Un caluroso mediodía
siendo próximo el verano,
algo dentro se movía
suplicando por un amo.
En la caja protegida
ni siquiera sollozaba,
no había sido una elegida
fue más bien: la descartada.
De su madre separada
a dos meses de nacida,
cachorrita abandonada
esperaba nueva vida.
En el frente de su hogar
dueño y dueña al fin la vieron,
pronto le hicieron lugar
y sin más, la recogieron.
Indefensa, desconfiaba
y de todos se escondía;
una familia la adoptaba
y compañía le ofrecía.
Algo tímida, traviesa
y ya entrada en confianza,
demostró ser fiel promesa
de ternura y de bonanza.
¡Pobres plantas del jardín
que perdieron toda calma!:
las usaba de cojín
o las convertía en cama.
Gatos y palomas
de acercarse abstenerse:
es que no se anda con bromas
¡guarda con ella meterse!.
Se entretiene con un hueso,
o ladrando a algún vecino,
es feliz sólo con eso:
ser un can es su destino.
No le falta agua y comida,
mimos tiene al por mayor,
ser mascota tan querida
si eso es suerte: ¡es la mejor!.
Retribuye con cariño
el lugar que se le ha dado,
es como si fuera un niño
que a todos ha conquistado.
Algo pequeña, un tanto peluda,
fiel amiga es del hombre;
si te acercas, te saluda:
¡Nera... es su nombre!.
fiel amiga es del hombre;
si te acercas, te saluda:
¡Nera... es su nombre!.
Bendiciones.
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