y continúa diciéndonos que “...Una mente flexible quizás habría sentido
cierta curiosidad y habría realizado una pregunta menos irónica. Por ejemplo:
<Discúlpeme, señor, ¿por qué pone un plato con arroz? No conozco esa
costumbre y me gustaría saber más al respecto, si no le molesta.> No es
fácil ponerse en el lugar del otro, sobre todo en una cultura que promueve el
egocentrismo en todas sus formas. La mente flexible sabe responder y es
sensible a otros puntos de vista, sin verse necesariamente en la obligación de
aceptarlos. Incluye a los demás, viaja hacia ellos intentando averiguar sus
fundamentos y sus creencias. Pero este viaje sólo es posible si se hace con
humildad , sin la vanidad del que se las sabe todas...".
Bajo el título “Mentes rígidas versus
mentes flexibles” (capítulo 1, página 34), Walter nos pone al corriente de las
diferencias entre ambas mentes al señalar que “...Cuando estudiamos la
estructura interna de una mente rígida, encontramos una serie de esquemas o
rasgos relativamente estables que la definen ... En consecuencia, el
pensamiento rígido que se desprende de ellas será: dogmático (quiere imponer su
doctrina), solemne (amargado y circunspecto), normativo (conformista y apegado
a las reglas), con prejuicios (odios y discriminación), simple (superficial) y
autoritario (abuso del poder) ... Por el contrario, la estructura de una mente
flexible estará definida por esquemas o rasgos opuestos a los señalados para
una mente rígida ... En consecuencia, el pensamiento flexible que se desprende
de ellas será: crítico, lúdico, inconformista, imparcial, complejo (holístico)
y pluralista...”.
Antes de finalizar el presente compartir,
quiero acercarles una serie de consideraciones con las cuales Walter nos
instruye respecto al poder del pensamiento pluralista (capítulo
7, página 194) cuando afirma que “...El pensamiento pluralista te permite:
- No depender de la autoridad irracional en ninguna de sus formas.
- Repartir democráticamente el poder, si lo tuvieras.
- No seguir a nadie por obligación, sino por convicción.
- Trabajar en equipo sin explotar ni atropellar a tus compañeros o colaboradores.
- Comprender que las personas que te contradicen te ayudan a crecer y que, por lo tanto, no necesitas excluirlos de tu vida.
- Discutir sin ofenderte y sin herir a las personas que no están de acuerdo contigo.
- No ver el mundo como un espacio de competencia desleal donde debes ganar o perder, sino como un lugar para llevar a cabo tus metas personales.
- Ejercer el derecho a la desobediencia legítima o civil cuando tu conciencia así lo reclame...”
Una lectura más que recomendada para
quienes decidan atreverse a VIVIR LA VIDA (así, con mayúsculas).
Si tienes la oportunidad de ello ¿qué estás esperando? ...
Bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario