martes, 28 de octubre de 2014

Leyes Espirituales ...


Hace algunos años, llegó a mis manos un libro de incalculable valor. Por aquel entonces no conocía a su autor que -en mi opinión- es una muestra viviente de “Genio Divino”; su nombre es Deepak Chopra (líder de talla mundial en el campo de la medicina de la mente y el cuerpo y del potencial humano. Autor de numerosos libros que se han traducido a más de veinticinco idiomas; sus innovadoras conferencias y libros mezclan la física y la filosofía, lo práctico y lo espiritual, la venerable sabiduría de Oriente y la vanguardia científica de Occidente, con espléndidos y valiosos resultados). En resumidas palabras y desde mi punto de vista, un verdadero y auténtico “Maestro de Vida”.  El libro en cuestión se titula “Las siete leyes espirituales del éxito”  - Guía práctica para la realización de los sueños . Un libro que recomiendo. Un libro que debería integrar -en mi opinión- cualquier biblioteca. Un libro para el deleite. Un libro que nos eleva al Paraíso terrenal.

Es tiempo, entonces, de compartirles que según nos cuenta Deepak, estas leyes se definen como:

  • LA LEY DE LA POTENCIALIDAD PURA: La fuente de toda creación es la consciencia pura... la potencialidad pura que busca expresarse para pasar de lo inmanifiesto a lo manifiesto. Y cuando nos damos cuenta de que nuestro verdadero yo es la potencialidad pura, nos alineamos con el poder que lo expresa todo en el universo. (página 1)
  • LA LEY DEL DAR: El universo opera por medio de un intercambio dinámico... Dar y recibir son aspectos diferentes del flujo de la energía en el universo. Y si estamos dispuestos a dar aquello que buscamos, mantendremos la abundancia del universo circulando en nuestra vida. (página 21)
  • LA LEY DEL “KARMA” O DE CAUSA Y EFECTO: Cada acción genera una fuerza de energía que regresa a nosotros de igual manera... Cosechamos lo que sembramos. Y cuando optamos por acciones que les producen alegría y éxito a los demás, el fruto de nuestro karma es también alegría y éxito. (página 35)
  • LA LEY DEL MENOR ESFUERZO:  La inteligencia de la naturaleza funciona con toda facilidad... con despreocupación, con armonía y con amor. Y cuando aprovechamos las fuerzas de la armonía, la alegría y el amor, creamos éxito y buena fortuna con gran facilidad. (página 51)
  • LA LEY DE LA INTENCIÓN Y EL DESEO: Inmanente en toda intención y en todo deseo está el mecanismo para su realización... la intención y el deseo en el campo de la potencialidad pura tienen un infinito poder organizador. Y cuando introducimos una intención en el suelo fértil de la potencialidad pura, ponemos a trabajar para nosotros ese infinito poder organizador. (página 67)
  • LA LEY DEL DESAPEGO: La sabiduría de la incertidumbre reside en el desapego... en la sabiduría de la incertidumbre reside la liberación del pasado, de lo conocido, que es la prisión del condicionamiento anterior. Y en nuestro deseo de ir hacia lo desconocido, el campo de todas las posibilidades, nos entregamos a la mente creativa, que orquesta la danza del universo. (página 85)
  • LA LEY DEL “DHARMA” O PROPÓSITO EN LA VIDA: Todo el mundo tiene un propósito en la vida... un don único o talento especial para ofrecer a los demás. Y cuando combinamos ese talento único con el servicio a los demás, experimentamos el éxtasis y el júbilo de nuestro propio espíritu, que es la meta última de todas las metas. (página 99)
Me parece oportuno, en función a lo recientemente expuesto, indagar en la implicancia que cada una de estas leyes tiene en nuestras vidas. Opino, por lo tanto, que lo mejor es remitirnos -acto seguido- a las enseñanzas que Deepak nos transmite cuando dice:

  • Cómo aplicar la ley de la potencialidad pura: Pondré a funcionar la ley de la potencialidad pura comprometiéndome a hacer lo siguiente:
  1. Me pondré en contacto con el campo de la potencialidad pura destinando tiempo todos los días a estar en silencio, limitándome sólo a ser. También me sentaré solo a meditar en silencio por lo menos dos veces al día, aproximadamente durante treinta minutos por la mañana y treinta por la noche.
  2. Destinaré tiempo todos los días a estar en comunión con la naturaleza y ser testigo silencioso de la inteligencia que reside en cada cosa viviente. Me sentaré en silencio a observar una puesta del sol, o a escuchar el ruido del océano o de un río, o sencillamente a oler el aroma de una flor. En el éxtasis de mi propio silencio, y estando en comunión con la naturaleza, disfrutaré el palpitar milenario de la vida, el campo de la potencialidad pura y la creatividad infinita.
  3. Practicaré el hábito de no juzgar. Comenzando cada día diciéndome: “Hoy no juzgaré nada de lo que suceda”, y durante todo el día me repetiré que no debo juzgar. (página 18 y 19)
  •  Cómo aplicar la ley del dar: Pondré a funcionar la ley del dar comprometiéndome a hacer lo siguiente:
  1. Llevaré un regalo a cualquier lugar a donde vaya y para cualquier persona con quien me encuentre. Ese regalo puede ser un elogio, una flor o una oración. Hoy les daré algo a todas las personas con quienes me encuentre, para iniciar así el proceso de poner en circulación la alegría, la riqueza y la prosperidad en mi vida y en la de los demás.
  2. Hoy recibiré con gratitud todos los regalos que la vida me dé. Recibiré los obsequios de la naturaleza: la luz del sol y el canto de los pájaros, o los aguaceros de primavera o las primeras nevadas del invierno. También estaré abierto a recibir de los demás, sea un regalo material, dinero, un elogio o una oración.
  3.  Me comprometeré a mantener en circulación la abundancia dando y recibiendo los dones más preciados de la vida: cariño, afecto, aprecio y amor. Cada vez que me encuentre con alguien, le desearé en silencio felicidad, alegría y bienestar. (página 32 y 33)
  • Cómo aplicar la ley de “karma” o de causa y efecto: pondré a funcionar la ley del karma comprometiéndome a hacer lo siguiente:
  1. Hoy observaré las decisiones que tome en cada momento. Y con el simple hecho de observar esas decisiones, las traeré a mi consciencia. Sabré que la mejor manera de prepararme para cualquier momento en el futuro es estar totalmente consciente en el presente.
  2.  Siempre que haga una elección me formularé dos preguntas: “¿Cuáles son las consecuencias de esta decisión?” y “¿Traerá esta decisión felicidad y realización tanto para mi como para aquellos a quienes afectará?”
  3. Después le pediré orientación a mi corazón, y me dejaré guiar por su mensaje de bienestar o de malestar. Si me siento a gusto con la decisión, seguiré adelante sin temor. Si la decisión me produce malestar, me detendré a mirar las consecuencias de mi acción con mi visión interior. Esta orientación me permitirá tomar espontáneamente decisiones correctas tanto para mí como para todos los que me rodean. (página 48 y 49)
  • Cómo aplicar la ley del menor esfuerzo: Pondré a funcionar la ley del menor esfuerzo comprometiéndome a hacer lo siguiente:
  1.  Practicaré la aceptación. Hoy aceptaré a las personas, las situaciones, las circunstancias y los sucesos tal como se presenten. Sabré que este momento es como deber ser, porque todo el universo es como debe ser. No lucharé contra todo el universo poniéndome en contra del momento presente. Mi aceptación es total y completa. Acepto las cosas como son en este momento, no como me gustaría que fueran. 
  2.  Habiendo aceptado las cosas como son, aceptaré la responsabilidad de mi situación y de todos los sucesos que percibo como problemas. Sé que asumir la responsabilidad significa no culpar a nada ni a nadie de mi situación (y eso me incluye a mi). También sé que todo problema es una oportunidad disfrazada, y que esta actitud de alerta ante todas las oportunidades me permite transformar este momento en un beneficio mayor.
  3. Hoy mi consciencia mantendrá una actitud no defensiva. Renunciaré a la necesidad de defender mi punto de vista. No sentiré la necesidad de convencer o persuadir a los demás de que acepten mi punto de vista. Permaneceré abierto a todas las opiniones sin aferrarme rígidamente a ninguna de ellas. (página 64 y 65)
  • Cómo aplicar la ley del deseo y la intención: Pondré a funcionar la ley de la intención comprometiéndome a hacer lo siguiente:
  1. Haré una lista de todos mis deseos, y la llevaré a donde quiera que vaya. Miraré la lista antes de entrar en mi silencio y mi meditación. La miraré antes de dormir por la noche. La miraré al despertar por la mañana.
  2. Liberaré esta lista de mis deseos y la entregaré al seno de la creación, confiando en que cuando parezca que las cosas no están saliendo bien, hay una razón, y en que el plan cósmico tiene para mí unos designios mucho más importantes que los que yo he concebido.
  3. Recordaré practicar la consciencia del momento presente en todos mis actos. No permitiré que los obstáculos consuman o disipen la concentración de mi atención en el momento presente. Aceptaré el presente tal como es, y proyectaré el futuro a través de mis intenciones y mis deseos más profundos y queridos. (página 83 y 84)
  • Cómo aplicar la ley del desapego:  Pondré a funcionar la ley del desapego comprometiéndome a hacer lo siguiente: 
  1. Hoy me comprometeré con el despego. Me permitiré y les permitiré a los que me rodean la libertad de ser como somos. No impondré tercamente mi opinión de cómo deben ser las cosas. No forzaré las soluciones de los problemas, y, por tanto, no crearé con eso otros nuevos. Participaré en todo con absoluto desprendimiento.
  2. Hoy convertiré a la incertidumbre en un elemento esencial de mi experiencia. Y gracias a esa disponibilidad para aceptar la incertidumbre, las soluciones surgirán espontáneamente de los problemas, de la confusión, del desorden y del caos. Cuanto más inciertas parezcan las cosas, más seguro me sentiré porque la incertidumbre es el camino hacia la libertad. Por medio de la sabiduría de la incertidumbre, encontraré mi seguridad.
  3. Penetraré en el campo de todas las posibilidades y esperaré la emoción que tiene lugar cuando me mantengo abierto a una infinidad de alternativas. Cuando entre en el campo de todas las posibilidades, experimentaré todo el regocijo, la aventura, la magia y el misterio de la vida. (página 96 y 97)
  • Cómo aplicar la ley del “dharma” o propósito en la vida: Pondré a funcionar la ley del dharma comprometiéndome a hacer lo siguiente:
  1. Hoy cultivaré con amor al dios en embrión que reside en el fondo de mi alma. Prestaré atención al espíritu interior que anima tanto a mi cuerpo como a mi mente. Despertaré a esa quietud profunda del interior de mi corazón. Mantendré la consciencia del ser atemporal y eterno, en medio de la experiencia limitada por el tiempo.
  2. Haré una lista de mis talentos únicos. Después haré una lista de las cosas que me encanta hacer cuando estoy expresando mis talentos únicos. Cuando expreso mis talentos únicos y los utilizo en servicio de la humanidad, pierdo la noción del tiempo y produzco abundancia tanto en mi vida como en la vida de los demás.
  3. Todos los días preguntaré: “¿Cómo puedo servir?” y “¿Cómo puedo ayudar?” Las respuestas a estas preguntas me permitirán ayudar y servir con amor a los demás seres humanos. (página 109 y 110)
Qué más podría agregarse a semejante talento único. Sólo se me ocurre decir: Deepak Chopra ¡Gracias por existir!


Bendiciones.

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