Hace un tiempo, una querida
hermana del Alma llamada Silvana, me habló de un libro titulado “El Código de la Emoción” – Cómo liberar las
emociones atrapadas para gozar de salud, amor y felicidad abundantes
cuyo autoría corresponde al Dr. Bradley Nelson (médico quiropráctico, holístico e intuitivo; experto en los campos emergentes de la medicina Bioenergética y Psicología de la energía). Conocedora de mis
frecuentes incursiones en librerías, me solicitó la compra de un ejemplar de
este libro. Para mi sorpresa, no estaba disponible en aquellas que suelo
frecuentar; por lo cual tuve que adquirirlo a través de internet. Y como conozco el buen gusto y la gran intuición que ella
tiene para elegir sus lecturas, también adquirí un ejemplar para mi. Ni bien lo
tuve entre mis manos, comencé a leerlo… y no se pueden imaginar lo extasiada y
sorprendida que estoy por todo lo que he leído hasta el día de hoy.
Es tan importante y fascinante la temática que aborda este libro, que me
siento mucho más que motivada a compartir con todos ustedes -y a su vez a
recomendarles la lectura del mismo- por lo que, acto seguido, les acerco un
texto que pueden encontrar en la páginas 30 a 39:
“Mente consciente versus subconsciente
Primero, discutamos la diferencia
entre la mente consciente y el subconsciente.
A continuación hay una forma muy
simple de verlo. Se ha dicho muchas veces que nosotros los humanos usamos
solamente alrededor del 10% de nuestro cerebro. Lo que esto realmente quiere
decir es que nuestra mente consciente requiere alrededor del 10% de los
recursos de nuestro cerebro. En otras palabras, pensar, desplazarse, hacer
elecciones, planificar, ver, escuchar, saborear, tocar y oler son actividades
conscientes y requieren el 10% del poder de procesamiento de nuestro cerebro.
Si esto es cierto, ¿qué hace el
otro 90% del cerebro? Si la mente consciente requiere el 10% de nuestro cerebro, podemos referirnos al
otro 90% como el subconsciente.
Esta silenciosa e inconsciente
mayor parte del cerebro está constantemente ocupada almacenando información y
manteniendo en funcionamiento los sistemas del cuerpo de manera eficiente.
También es importante comprender que el subconsciente ejerce una invisible pero
profunda influencia sobre las cosas que hacemos y cómo nos comportamos y
sentimos.
La mayoría de las personas
piensan poco en su subconsciente; pero imagina por un instante tener que asumir
funciones que tu subconsciente desempeña. Imagina la dificultad de ordenarle a
tu sistema digestivo producir enzimas o proteínas. Imagina si tuvieras que
mantener el aire entrando y saliendo de tus pulmones a cada momento de cada
día. ¡y piensa que ahora tienes una agenda muy ocupada!
Como una computadora, tu subconsciente es capaz de almacenar vastas
cantidades de información.
Las neurocirugías se realizan a menudo cuando el paciente está consciente.
El cerebro no tiene nervios sensibles al dolor y los cirujanos toman ventaja de
este hecho para obtener respuesta de sus pacientes mientras los cerebros están
siendo sondados delicadamente durante una cirugía.
El Dr. Wilder Penfield descubrió que bajo determinadas circunstancias
las personas que son sometidas a una neurocirugía tendrán recuerdos que
regresarán a ellos cuando una determinada área del cerebro sea estimulada. Por
ejemplo, el cirujano podría tocar un área del cerebro con su electrodo y el
paciente en alerta de repente recordará una escena, un aroma o un sonido del
algún momento en particular de su vida.(1)
A menudo estos flashes de memoria se tratan de acontecimientos o
escenas que no serían recordados bajo circunstancias normales. Si la misma área
del cerebro es tocada nuevamente por un electrodo en el mismo punto preciso, el
mismo recuerdo será reexperimentado.
Si tú eres como yo, a veces se hace difícil recordar qué pasó en el día
de ayer. Sin embargo, yo creo que tu subconsciente es un fascinante dispositivo
de grabación.
Yo creo que todo lo que has hecho
en tu vida entera ha sido registrado en tu subconsciente.
Cada rostro que has visto en una multitud, cada aroma, cada voz, cada
canción, cada sabor, cada toque y cada sensación que alguna vez experimentaste
ha sido registrado por tu subconsciente.
Cada virus, bacteria u hongo que alguna vez haya invadido tu cuerpo,
todas tus heridas, todos tus pensamientos y sentimientos y la historia completa
de cada célula de tu cuerpo, todo ha sido archivado.
Tu subconsciente está también al tanto de cualquiera de las emociones
atrapadas que tu cuerpo pueda estar albergando; también sabe exactamente qué
efecto tienen estas emociones atrapadas en tu bienestar físico, emocional y
mental. Todo esto y mucho más está guardado en tu subconsciente.
La mente-computadora
Tu subconsciente también está al tanto de exactamente lo que necesita
tu cuerpo para estar bien. ¿Pero cómo puedes acceder a esta información?
Empecé a hacerme la misma pregunta cuando estaba en una escuela
quiropráctica. Aprendí que el cerebro es esencialmente una computadora, la más
poderosa computadora en el universo conocido. Esto me hizo dudar si los
sanadores podrían alguna vez explorar el inmenso poder del cerebro para
encontrar información crítica de qué era lo que andaba mal en sus pacientes.
Durante mis años de práctica aprendí que en realidad es posible
recuperar información del subconsciente usando un tipo de kinesiología o examen
muscular. Primero fue desarrollado por el Dr. George Goodheart en los años ’60
como una forma de corregir el desequilibrio estructural en el esqueleto.; hoy
por hoy el examen muscular es ampliamente aceptado. Mientras muchos médicos de
todo el mundo utilizan los procedimientos del examen muscular para corregir
desajustes de la columna vertebral y otros desequilibrios, el hecho de que el
examen muscular puede ser usado para obtener información directamente del
subconsciente es menos reconocido.(2)
Cómo hablarle al cuerpo
La habilidad de abrir una línea de comunicación con el subconsciente de
un paciente a través del examen muscular se convirtió para mí en una poderosa
herramienta. Me permitió conocer qué necesitaba un paciente para ponerse bien,
tan rápido como fuera posible. Llegué a confiar en la sabiduría del cuerpo de
manera implícita y a tener mucha fe en la habilidad innata del cuerpo de
comunicarme esa sabiduría a través del examen muscular. Muchos años de dar
seminarios tanto a no profesionales como médicos, me enseñaron que cualquiera
puede hacerlo. Cualquier persona puede aprender a obtener respuestas del cuerpo
y cualquiera puede seguir los pasos necesarios para ayudar a sanar el cuerpo.
No es necesario que seas médico, sólo tienes que querer aprender.
Por muchos años, he sido invitado a compartir este maravilloso
conocimiento con el mundo. Refinar y simplificar el Código de la Emoción llevó
muchas oraciones y esfuerzos, pero ahora es lo suficientemente simple para que
cualquiera pueda aprenderlo. Pronto tendrás todo el conocimiento que necesitas
para empezar a utilizar este método en ti mismo para eliminar las energías
emocionales atrapadas en tu cuerpo.
Estímulos negativos versus
positivos
Antes de que pueda enseñarte cómo obtener información de tu
subconsciente, debes comprender un principio básico. Este es que todos los
organismos, no importa cuán primitivos sean, responderán a estímulos positivos
o negativos. Por ejemplo, las plantas crecen en dirección a la luz solar y se
apartan de la oscuridad. Una ameba en un acuario se moverá hacia la luz
apartándose de la oscuridad. Si se pone una gota de veneno en ese mismo
acuario, la ameba se alejará del veneno y se dirigirá hacia el agua más limpia.
En un nivel subconsciente, el cuerpo humano no es diferente.
Tu cuerpo será normalmente atraído
por cosas o pensamientos positivos y rechazará cosas o ideas negativas.
De hecho, esto ha sido así a lo largo de toda tu vida, sin que ni
siquiera estuvieras al tanto de ello. Si te permites apaciguar tu mente
consciente y sintonizas con tu cuerpo, aprenderás que tu subconsciente es
bastante capaz de comunicarse contigo.
¿Estás preparado para dejar que tu subconsciente hable contigo?
La prueba de balanceo
El método más simple que conozco para obtener respuestas de tu
subconsciente se llama la prueba de balanceo. Más adelante aprenderás otros
métodos de examen muscular es este libro, pero la prueba de balanceo es
extremadamente simple de aprender y no requiere la ayuda de nadie más, por lo
que se puede usar cuando estás solo.
Para probar la prueba de balanceo, debes adoptar una posición vertical
y asegurarte de estar cómodo. La habitación debe ser tranquila y libre de
distracciones, incluyendo música y televisión. Te será más fácil de aprender si
estás solo o con alguien que esté aprendiendo junto contigo.
Esto es lo que hay que hacer:
Permanece de pie con tus pies separados del ancho de los hombros para
estar en equilibrio de manera cómoda.
Quédate quieto con las manos a los costados.
Olvida todas tus preocupaciones y relaja tu cuerpo completamente.
Cierra tus ojos si te sientes cómodo haciéndolo.
En pocos segundos notarás que es casi imposible permanecer
completamente quieto. Tu cuerpo cambiará su posición continuamente de manera
suave en diferentes direcciones, mientras tus músculos trabajan para mantener
tu posición vertical. Notarás que estos movimientos son muy suaves y que no
están bajo tu control consciente.
Cuando hagas una afirmación positiva, verdadera o congruente tu cuerpo
debería comenzar a balancearse hacia delante notablemente, usualmente en menos
de diez segundos. Cuando hagas una afirmación incongruente o falsa debería
balancearse hacia atrás dentro de la misma estructura.
Creo que este fenómeno ocurre por
cómo estás acostumbrado a percibir el mundo alrededor tuyo. A pesar de que tu
medio ambiente te rodea completamente en todo momento, por todos lados, tu
estás acostumbrado a tratar sólo con lo que está inmediatamente enfrente tuyo
en cualquier momento dado. Cuando conduces un auto, cuando hablas, cuando
comes, cuando trabajas en tu escritorio, estás tratando de manera constante con
el mundo que está enfrente tuyo, no con el mundo detrás de ti o a los costados.
Cuando tú haces cualquier tipo de afirmación, tu cuerpo percibe pensamientos
como cualquier otra cosa con la que tiene que tratar, como un archivo en tu
escritorio o la comida en tu plato. Esencialmente, puedes pensar en la
afirmación que haces como si estuviese justo delante de ti, lista para ser
tratada o procesada.
Cuando estés listo, simplemente
afirma las palabras <amor incondicional>. Mantén esta frase en tu mente y
trata de sentir los sentimientos que están conectados con esta frase. En pocos
instantes, tú deberías notar que tu cuerpo se balancea hacia delante. Como una
planta creciendo en dirección a la luz, tu cuerpo se balanceará de manera suave
hacia la energía positiva de ese pensamiento. El movimiento de tu cuerpo hacia
ese pensamiento puede ser más brusco que gradual en algunos casos y ¡puede
sorprenderte!
Ahora deja tu mente en blanco y
di la palabra <odio>. Trata de sentir los sentimientos que están
conectados a este sentimiento. Como cualquier organismo que se aleja de manera
automática de una sustancia envenenada o dañina, tu cuerpo debería alejarse del
pensamiento de <odio>. Podrías notar que tu cuerpo, en diez segundos más
o menos, va a empezar a balancearse hacia atrás. Es muy importante que no
trates de forzar tu cuerpo para que se balancee hacia adelante o atrás.
Simplemente, deja que tu cuerpo se balancee solo. Le estás dando a tu
subconsciente su primera oportunidad de hablarte de esta manera directa y debe
ser hecho de manera suave para mejores resultados. No lo fuerces. Se hará más
fácil con la práctica.
Ahora trata de hacer una
afirmación que sepas que es verdadera. Afirma tu nombre en voz alta diciendo:
<Mi nombre es ________>. Si tu nombre es Alex por ejemplo, dirías: <Mi
nombre es Alex>. Tu subconsciente sabe qué es congruente o verdadero. Cuando
haces una afirmación verdadera, sentirás que tu cuerpo empieza a balancearse de
manera suave hacia delante porque es atraído hacia la positividad, congruencia
y verdad.
Ahora puedes intentarlo con una
afirmación falsa o incongruente. Si tu nombre es Alex por ejemplo, podrías
decir: <Mi nombre es Chris> o <Mi nombre es Kim>. Siempre y cuando
elijas un nombre que no sea el tuyo, tu subconsciente sabrá que esta afirmación
es incongruente o falsa. Una vez que hayas hecho esta afirmación, si dejas tu
mente en blanco sin otros pensamientos, deberías sentir que tu cuerpo empieza a
balancearse hacia atrás en pocos segundos. Esto es así porque tu cuerpo no sólo
repele pensamientos negativos como el <odio> sino que además la
incongruencia y la falsedad le son repulsivas a la mente y al cuerpo.”
(1)Jefferson Lewis, Something Hidden: A Biography of Wilder Penfield
(Goodread Biographies), (Halifax, Nova Scotia: Formac Publishing Company Ltd.,
1951), 198.
(2)Robert Frost, Applied Kinesiology: A Training Manual and Reference Book
of Basic Principles and Practice, (Berkeley, CA: north
Atlantic Books, 2002), 4.
En mi opinión y sin duda alguna, este libro presenta una temática sumamente
importante para cualquier ser humano que quiera recuperar su salud y/o
mantenerse saludable. Con un lenguaje sencillo logra atrapar la atención del
lector, resultando su lectura más que amena, entretenida y -sobre todo-
aleccionadora. Nos invita a utilizar una metodología accesible a cualquier
persona a fin de obtener respuestas veraces a cuestiones que requieren una
solución definitiva o -a veces- de urgente resolución.
La intención de este compartir es poder conectar al lector -por este
intermedio- con un conocimiento que -desde mi punto de vista- está a la
vanguardia en materia de tratamiento de las distintas dolencias que puede
presentar el cuerpo humano. Un verdadero hallazgo que me lleva a agradecer
profundamente al Dr. Bradly Nelson por compartirlo con sus semejantes y, al
mismo tiempo, me lleva a afirmar: ¡Gracias por existir!.
Bendiciones.
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