El
presente compartir tiene su referente -otra vez- en el “Gran Maestro y Genio”
llamado Deepak Chopra. ¡Es toda una “Bendición” contar con este extraordinario
Ser Humano”!. Como en cada uno de sus libros anteriores, en “Poder Gracia
Libertad” – La fuente de la felicidad permanente, este notable autor (el
Doctor Chopra es autor de más de 50 libros traducidos a casi 40 idiomas; es una
autoridad internacional en las disciplinas de superación, espiritualidad,
medicina cuerpo-mente y desarrollo humano), muestra su gran “Sabiduría” y su
talento innato para transmitirnos todos sus conocimientos, con una sencillez y
claridad impresionantes.
Bien
dice en la contratapa del libro que “... aborda el misterio de nuestra
existencia y su significado en nuestra búsqueda eterna de la felicidad. ¿Quién
soy?... ¿De dónde vengo?... ¿Adónde iré cuando muera?... Chopra se inspira en
la antigua filosofía del Vedanta y en los descubrimientos de la ciencia moderna
para ayudarnos a comprender y experimentar nuestra verdadera naturaleza, que es
un ámbito de consciencia pura. Cuando comprendemos nuestra verdadera
naturaleza, empezamos a vivir desde la fuente de la felicidad duradera, que no
es mera felicidad por esta o esa razón, sino auténtica alegría interna. Al
saber quiénes somos, ya no interferimos en la inteligencia natural del cosmos.
Por el contrario, permitimos que el universo fluya por nosotros con soltura y
sin esfuerzo, y nuestras vidas se imbuyen de poder, gracia y libertad.”
En
las páginas 63 a 65, podemos leer que “... No soy el cuerpo, ni tampoco la
mente. Soy el que tiene el cuerpo y el que tiene la mente. El espíritu, el Ser
único, se está convirtiendo en todo ello, y esa esencia es omnisciente,
omnipresente y omnipotente. De modo que la siguiente pregunta es: ¿de dónde vine?
Y la respuesta a esto es: no vine de ninguna parte, porque siempre he estado
aquí. El cuerpo viene y va, pero <yo>
estoy siempre aquí. De donde vengo es un lugar que no tiene comienzo en el
tiempo y no tiene fin. A donde voy es el mismo lugar. Como hemos visto, no hay
ubicaciones específicas en el espacio o el tiempo. ¡En un universo no local no
hay ningún sitio al que ir!
Y
¿cuál es el propósito de mi vida?
Ser feliz, participar con alegría en la creatividad y evolución del universo. La
vida es concebida e imaginada por el espíritu universal, o consciencia, y todos
los ámbitos son formas imaginarias del espíritu, ... Al final, todo es el juego
de la cosnciencia, ...
... Y
¿qué
me sucede cuando muero? La respuesta: no sucede nada,
porque no muero. La consciencia
pura no puede ser destruida; sólo puede ser expresada. Saber esto nos libera
del miedo a la muerte, porque nunca se pierde nada en el universo; sólo se
transforma. Si tú y yo estamos hablando por teléfono y alguien corta las líneas
telefónicas, ¿qué nos sucede? ¿A dónde vamos? No nos sucede nada y no vamos a
ninguna parte. Así también, cuando ocurre la muerte física, no nos sucede nada.
Ciertas líneas de comunicación que utilizan un cierto sistema nervioso han sido
alteradas temporalmente. Pero seguimos ahí. El alma no va a ninguna parte; es
el cuerpo el que se disuelve y vuelve a la tierra.
Entonces,
¿dónde está el alma? Uno de los errores más comunes es creer que el alma reside
en el cuerpo. ... El alma no está dentro del cuerpo. El alma se proyecta a sí
misma como cuerpo y mente. Encuentra una ubicación en el espacio-tiempo, y se
emite o televisa a sí misma a través del cuerpo. Pero de la misma manera que
los personajes de una película no están dentro de mi aparato de televisión
cuando lo estoy viendo, y Beethoven no está dentro de mi radio cuando la estoy
escuchando, mi alma no está dentro de mi cuerpo. Mi alma está meramente
localizándose o expresándose a sí misma a través de mi cuerpo. ...”
Y
en las páginas 67 a 71, tomamos conocimiento de que “... El universo, aunque
es intemporal y eterno, funciona a través de ciclos de descanso y actividad...
encendido y apagado. Encendido y apagado significa nacimiento y muerte, y
estamos muriendo continuamente para re-crearnos. Los átomos de nuestro cuerpo
se encienden y apagan. Las moléculas de nuestras células de la piel se
encienden y se apagan, muriendo una vez al mes para que podamos hacer otras
nuevas. Si las células de nuestra piel no muriesen una vez al mes tendríamos la
piel muy correosa, enfermiza.
Aunque
parece que el mundo es continuo, en realidad está encendiéndose y apagándose
como un anuncio de neón intermitente. Todo está vibrando, y la vibración
implica una señal de encendido y apagado. Por eso se llama vibración.
... Algunas cosas vibran muy rápidamente, y otras un poco más despacio. En una
roca, la vibración es muy lenta; en un pensamiento, es muy rápida; y al nivel
de los fotones, va a la velocidad de la luz. Pero todo es una vibración de
encendido y apagado.
Cuando
nos encendemos, nacemos: cuando nos apagamos, morimos. Sin el apagado no habría
encendido. En cada apagado, el universo se re-crea a sí mismo. El apagado se
denomina también la discontinuidad.
... Nuestra experiencia del mundo es como ver una película. En la pantalla
vemos continuidad, pero cuando vamos a la sala de proyección, ¿qué vemos? Nos
damos cuenta de que la película es una serie de fotogramas inmóviles con
pequeños espacios o huecos entre ellos. Si el carrete de la película se mueve
lo suficientemente rápido, nuestros ojos no notan los huecos, el apagado entre
cada fotograma; sólo notan el encendido. Vemos una película, y la película se
halla totalmente en nuestra imaginación. En realidad, las imágenes están encendiéndose
y apagándose intermitentemente y discontinuamente sobre la pantalla. ...
...
Crear es traer algo al ser, o a la existencia. Y para crear algo nuevo tenemos
que morir a lo que es. Si no morimos a lo que es, no hay creatividad. Algo
tiene que morir para que surja algo nuevo, y nuestra alma está continuamente
dando saltos cuánticos de creatividad. ¿Qué es un salto cuántico? Es cuando una
partícula subatómica va de aquí a allá sin pasar por el espacio entre medias.
Está aquí, y luego está allá. ¿Dónde estaba entretanto? En ninguna parte. ¿Cómo
llegó de aquí a allá’? No se sabe. Y no sólo llegó de aquí a allá; lo hizo
instantáneamente. No tardó nada de tiempo
en llegar de aquí a allá. Eso es un salto cuántico ...
...
En biología hay un término llamado apoptosis,
que significa muerte celular programada. Cuando no hay apoptosis las células se
olvidan de morir, y a esa enfermedad se la llama cáncer.
Las células cancerígenas han perdido la memoria de la muerte; no saben cómo
morir, y en su búsqueda de la inmortalidad matan al cuerpo anfitrión del que
dependen para vivir.
La
muerte, por tanto, es el billete de entrada a la vida, y la muerte está
sucediendo ahora mismo en nuestro cuerpo-mente. ¿Dónde está nuestro cuerpo de
cuando teníamos dos años de edad? Está muerto. Nuestro cuerpo de dos años está
muerto, nuestros pensamientos de dos años están muertos, nuestras emociones de
dos años están muertas, nuestra personalidad de dos años está muerta. Los
entregamos todos a cambio de los que tuvimos a los tres años, muriendo como
niños de dos años. El nacimiento y la muerte están sucediendo todo el tiempo a
todos estos niveles. ...
...
La oruga muere para convertirse en crisálida. En el sopor de la crisálida, las
energías se incuban y se reconfigura, y nace una mariposa. ¿Es la oruga el
mismo ser que la crisálida o que la mariposa? Es la misma inteligencia que se
ha convertido en otra cosa. Y en esa cosa cada célula es diferente, cada
expresión de la energía en su cuerpo es diferente. Nada ha muerto en realidad;
solamente se ha transformado. ....”
Quiero
invitarlos, antes de concluir, a que presten mucha atención a las palabras que
leerán a continuación y que se encuentran en las páginas 73 a 76 porque, les aseguro, son “sumamente
reveladoras”: “... La energía electromagnética, que incluye la luz visible,
contiene todos los colores del espectro en el mismo rayo de luz. Sin embargo,
esa misma radiación electromagnética contiene luz invisible, como los rayos X,
las microondas, las ondas radiofónicas y el radar. La luz visible y la
invisible forman parte del mismo espectro, que está vibrando simultáneamente en
diferentes frecuencias. El espectro entero coexiste simultáneamente y, sin
embargo, nosotros sólo experimentamos los que llamamos luz visible.
...
... La
esencia de tu ser es una realidad inmutable que crea un patrón de energía que
viene y va. Este patrón, que nace y muere, y está continuamente cambiando de
nombre y de forma, es la persona con la que te confundes. Puede que pienses que
un <yo soy> personal es la causa y la fuente de todo lo que te sucede,
pero esto es una patraña, una alucinación creada por una percepción
distorsionada. ... La personalidad es tan sólo una ilusión. Lo que parece ser
el <yo soy> personal es el <yo soy> universal, el Ser que hay en todos
los seres. El <yo soy> real es todo el proceso interminable de la pura
potencialidad expresándose a sí misma con diferentes disfraces: soy pura
potencialidad. Soy el universo. Soy todo lo que está sucediendo. Si miras hacia
fuera y ves las estrellas y las galaxias, eso es lo que está sucediendo, y eso
soy yo. Soy la luz, y soy los ojos que la perciben. Soy la música, y soy los
oídos que la oyen. Soy el viento, y soy las alas de pájaro que vuelan en él. No
hay otro <yo soy> que el Ser único, el universo entero. ...
...
Cuando conoces tu verdadera esencia te pones en contacto con esa parte de ti
que está más allá del tiempo y el espacio y la fuente de ambos. Ya no te
identificas con la conducta
cambiante del océano de consciencia en todas sus diferentes formas; te
identificas con la esencia
inmutable de la consciencia misma. Si sabes que tu esencia es la unidad de un
espíritu único entonces todo lo demás se vuelve conocido para ti. ...
...
Caes en la cuenta de que tu yo real nunca ha nacido y, por lo tanto, nunca
puede morir. Sólo lo que tiene un principio tiene un fin. Lo que nunca comenzó
es eterno y siempre existe, y eso eres tú....”
Considero a este libro una lectura "imperdible" que, les aseguro, los mantendrá expectantes desde el principio hasta el fin. Y, por sobre todo, les aportará un cúmulo de conocimientos que los acercará al "núcleo mismo de la Vida"; al centro de toda la Creación": el SER o CONSCIENCIA PURA. Y recuerden que: "Todo es UNO". "Todos somos UNO.
Bendiciones.
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