domingo, 12 de abril de 2015

Sabotaje: habilidad para negar nuestra verdadera naturaleza...



Tiempo atrás, he compartido con todos ustedes algunas consideraciones vertidas en el libro titulado “Perdón radical”, cuya autoría corresponde a Colin Tipping. Antes de continuar, me parece apropiado recordar (a quien ya lo conoce) o informar (a quién aún no sabe de él) que Colin Tipping (como se explica en la contratapa del libro): “es un reconocido autor, docente y conferenciante de fama internacional. Nacido en Inglaterra, emigró a Estados Unidos y allí fundó junto a su esposa el Instituto para la Terapia del Perdón Radical y Coaching. Tipping es una autoridad en la aplicación de la terapia del Perdón Radical y de la Manifestación Radical, métodos enfocados a sanar y potenciar a las personas, las empresas, los pueblos y las comunidades.”
Hoy, es mi deseo volver a compartir con todos ustedes, más reflexiones -de este autor- que podrán encontrar en otra de sus obras titulada “Manifestación radical” – El arte de crear la vida que quieres. Llegué al conocimiento de esta última, cuando “causalmente” me topé con ella al entrar en una librería con la intención de comprar un libro para regalar. Sin duda alguna -en mi opinión- se trata de una "verdadera joya bajo la forma de texto". Dicen que nada es casualidad: coincido plenamente.


Es tiempo entonces de pasar vista al capítulo 10, titulado “EL SABOTAJE” (Páginas 79 a 83) para tomar nota de que:

“Tenemos que recordarnos a menudo a nosotros mismos que el universo es un lugar de abundancia infinita y que ser capaz de manifestar no es nada extraordinario. Podemos estar seguros de ello sabiendo que la física cuántica demuestra que es un fenómeno perfectamente natural.

Lo único que bloquea nuestra capacidad de manifestar libremente es nuestro compromiso con un sistema de creencias que duda de que sea así.

Para demostrarnos a nosotros mismos que tenemos razón, nos las arreglamos subconscientemente para sabotear nuestra habilidad para manifestar. A continuación encontraras variantes de cómo lo hacemos a las que te interesa prestar atención.

1. Obsesionarse con B y perderse C

Como hemos tratado en el capítulo anterior, el propósito real de ponernos una meta (B) es la ocasión de avanzar desde A y estar en movimiento el tiempo suficiente para encontrarse con C. Sin embargo, podemos empeñarnos tanto en llegar a B que no percibamos C. Mientras B es energía bruta y quizás ya tiene forma tangible, C es normalmente más sutil, latente y a veces tan sólo un potencial. Si nos obsesionamos con B, no veremos las sutiles señales y los mensajes que C utiliza para llamar nuestra atención y entonces nos perderemos la oportunidad que entraña, o fallaremos en generar la intención y en darle forma.

Por lo tanto, mantente alerta a las sutiles señales y a los mensajes que parecen llegar desde un ángulo aproximado de 90º y verifícalos para ver si tienen sentido. Por supuesto, hazlo con discernimiento e incluso escepticismo para no acabar viendo señales hasta en las cosas más insignificantes. Un buen indicio es cuando algo ocurre tres veces y sientes que tu conexión con esos acontecimientos es demasiado evidente como para ser ignorada. Entonces te conviene prestarles mayor atención.

2. Ir en la dirección de B con tibieza

El lado opuesto de la moneda es ser tibio en el deseo de alcanzar (B). Si invertimos poca energía en este recorrido, entonces no habrá mucha energía disponible para crear (C). Tenemos que proporcionar materia al Espíritu con la que pueda trabajar. Dedica el 100 por 100 de intención en crear (B) y al mismo tiempo permanece abierto a lo que podría abrirse camino desde un lateral.

3. Acobardarse

El hecho de haber vivido toda tu vida creyendo en un paradigma que no sólo funcionó sino que además parecía obviamente cierto, hace que te sea muy difícil confiar en un paradigma totalmente distinto que por el momento tu propia experiencia no avala. Ni qué decir del hecho que desde la mente parece a todas luces descabellado y ridículo. Por eso no sorprende que en el momento de la verdad, volvamos a lo seguro y familiar y a la vieja manera de pensar. Seamos honestos, nuestra confianza en la idea de que exista un universo pletórico es muy frágil y, como vimos al final del anterior capítulo, no somos capaces de soltar nuestro apego a recibir las cosas de cierta manera.

Jerry Stocking es un mentor espiritual y el autor de un libro titulado How to Win by Quinting (<Cómo ganar soltando> - N. de la T. -) donde afirma que si tienes el trabajo equivocado y no eres feliz, entonces déjalo. Y su mensaje esencial es <déjalo antes de tener otro>. Su idea es que si buscas un nuevo trabajo sin antes dejar el antiguo, no estás dando a la Vida (al Espíritu) la oportunidad de concederte todo lo que tu imaginación no alcanza a concebir. En otras palabras, suelta todo apego a cómo se va a presentar y suelta la necesidad de controlar tu vida. Esto requiere un tremendo acto de fe, de confianza y mucho valor espiritual.

Frente a este tipo de desafío, damos a continuación ejemplos del tipo de cosas que hacemos para volver a la seguridad y la familiaridad del viejo paradigma y así saboteamos cualquier posibilidad de manifestar nada.

a) Reducir las expectativas

Haciendo esto reduzco mi apuesta. Si mantengo unas débiles expectativas sobre la probabilidad de que se manifieste lo que he pedido, entonces reduzco mi decepción y no me sentiré molesto si no ocurre. Esto se confunde a menudo con el desapego, sin embargo es bastante diferente. Es más acorde con resignarse o intentarlo tibiamente. Esto en lugar de atraer lo que pedimos lo repele. Resignarnos a la posibilidad de no lograrlo destruye completamente cualquier intención.

b) Perder la paciencia y recuperar el control

A causa de nuestra falta de confianza, tenemos tendencia a mantener la entrega un corto período de tiempo. Si no conseguimos lo que queremos dentro del margen de tiempo que hemos previsto al expresar nuestra intención, tenemos tendencia a asumir que el universo no estaba escuchando, que no oyó bien o se ha equivocado.

El peor escenario es retomar el control y asumir la responsabilidad de hacerlo ocurrir. Pero incluso si no hacemos esto, tan sólo el hecho de tener esa duda pone la zancadilla al proceso. La entrega es entrega. No hay vuelta atrás.

c) Crear escenarios basados en el miedo del tipo <¿Y si…?>

<¿Y si dimito y nada aparece?> <¿Y si consigo algo y no me gusta?> <¿Y si con el desapego pierdo mi voluntad, me vuelvo perezoso y apático con la vida?> <¿Y si no percibo las señales?>

Todas esas historias <¿Y si…?> están enraizadas en el miedo de perder el control, un tema grave para muchas personas. Asimilan desapego con perder el control. El hecho es que nunca han estado conscientemente al control en primera línea. Su Yo Superior siempre ha sido quien ha orquestado las cosas. El caso es que si nos quitamos de en medio y dejamos a nuestro Yo Superior hacer el trabajo, todo funciona mucho mejor.

Abraham y Hicks, en su libro Ask and It Is Given: Learning to Manifest Your Desires (<Pide y se te dará: aprendiendo a manifestar tus deseos> - N. de la T. -), recomienda un sistema muy útil de uso diario a fin de desarrollar la actitud correcta en esta materia. Lo llaman el place-mat (es lenguaje urbano, entre otras cosas significa posavasos, un lugar donde poner cosas - N. de la T. -) y es esencialmente una lista de cosas por hacer.

Sin embargo, no es la línea de siempre al estar dividido en dos columnas. En un lado está lo que quieres que Dios haga y en el otro es lo que tienes que hacer tú. Das a Dios (tu Yo Superior) todas las tareas importantes mientras tú te encargas de lo que tienes delante.



Lista de tareas

      Tareas mías                                            Tareas de Dios



1. Sacar la basura.                                        1. Encuéntrame mi socio ideal.

2. Hacer la lista de lo que quiero en un         2. Haz las conexiones pertinentes

    nuevo socio.                                                   para que resulte útil a los demás.

3. Leer y contestar e-mails.                           3. Gestiona los detalles importantes

4. Planificar mi reunión de junta para              de la reunión de junta para que el

    mañana que se prevé tormentosa.                resultado sea el óptimo y el mejor

                                                                         para cada uno.    
                 


De esta manera solucionas lo que toca en términos de vida humana diaria en el mundo, pero lo haces todo sabiendo que los detalles importantes son cosa del universo. Tu parte es relativamente pequeña, pero como de ahora en adelante dejas todo lo importante e imposible de conocer en manos de tu Yo Superior, tu contribución a la posibilidad de un buen resultado se vuelve enorme, a menudo muchas veces mayor que si hubieses intentado gestionarlo todo tú sólo. En este sentido, tu verdadero poder es directamente proporcional a tu disposición a entregar el control al universo y confiar en el proceso.

d) Bajar tus vibraciones

Cuando tus vibraciones son altas, tienes el poder de atraer todo lo que quieras a voluntad desde el orden implícito. Cuando tu campo energético se encuentra contaminado por patrones tóxicos que reducen tu vibración, es mucho más difícil, si no imposible, hacer lo mismo. A continuación indicamos cómo estarías inconscientemente bajando tu vibración a fin de sabotearte a ti mismo.

I. Hablando con las personas equivocadas

Si compartes tus sueños con escépticos y personas que aún están comprometidas con el viejo paradigma, no te extrañe que tus sueños no se manifiesten. Su incredulidad es muy contagiosa. Incluso si no están diciendo nada negativo, su energía dañará seriamente tu intencionalidad.

En este sentido, incluso tus mejores amigos pueden llegar a ser tus peores enemigos. Esto lo descubrí a principios de los noventa, cuando me encontraba batallando con serios temas económicos. En aquella época frecuentaba gente maravillosa tan interesada como yo en crear su propia realidad, pero igualmente trabada en relación con la prosperidad.

Un día caímos en la cuenta de que quizás estábamos apoyándonos unos a otros en seguir trabados. Observándonos nos dimos cuenta de que si cualquiera de nosotros parecía progresar, sentíamos un pellizco de celos o envidia. Entonces emergía un pensamiento: <Si él sale adelante, esto significa que yo me quedo atrás y aislado con mi falta de éxito>. Aunque decíamos que estábamos contentos por él y que apoyábamos sus progresos, nuestra energía indicaba lo contrario. Lo que realmente queríamos era que todos los del grupo siguieran donde estaban para poder lamentarnos indefinidamente de nuestra mala suerte. Nos volvimos expertos en eso.

Al final nuestra solución fue organizar un retiro en las montañas con todo el grupo. La intención era encontrar la forma de superar los miedos y los temas que nos llevaban a querer seguir limitados. El primer día y medio fue difícil y surgieron muchas cosas desagradables hasta que finalmente alguien se volvió auténtico y empezó a compartir desde el corazón. Esto llevó a todos a la entrega y a soltar. Después de este retiro, todos los integrantes del grupo empezaron a manifestar grandes oportunidades y progresaron en sus vidas. El sabotaje de grupo por fin se había acabado.

II. Negando tus emociones

En la historia anterior, el avance se produjo en dos puntos importantes. El primero fue cuando tomamos conciencia de nuestros auténticos sentimientos de celos, envidia y miedo en cuanto uno de nosotros parecía generar éxito. El segundo vino cuando empezamos a compartir esos sentimientos y exploramos qué encubrían.

Sigue tus sentimientos. Te proporcionan una excelente retroalimentación y te llevarán a detectar creencias negativas profundas, como <No merezco prosperidad>, o <No valgo nada>, etc., que de otra manera seguirían limitándote.

III. Negando tus dudas

El mayor impedimento para manifestar tus sueños es tu propia duda. Sin embargo, superar las dudas exige primero reconocerlas, aceptarlas y estar presentes a ellas. Sólo entonces podemos soltarlas. El antídoto de la duda es la experiencia del éxito, incluso si sólo va llegando a través de pequeños y crecientes pasos. (Veáse capítulo siguiente).

IV. Aferrándose al pasado

Nada rebaja más tus vibraciones que negarte a soltar tu historia de víctima acerca de cosas que ocurrieron en el pasado y por las que guardas resentimiento, pesar, decepción, ira, duelo, etc. Uno de los principales temas del presente libro y del programa Radical Empowerment (no disponible en español pero accesible desde la Manifestación radical - N. de la T. -), es empezar por el Perdón radical que te lleva a transformar totalmente tu historia de víctima al estar dispuesto a reconocer la perfección en lo que ocurrió y darte cuenta de que no hay nada que perdonar….”


Lo que acabo de compartirles a mi me ha parecido “simple y sencillamente ¡magnífico!” ... Y a ustedes, ¿qué les parece? …


Bendiciones.

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