viernes, 15 de enero de 2016

Un hocico abandonado...

Un caluroso mediodía
siendo próximo el verano,
algo dentro se movía
suplicando por un amo.

En la caja protegida
ni siquiera sollozaba,
no había sido una elegida
fue más bien: la descartada.

De su madre separada
a dos meses de nacida,
cachorrita abandonada
esperaba nueva vida.

En el frente de su hogar
dueño y dueña al fin la vieron,
pronto le hicieron lugar
y sin más, la recogieron.

Indefensa, desconfiaba
y de todos se escondía;
una familia la adoptaba
y compañía le ofrecía.

Algo tímida, traviesa
y ya entrada en confianza,
demostró ser fiel promesa
de ternura y de bonanza.

¡Pobres plantas del jardín
que perdieron toda calma!:
las usaba de cojín
o las convertía en cama.

Gatos y palomas
de acercarse abstenerse:
es que no se anda con bromas
¡guarda con ella meterse!. 

Se entretiene con un hueso,
o ladrando a algún vecino,
es feliz sólo con eso:
ser un can es su destino.

No le falta agua y comida,
mimos tiene al por mayor,
ser mascota tan querida
si eso es suerte: ¡es la mejor!.

Retribuye con cariño
el lugar que se le ha dado,
es como si fuera un niño
que a todos ha conquistado.

Algo pequeña, un tanto peluda,
fiel amiga es del hombre;
si te acercas, te saluda:
 ¡Nera... es su nombre!.


Bendiciones.

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