martes, 26 de junio de 2012

Es lo que Hay (primera parte) ...


“Hay compañías que son soledades y soledades que son compañías”.

Bien podemos encontrarnos en medio de una inmensa multitud de seres humanos tan extraños a nuestro afecto que nos lleve a sentirnos solos, pero también podemos encontrarnos solos en medio de un inmenso espacio poblado únicamente por la naturaleza del lugar, sin ningún semejante a nuestro alrededor y tan en armonía con todo lo que existe, que nos lleve a sentirnos acompañados por toda la humanidad ...

“Hay premios que son castigos y castigos que son premios”.

Bien podemos sentirnos halagados con algún logro económico, social, intelectual, etc., tan privo de ser vivido desde el corazón y en contacto con la felicidad que emana de nuestro SER que -por tanto- se asemeje a un castigo, pero también podemos sentirnos castigados por algún logro económico, social, intelectual, etc. no alcanzado y vivirlo tan desde el corazón y en contacto con la felicidad que sólo se encuentra en el SER que -por tanto- resulte un verdadero premio el simple hecho de estar en contacto con lo más auténtico de nosotros mismos ...

“Hay llantos que son risas y risas que son llantos”.

Bien podemos encontrarnos ante una situación tan desopilante y divertida que nos lleve a reír de tal manera que derive en llanto, pero también podemos encontrarnos ante una situación por demás dolorosa y desesperante -vivida tan profunda e íntimamente- que nos lleve a reír obligadamente ante otras personas, cuando en definitiva no es más que una puesta en escena que enmascara nuestro llanto interno ...

“Hay muertes que dan vida y vidas que dan muerte”.

Bien podemos encontrarnos en situaciones donde la muerte (ya sea física o psíquica) se presenta como una alternativa para preservar la vida de otra persona o la nuestra (al actuar -por ejemplo- en defensa de otro o en defensa propia), pero también podemos encontrarnos en situaciones donde la vida se derrocha en actitudes y conductas que desembocan en la muerte (ya sea física o psíquica) de otra persona o de nosotros mismos, al ser vivida como única alternativa de escape o de resolución de un conflicto  ...

“Hay amigos verdaderos que son enemigos falsos y amigos falsos que son enemigos verdaderos”.

Bien podemos encontrarnos en una situación tal que nos lleve a descubrir un amigo verdadero en el enemigo falso que nuestra mente crea cuando alguien nos dice aquellas cosas que no queremos escuchar o que nos muestra aquello que no queremos ver, porque de corazón nos desea lo mejor y por ello con su actitud, nos invita a crecer y a madurar, pero también podemos encontrarnos en una situación tal que nos lleve a descubrir un amigo falso en el enemigo verdadero que nuestra mente crea cuando idealizamos a otros a quienes nos esclavizamos por conveniencias e intereses que son pura ilusión ...

En estos tiempos modernos donde las “muletillas” (entiéndase por tales a las pausas rellenas) son tan populares y/o comunes, “es lo que hay” (una de ellas) se presenta como la expresión por excelencia para manifestar resignación ante situaciones en las que nuestra sensación de impotencia hace su acto de presencia en nuestras vidas. Tal vez, si nos atreviéramos a encontrar la unidad que anida en la dualidad (o los opuestos), podríamos darle las gracias por los servicios prestados a nuestra muletilla en análisis, y en lugar de resignarnos, empezar a buscar caminos alternativos que nos permitan re-significar nuestra vida, dándole un nuevo valor a todas las situaciones y/u oportunidades que se nos presentan a diario.

¿Qué tal si hoy nos proponemos poner en práctica -merced a la ayuda del poder de la intención- un cambio radical en nuestras respuestas automáticas y repetitivas que sólo nos conducen a seguir dando vueltas en el mismo lugar de siempre? ...




Bendiciones.

lunes, 25 de junio de 2012

Persevera y triunfarás ...

En el libro “Historias que hacen bien”, Daniel Colombo  (educador, comunicador profesional, co-autor de música publicitaria, docente universitario entre otras muchas actividades) nos deleita con una serie de anécdotas -para mi desconocidas hasta el momento en que su libro llegó a mis manos- de unas cuantas personalidades famosas que son un verdadero ejemplo de Perseverancia. Justamente ese es el título del capítulo en donde nos cuenta que:

  • En su primera audición para la Metro Goldwyn Mayer, Fred Astaire fue evaluado del siguiente modo: “es ligeramente calvo, no sabe actuar y baila muy poco”. El genial Astaire siempre conservó esa nota sobre la chimenea de su casa en Hollywood.
  • El profesor de Ludwig van Beethoven creía que su discípulo no tenía futuro alguno como compositor. Pese a una vida plagada de sufrimientos físicos y morales, años después Beethoven compuso nueve incomparables sinfonías.
  • Walt Disney fue despedido de un diario por falta de ideas. Antes de fundar su imperio, quebró cuatro veces.
  • El notable físico Albert Einstein no habló hasta los cuatro años de edad y comenzó a escribir a los siete. Era un alumno de bajas calificaciones, especialmente en física. Su maestro decía que era mentalmente lento y soñador. Cuando quiso ingresar a la escuela politécnica de Zürich, fue rechazado por incapaz.
  • Luis Pasteur fue un alumno mediocre en la universidad; por sus calificaciones se situaba en el decimoquinto lugar entre veintidós alumnos.
  • Antes de ser publicado en 1970, Juan Salvador Gaviota de Richard Bach, fue rechazado por dieciocho editoriales.
  • A Louise May Alcott, la autora de Mujercitas, su familia le pedía que buscara trabajo como costurera o ama de llaves.
  • El padre del escultor Auguste Rodin decía que tenía un hijo idiota, mientras que su tío sostenía que no tenía sentido invertir en su educación. Además, fue suspendido tres veces en el examen de inscripción de la Escuela de Bellas Artes. Terminó esculpiendo obras de la talla de “El Pensador”.
  • De León Tolstoi decían que no tenía capacidad para aprender. Es el autor de la monumental novela Guerra y Paz.
  • King Camp Gillette soñaba con un osado invento que hacía que los inversores, los ingenieros metalúrgicos y otros expertos despreciaran su trabajo. Todos creían que no había manera de lograr que una maquinilla fuera lo bastante afilada y lo suficientemente económica como para poder deshacerse de ella cuando se gastara. Gillette trabajó cuatro años para producir la primera maquinilla desechable y tardó otros seis para verla en los estantes de las tiendas.

Antes de finalizar el capítulo, Daniel nos acerca una reflexión del talentoso Henry Ford (pionero de la industria automotriz) que alguna vez sentenció: “Tanto si crees que puedes como si piensas que no puedes, estás en lo cierto”.




Bendiciones.

lunes, 4 de junio de 2012

Hablemos de garete y conchabar ...

Prescindiendo de cualquier rima que se nos pueda llegar a ocurrir en este momento, me imagino que puede resultar sumamente interesante sumergirnos en los desconocidos significados que los vocablos -en análisis- nos invitan a descubrir, sobretodo para aquellas personas -entre las cuales me incluyo- que poco o nada saben de estas palabras.

Cuántas veces habremos escuchado decir que algo o alguien está al garete”, sin tener una idea precisa de lo que semejante expresión ha querido significar.

Pues bien, indagando en las ilustrativas páginas del diccionario he podido sumar un conocimiento más en esta materia. Resulta ser que a la palabra “garete” se la vincula con el francés (être égaré) y se le atribuye el significado de “andar extraviado”.

Desde el punto de vista coloquial, se usa como sinónimo de “fracasar o malograrse”. Por extensión, se entiende “ir a la deriva, sin dirección o propósito fijo”. Y en el ámbito marítimo se denomina así a “una embarcación sin gobierno, que es llevada por el viento o la corriente”.

Bien podríamos decir entonces de una persona -por ejemplo- que se encuentra  “al garete”, entendiéndose -por tanto- que “no tiene un proyecto de vida, que no sabe qué caminos transitar, que está a merced de los vaivenes del ánimo”. En este aspecto, opino que hay “un sin-sentido” que opera desde la sombra y que -con frecuencia- impulsa al ser humano a poner el timón de su “barca” (llamémoslo “destino”, “camino”, “vida”, etc.) en manos de otra u otras personas. Muchas veces, la tentación de emular a otros a quienes idolatramos, nos lleva a desviarnos del camino que nos conduce a nuestra plenitud, a nuestra realización, a nuestra auténtica naturaleza. Por elección propia o por imposición ajena, algunas personas son arrastradas por la corriente de las adicciones y terminan atrapadas en un sinfín de conductas que los llevan a “fracasar y a malograrse”. Se convierten en “personas con fecha de vencimiento”: la vida los vive en lugar de ellos vivir la vida.

Dice el refrán que “Dios los cría, ellos se juntan y el viento los amontona”. También podríamos decir que “Dios los crea, ellos se conchaban y el respetuoso viento los amontona”. Me pregunto si alguno de ustedes tiene idea del significado del término “conchabar” (derivación del latín conclave). Para aquellos que ya están familiarizados con este vocablo, mis más sinceras felicitaciones por el enorme caudal de conocimientos que demuestran con respecto a la lengua castellana; para aquellos que no lo están, acto seguido los pongo al corriente al decirles que según el diccionario, “conchabar” responde a la idea de “unir, juntar, asociar”. Bien se puede decir, entonces, de dos o más personas que se han reunido entre sí para conseguir algún fin, que se encuentran “conchabadas”. Hace un tiempo, leyendo en una revista de actualidad el reportaje que le habían hecho a una actriz muy conocida, me sorprendió la expresión utilizada: “…nos conchabamos para…”. Como tenía muy en claro que la palabra seguramente había sido bien empleada, la curiosidad me llevó a indagar acerca de su significado. Y me llevó también a emplearla en varias oportunidades, lo cual me permitió cosechar una amplia gama de expresiones faciales de desconcierto (algunas más desopilantes que otras) y a instruir a unos cuantos congéneres acerca de lo que dicho vocablo viene a significar. De hecho, entre quien en este preciso momento esté leyendo estas líneas y yo, existirá una cierta “conchabanza” (unión) a través de su lectura.

Sólo me resta, entonces, invitarlos a probar suerte con esta palabra en el uso diario y a divertirse con las anécdotas y experiencias que -con el tiempo- irán cosechando, más allá del propósito que cada uno pueda estar otorgando a su vida...



Bendiciones.

Carta de un león a otro ...

Perdona hermano mío
si te digo
que ganas de escribirte
no he tenido
 No se si es el encierro
no se si es la comida
o el tiempo que ya llevo
en esta vida
 Lo cierto es que el zoológico deprime
y el mal no se redime sin cariño
si no es por esos niños que acercan su alegría
seria más amargo todavía
 A ti te irá mejor, espero
viajando por el mundo entero
aunque el domador, según me cuentas
te obligue a trabajar más de la cuenta
 Tu tienes que entender, hermano
que el alma tiene de villano
al no poder mandar a quien quisiera
descarga su poder sobre las fieras
 Muchos humanos
son importantes
si ya mediante
látigo en mano...
 Pero volviendo a mi
nada ha cambiado
aquí desde que fuimos
separados,
hay algo sin embargo
que noto entre la gente
parece que miraran
diferente
 Sus ojos han perdido algún destello
como si fueran ellos
los cautivos
yo se lo que te digo
apuesta lo que quieras,
que afuera tienen miles de problemas
 Caímos en la selva de mármol
y miren  que piadosas manos
su aire esta viciado de humo y muerte
y quien anticipar puede su suerte
 Volver a la naturaleza
sería su mayor riqueza
allí podrán amarse libremente
y no hay ningún zoológico de gente
 Cuídate hermano
yo no se cuando
pero ese día
VIENE LLEGANDO...


Magníficas palabras para una canción que -a mi criterio- nos invita a una profunda reflexión, a conectarnos con la espontaneidad, a recuperar la magia que brota del Alma, a recordar que “no se ve bien sino con el Corazón” -como acertadamente dice Antoine de Sanit-Exupéry en su magistral creación titulada “El Principito”-, a soltar las amarras que nos mantienen presos, esclavos del miedo (cualquiera sea su manifestación), a recuperar el Paraíso perdido (oculto en nuestra auténtica naturaleza) y, en definitiva, a re-conocernos como aquello que realmente somos “Seres Espirituales viviendo una experiencia humana y no seres humanos viviendo una Experiencia Espiritual” (frase que debe su autoría al religioso, paleontólogo y filósofo francés Teilhard de Chardin).



Bendiciones.