lunes, 28 de agosto de 2017

Esperanza Mía...

Esperanza Mía
dulce amanecer,
te encuentro en la aurora
aún sin querer.

Querer que se siente
de noche y de día,
aún en penumbras
trasunta alegría.

Alegría sin par
que invita al disfrute;
destello del Alma
que ahuyenta el pesar.

Pesar que se extingue
cual bruma en el sol;
el Ser no distingue
si es Tú o si es Yo.

El Yo que te busca
e inquieto te espera;
el Tú que te espera 
e inquieto te busca.

Te busca en la Fe,
Fortaleza, Humildad;
te encuentra en la Paz,
Amor, Caridad.

Caridad y Verdad.
Verdad y Rectitud.
Rectitud y Bondad.
Bondad y Virtud.

Esperanza Mía
dulce anochecer,
te encuentro en el ocaso
aún sin querer. 


Bendiciones.

viernes, 25 de agosto de 2017

La Mona vestida de seda, tan mona no queda...

Un rico hacendado, en un viaje que hizo por Africa, compró en Tetuán una mona y se la llevó a su país. En su hermosa residencia, el hacendado daba grandes fiestas a las que acudían numerosos invitados. El solía mostrar la mona, y todos la admiraban por ser un animal raro en aquel territorio. Pero el amo pensó que vistiéndola con ricos trajes, llamaría más la atención de sus amigos, y mandó hacer para ella un vestido de vivos colorines y plumajes como los de los espadachines, con lo cual la mona estaba que ni pintada. 

Ella, que al pasar frente a un gran espejo se vio tan llamativa y tan galana, se envaneció de tal forma, que pensó era una lástima que no pudieran verla sus antiguas compañeras de la selva.

¡Allí sí que causaría sensación entre los de su especie!

Y ¿qué dirían todos los monos al contemplar su elegancia?

A buen seguro que sería la preferida entre todos ellos.

Así que decidió huir de la casa, y una noche saltó por una ventana al tejado del vecino, y de allí a otro, hasta que llegó a la calle, y ya en ella, tomó el camino de Tetuán.

No se sabe con certeza cómo llegó a su tierra; se embarcó en algún barco de carga, o se ocultó en la bodega de algún petrolero.

El caso es, que después de larga travesía, llegó a su destino. Y por fin se encontró entre sus compañeras, las cuales le hicieron un gran recibimiento.

La presumida mona se estiraba delante de sus asombradas y desnudas amigas, para que éstas miraran a placer sus chillones vestidos. Una le tocaba por aquí, otra por allá, y todas se pasmaban de tanta hermosura y distinción, opinando que tenía que ser mucha la sabiduría, ingenio y tino de la mona, para haber obtenido aquel galardón. Así que todos la saludaban, como si de un alto personaje se tratara, pues aquel traje le daba mucha categoría entre ellos.

Toda la tropa de monas tenía proyectada una excursión por aquel vasto país, para buscar provisiones con qué abastecerse. Y convinieron en que nadie mejor para guiarlas, como aquella compañera, que de lejanas tierras llegaba con tantos laureles ganados.

Cegadas por el lujo de la mona, la nombraron capitán de la excursión.

Llegó el día de la partida, y allá fueron selva adentro, con su flamante directora.

Las necias monas seguían el camino que su compañera les trazaba, obedeciéndola con fe ciega. Pero la presumida capitana, que sólo pensaba en lucir sus galas, equivocó la ruta, perdiéndose entre bosques y malezas.

¡Desdichada tropa! Atravesaron ríos, desiertos y pantanos, sin encontrar nada de lo que iban buscando. Entre el ejército de monas había más de la mitad con descalabros. Una tenía la cabeza magullada; otra, se había roto una pata al saltar unas rocas; otra, estaba acatarrada de la mojadura que había tomado al atravesar el río. Y la que más y la que menos, todas tenían algo de qué lamentarse.

Pero aún les cegaba la apostura y gallardía de la mona capitana, que seguía guiándolas por aquellos caminos que ni ella misma sabía dónde conducían. Mas no quería confesar su ignorancia, pues sería bajar del pedestal, donde su vanidad y la insensatez de sus compañeras la habían colocado. Las jornadas cada vez eran más penosas y los accidentes iban en aumento. Como aquello siguiera así no iba a quedar mona para contarlo. ¡Qué tristeza contemplar sus cuerpos desfallecidos por el cansancio y las privaciones! Viendo que nada conseguirían con seguir adelante, decidieron volver a su poblado, renegando de su directora, que les había conducido a tal fracaso con su necedad y poco entendimiento. Ya de regreso, y una vez reconfortados con el descanso y la alimentación, se alejaron de la presumida mona que les había engañado con sus galas de relumbrón, debajo de las cuales no había más que una cabeza vana y tonta. 

Aprended del cuento de la mona, a no juzgar por su apariencia a las personas...
 

Bendiciones.

martes, 22 de agosto de 2017

El avaro de las zarzas y el criado del violín...

"Había un joven alegre y simpático, llamado Andrés, que estaba de cridado en la casa de un rico avariento.

Pasó el primer año de servicio, y el avaro pensó: -Si no le pago, se quedará indefinidamente conmigo.

Y así lo hizo.
 
Pero al cabo de tres años, el joven criado le dijo: -Señor amo, quisiera cobrar mi salario, pues pienso irme a recorrer el mundo.

El tamimado viejo le dio entonces tres monedas nuevas de un céntimo cada una y le dijo. -Toma, hijo mío, lo que honradamente has ganado en los tres años que has estado a mi servicio; procura, pues, ahora, no malgastarlo.

Andrés, que casi no conocía el valor del dinero, lo tomó creyendo que era casi una fortuna, y silbando alegremente, se lanzó por esos caminos de Dios.

Había andado ya bastante, cuando se encontró con un viejecito pobremente vestido, que estaba sentado a la orilla del camino. -Una limosna por amor de Dios -le dijo el viejo-. Estoy hambriento y no puedo trabajar para mantenerme.

El muchacho, compadecido, le entregó las tres únicas monedas que poseía, pensando: <Yo soy joven y trabajaré en cualquier otro sitio hasta volver a ganar dinero>. -Has sido bondadoso conmigo -dijo entonces el viejecito, que era un mago-. Te voy a conceder tres cosas: una por cada céntimo que me has regalado.

-Quiero... -dijo entonces Andrés, pensándolo un poco-, quiero una escopeta que no falle el tiro nunca; quiero... un violín que haga bailar a todo el que lo escuche, y quiero... que todo el mundo se vea obligado a otorgarme lo primero que siempre le pida.

-Concedido -dijo entonces el viejo, y sacando de entre sus ropas la escopeta y un violín, se los entregó a Andrés.

Este continuó su camino, más alegre si cabe que antes, hasta que encontró un viejo ricachón que tenía fama de avaro y prestamista. -¡Cuánto me gustaría comer las peras de ese árbol! -le dijo el ricachón- ¡Pero no podemos alcanzarlas!

Entonces Andrés tomó su escopeta y disparándola hizo caer las peras entre unas zarzas.

El ricachón se metió en el zarzal y con mil precauciones estaba intentando llegar hasta las peras, cuando Andrés recordó todo lo que el ricachón había hecho sufrir a la gente, y para castigarlo, se puso a tocar el violín.

Oír el primer sonido, y ponerse a bailar el ricachón fue todo uno; y a medida que Andrés tocaba con ritmo más ligero, más corriendo bailaba el pobre ricachón, que se desgarraba la piel entre los espinos. -Por favor! -le rogó el viejo al fin-. Deja de tocar, y te daré una bolsa de oro.

Así lo hizo Andrés, que tomó la bolsa y se dirigió a la ciudad próxima.

Pero el viejo ricachón llegó antes que él, corriendo por un atajo y presentándose a los jueces les dijo: -¡Justicia para un pobre anciano! Un joven que lleva un violín y una escopeta, me ha apaleado y me ha robado mi bolsa de oro.

Los jueces dieron unas órdenes, y al poco tiempo, Andrés era detenido y llevado a interrogar.

Como se le encontró a él la bolsa del ricachón, se le condenó a morir en la horca.

Todo el pueblo estaba reunido en la plaza donde se alzaba el cadalso, cuando el pobre Andrés llegó conducido por los soldados.
Subió con paso firme las escaleras del patíbulo, y dijo al juez:
-Deseo tocar mi violín antes de morir.
Y aunque el viejo ricachón gritó:
-¡No!, ¡no se lo permitan!
El juez dijo:
-¡Concedido! -porque no pudo negarse.

Andrés tomó su violín; comenzó a tocar y al son de la música bailaban todos sin poder parar.
-Calla! -gritó al cabo de un ratito el juez, que estaba cansado de tanto bailar-. Calla, y te perdondaré la vida.

Entonces Andrés dejó de tocar y bajo la amenaza de volver a comenzar la música, obligó al viejo ricachón a confesar que Andrés no había robado su bolsa, sino que él se la había entregado voluntariamente.

Reconocida su inocencia, repartió el dinero del viejo ricachón entre los pobres, y se marchó a recorrer el mundo."


Bendiciones.

Pastas Frescas (de Bassi con Amor)...

Pasta fresca es pasta rica
si se amasa con Amor;
es pasta que te fortifica
llena panza y Corazón.

Yo la compro en esta esquina
San Lorenzo y Rivadavia,
donde el relleno no escatiman
aunque cunda la malaria.

Torteletis, sorrentinos,
canelones o lazaña
se acompañan con buen vino:
¡no tentarse es una hazaña!.

Pastas hay con poca sal,
y las hay también sabrosas;
prueba ambas, comensal,
ellas nunca son celosas.

Si por buena pasta clamas
aquí hay ñoquis de colores,
compra que estas son bien sanas
¡porque venden las mejores!.

Por dueños y empleados
el negocio es atendido;
¿eres un recién llegado?
¡serás más que bienvenido!.

La atención es cordial,
sincera y muy amable;
donde reina la humildad
toda empresa es sustentable.

¡Buen provecho! te deseo;
ten en cuenta esto que afirmo:
“En familia, con amigos
 o bien solo,
cualquiera sea la pasta
lo importante es disfrutarla
hasta que el Alma diga ¡basta!”.

Estos versos tan sentidos
a su fin ya van llegando;
siéntanse comprometidos
a estas pastas, ir probando.

 

 Bendiciones.

domingo, 13 de agosto de 2017

Mente consciente versus subconsciente: una asociación a tener muy en cuenta...



Hace un tiempo, una querida hermana del Alma llamada Silvana, me habló de un libro titulado “El Código de la Emoción” – Cómo liberar las emociones atrapadas para gozar de salud, amor y felicidad abundantes cuyo autoría corresponde al Dr. Bradley Nelson (médico quiropráctico, holístico e intuitivo; experto en los campos emergentes de la medicina Bioenergética y Psicología de la energía). Conocedora de mis frecuentes incursiones en librerías, me solicitó la compra de un ejemplar de este libro. Para mi sorpresa, no estaba disponible en aquellas que suelo frecuentar; por lo cual tuve que adquirirlo a través de internet. Y como conozco el buen gusto y la gran intuición que ella tiene para elegir sus lecturas, también adquirí un ejemplar para mi. Ni bien lo tuve entre mis manos, comencé a leerlo… y no se pueden imaginar lo extasiada y sorprendida que estoy por todo lo que he leído hasta el día de hoy.

Es tan importante y fascinante la temática que aborda este libro, que me siento mucho más que motivada a compartir con todos ustedes -y a su vez a recomendarles la lectura del mismo- por lo que, acto seguido, les acerco un texto que pueden encontrar en la páginas 30 a 39:

Mente consciente versus subconsciente

Primero, discutamos la diferencia entre la mente consciente y el subconsciente.

A continuación hay una forma muy simple de verlo. Se ha dicho muchas veces que nosotros los humanos usamos solamente alrededor del 10% de nuestro cerebro. Lo que esto realmente quiere decir es que nuestra mente consciente requiere alrededor del 10% de los recursos de nuestro cerebro. En otras palabras, pensar, desplazarse, hacer elecciones, planificar, ver, escuchar, saborear, tocar y oler son actividades conscientes y requieren el 10% del poder de procesamiento de nuestro cerebro.

Si esto es cierto, ¿qué hace el otro 90% del cerebro? Si la mente consciente requiere el 10%  de nuestro cerebro, podemos referirnos al otro 90% como el subconsciente.

Esta silenciosa e inconsciente mayor parte del cerebro está constantemente ocupada almacenando información y manteniendo en funcionamiento los sistemas del cuerpo de manera eficiente. También es importante comprender que el subconsciente ejerce una invisible pero profunda influencia sobre las cosas que hacemos y cómo nos comportamos y sentimos.

La mayoría de las personas piensan poco en su subconsciente; pero imagina por un instante tener que asumir funciones que tu subconsciente desempeña. Imagina la dificultad de ordenarle a tu sistema digestivo producir enzimas o proteínas. Imagina si tuvieras que mantener el aire entrando y saliendo de tus pulmones a cada momento de cada día. ¡y piensa que ahora tienes una agenda muy ocupada!

Como una computadora, tu subconsciente es capaz de almacenar vastas cantidades de información.

Las neurocirugías se realizan a menudo cuando el paciente está consciente. El cerebro no tiene nervios sensibles al dolor y los cirujanos toman ventaja de este hecho para obtener respuesta de sus pacientes mientras los cerebros están siendo sondados delicadamente durante una cirugía.

El Dr. Wilder Penfield descubrió que bajo determinadas circunstancias las personas que son sometidas a una neurocirugía tendrán recuerdos que regresarán a ellos cuando una determinada área del cerebro sea estimulada. Por ejemplo, el cirujano podría tocar un área del cerebro con su electrodo y el paciente en alerta de repente recordará una escena, un aroma o un sonido del algún momento en particular de su vida.(1)

A menudo estos flashes de memoria se tratan de acontecimientos o escenas que no serían recordados bajo circunstancias normales. Si la misma área del cerebro es tocada nuevamente por un electrodo en el mismo punto preciso, el mismo recuerdo será reexperimentado.

Si tú eres como yo, a veces se hace difícil recordar qué pasó en el día de ayer. Sin embargo, yo creo que tu subconsciente es un fascinante dispositivo de grabación.

Yo creo que todo lo que has hecho en tu vida entera ha sido registrado en tu subconsciente.

Cada rostro que has visto en una multitud, cada aroma, cada voz, cada canción, cada sabor, cada toque y cada sensación que alguna vez experimentaste ha sido registrado por tu subconsciente.

Cada virus, bacteria u hongo que alguna vez haya invadido tu cuerpo, todas tus heridas, todos tus pensamientos y sentimientos y la historia completa de cada célula de tu cuerpo, todo ha sido archivado.

Tu subconsciente está también al tanto de cualquiera de las emociones atrapadas que tu cuerpo pueda estar albergando; también sabe exactamente qué efecto tienen estas emociones atrapadas en tu bienestar físico, emocional y mental. Todo esto y mucho más está guardado en tu subconsciente.

La mente-computadora

Tu subconsciente también está al tanto de exactamente lo que necesita tu cuerpo para estar bien. ¿Pero cómo puedes acceder a esta información?

Empecé a hacerme la misma pregunta cuando estaba en una escuela quiropráctica. Aprendí que el cerebro es esencialmente una computadora, la más poderosa computadora en el universo conocido. Esto me hizo dudar si los sanadores podrían alguna vez explorar el inmenso poder del cerebro para encontrar información crítica de qué era lo que andaba mal en sus pacientes.

Durante mis años de práctica aprendí que en realidad es posible recuperar información del subconsciente usando un tipo de kinesiología o examen muscular. Primero fue desarrollado por el Dr. George Goodheart en los años ’60 como una forma de corregir el desequilibrio estructural en el esqueleto.; hoy por hoy el examen muscular es ampliamente aceptado. Mientras muchos médicos de todo el mundo utilizan los procedimientos del examen muscular para corregir desajustes de la columna vertebral y otros desequilibrios, el hecho de que el examen muscular puede ser usado para obtener información directamente del subconsciente es menos reconocido.(2)

Cómo hablarle al cuerpo

La habilidad de abrir una línea de comunicación con el subconsciente de un paciente a través del examen muscular se convirtió para mí en una poderosa herramienta. Me permitió conocer qué necesitaba un paciente para ponerse bien, tan rápido como fuera posible. Llegué a confiar en la sabiduría del cuerpo de manera implícita y a tener mucha fe en la habilidad innata del cuerpo de comunicarme esa sabiduría a través del examen muscular. Muchos años de dar seminarios tanto a no profesionales como médicos, me enseñaron que cualquiera puede hacerlo. Cualquier persona puede aprender a obtener respuestas del cuerpo y cualquiera puede seguir los pasos necesarios para ayudar a sanar el cuerpo. No es necesario que seas médico, sólo tienes que querer aprender.

Por muchos años, he sido invitado a compartir este maravilloso conocimiento con el mundo. Refinar y simplificar el Código de la Emoción llevó muchas oraciones y esfuerzos, pero ahora es lo suficientemente simple para que cualquiera pueda aprenderlo. Pronto tendrás todo el conocimiento que necesitas para empezar a utilizar este método en ti mismo para eliminar las energías emocionales atrapadas en tu cuerpo.

Estímulos negativos versus positivos

Antes de que pueda enseñarte cómo obtener información de tu subconsciente, debes comprender un principio básico. Este es que todos los organismos, no importa cuán primitivos sean, responderán a estímulos positivos o negativos. Por ejemplo, las plantas crecen en dirección a la luz solar y se apartan de la oscuridad. Una ameba en un acuario se moverá hacia la luz apartándose de la oscuridad. Si se pone una gota de veneno en ese mismo acuario, la ameba se alejará del veneno y se dirigirá hacia el agua más limpia.

En un nivel subconsciente, el cuerpo humano no es diferente.

Tu cuerpo será normalmente atraído por cosas o pensamientos positivos y rechazará cosas o ideas negativas.

De hecho, esto ha sido así a lo largo de toda tu vida, sin que ni siquiera estuvieras al tanto de ello. Si te permites apaciguar tu mente consciente y sintonizas con tu cuerpo, aprenderás que tu subconsciente es bastante capaz de comunicarse contigo.

¿Estás preparado para dejar que tu subconsciente hable contigo?

La prueba de balanceo

El método más simple que conozco para obtener respuestas de tu subconsciente se llama la prueba de balanceo. Más adelante aprenderás otros métodos de examen muscular es este libro, pero la prueba de balanceo es extremadamente simple de aprender y no requiere la ayuda de nadie más, por lo que se puede usar cuando estás solo.

Para probar la prueba de balanceo, debes adoptar una posición vertical y asegurarte de estar cómodo. La habitación debe ser tranquila y libre de distracciones, incluyendo música y televisión. Te será más fácil de aprender si estás solo o con alguien que esté aprendiendo junto contigo.

Esto es lo que hay que hacer:

Permanece de pie con tus pies separados del ancho de los hombros para estar en equilibrio de manera cómoda.

Quédate quieto con las manos a los costados.

Olvida todas tus preocupaciones y relaja tu cuerpo completamente. Cierra tus ojos si te sientes cómodo haciéndolo.

En pocos segundos notarás que es casi imposible permanecer completamente quieto. Tu cuerpo cambiará su posición continuamente de manera suave en diferentes direcciones, mientras tus músculos trabajan para mantener tu posición vertical. Notarás que estos movimientos son muy suaves y que no están bajo tu control consciente.

Cuando hagas una afirmación positiva, verdadera o congruente tu cuerpo debería comenzar a balancearse hacia delante notablemente, usualmente en menos de diez segundos. Cuando hagas una afirmación incongruente o falsa debería balancearse hacia atrás dentro de la misma estructura.

Creo que este fenómeno ocurre por cómo estás acostumbrado a percibir el mundo alrededor tuyo. A pesar de que tu medio ambiente te rodea completamente en todo momento, por todos lados, tu estás acostumbrado a tratar sólo con lo que está inmediatamente enfrente tuyo en cualquier momento dado. Cuando conduces un auto, cuando hablas, cuando comes, cuando trabajas en tu escritorio, estás tratando de manera constante con el mundo que está enfrente tuyo, no con el mundo detrás de ti o a los costados. Cuando tú haces cualquier tipo de afirmación, tu cuerpo percibe pensamientos como cualquier otra cosa con la que tiene que tratar, como un archivo en tu escritorio o la comida en tu plato. Esencialmente, puedes pensar en la afirmación que haces como si estuviese justo delante de ti, lista para ser tratada o procesada.

Cuando estés listo, simplemente afirma las palabras <amor incondicional>. Mantén esta frase en tu mente y trata de sentir los sentimientos que están conectados con esta frase. En pocos instantes, tú deberías notar que tu cuerpo se balancea hacia delante. Como una planta creciendo en dirección a la luz, tu cuerpo se balanceará de manera suave hacia la energía positiva de ese pensamiento. El movimiento de tu cuerpo hacia ese pensamiento puede ser más brusco que gradual en algunos casos y ¡puede sorprenderte!

Ahora deja tu mente en blanco y di la palabra <odio>. Trata de sentir los sentimientos que están conectados a este sentimiento. Como cualquier organismo que se aleja de manera automática de una sustancia envenenada o dañina, tu cuerpo debería alejarse del pensamiento de <odio>. Podrías notar que tu cuerpo, en diez segundos más o menos, va a empezar a balancearse hacia atrás. Es muy importante que no trates de forzar tu cuerpo para que se balancee hacia adelante o atrás. Simplemente, deja que tu cuerpo se balancee solo. Le estás dando a tu subconsciente su primera oportunidad de hablarte de esta manera directa y debe ser hecho de manera suave para mejores resultados. No lo fuerces. Se hará más fácil con la práctica.

Ahora trata de hacer una afirmación que sepas que es verdadera. Afirma tu nombre en voz alta diciendo: <Mi nombre es ________>. Si tu nombre es Alex por ejemplo, dirías: <Mi nombre es Alex>. Tu subconsciente sabe qué es congruente o verdadero. Cuando haces una afirmación verdadera, sentirás que tu cuerpo empieza a balancearse de manera suave hacia delante porque es atraído hacia la positividad, congruencia y verdad.

Ahora puedes intentarlo con una afirmación falsa o incongruente. Si tu nombre es Alex por ejemplo, podrías decir: <Mi nombre es Chris> o <Mi nombre es Kim>. Siempre y cuando elijas un nombre que no sea el tuyo, tu subconsciente sabrá que esta afirmación es incongruente o falsa. Una vez que hayas hecho esta afirmación, si dejas tu mente en blanco sin otros pensamientos, deberías sentir que tu cuerpo empieza a balancearse hacia atrás en pocos segundos. Esto es así porque tu cuerpo no sólo repele pensamientos negativos como el <odio> sino que además la incongruencia y la falsedad le son repulsivas a la mente y al cuerpo.”
(1)Jefferson Lewis, Something Hidden: A Biography of Wilder Penfield (Goodread Biographies), (Halifax, Nova Scotia: Formac Publishing Company Ltd., 1951), 198.
(2)Robert Frost, Applied Kinesiology: A Training Manual and Reference Book of Basic Principles and Practice, (Berkeley, CA: north Atlantic Books, 2002), 4.


En mi opinión y sin duda alguna, este libro presenta una temática sumamente importante para cualquier ser humano que quiera recuperar su salud y/o mantenerse saludable. Con un lenguaje sencillo logra atrapar la atención del lector, resultando su lectura más que amena, entretenida y -sobre todo- aleccionadora. Nos invita a utilizar una metodología accesible a cualquier persona a fin de obtener respuestas veraces a cuestiones que requieren una solución definitiva o -a veces- de urgente resolución.

La intención de este compartir es poder conectar al lector -por este intermedio- con un conocimiento que -desde mi punto de vista- está a la vanguardia en materia de tratamiento de las distintas dolencias que puede presentar el cuerpo humano. Un verdadero hallazgo que me lleva a agradecer profundamente al Dr. Bradly Nelson por compartirlo con sus semejantes y, al mismo tiempo, me lleva a afirmar: ¡Gracias por existir!.


 
Bendiciones.

martes, 1 de agosto de 2017

Mi Alma tiene prisa...


Conté mis años y descubrí 
que tengo menos tiempo
para vivir de aquí en adelante,
que el que viví hasta ahora.

Me siento como aquel niño
que ganó un paquete de dulces; 
los primeros los comió 
con agrado, pero,
 cuando percibió 
que quedaban pocos,
comenzó a saborearlos
profundamente.

Ya no tengo tiempo
para reuniones interminables
donde se discuten
estatutos, normas,
procedimientos 
y regalmentos internos
sabiendo que no se va
a lograr nada.

Ya no tengo tiempo
para soportar 
a personas absurdas que,
a pesar de su edad cronológica,
no han crecido.

Mi tiempo es escaso
como para discutir títulos.
Quiero la esencia, 
mi alma tiene prisa...
Sin muchos dulces
en el paquete...

Quiero vivir al lado
de gente humana,
muy humana.
Que sepa reír de sus errores.
Que no se envanezca, 
con sus triunfos.
Que no se considere electa
antes de la hora.
Que no huya de sus responsabilidades.
Que defienda la dignidad humana.
Y que deseen tan sólo
andar del lado
de la verdad y la honradez.

Lo esencial
es lo que hace
que la vida
valga la pena.

Quiero rodearme de gente,
que sepa tocar el corazón
de las personas...
Gente a quien
los golpes duros de la vida,
le enseñaron a crecer
con toques suaves
en el alma.

Sí..., tengo prisa...,
tengo prisa por vivir
con la intensidad
que sólo la madurez
puede dar.

Pretendo no desperdiciar
parte alguna de los dulces
que me quedan...
Estoy seguro que serán
más exquisitos que los
que hasta ahora he comido.

Mi meta es llegar al final
satisfecho y en paz
con mis seres queridos y
con mi conciencia.

Tenemos dos vidas
y la segunda comienza
cuando te das cuenta
que sólo tienes una.


Poema "Golosinas" - Mario de Andrade.

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Bendiciones.