miércoles, 17 de julio de 2013

Unir Salario y Objetivo: una “misión” que no es “imposible” …

En un compartir anterior, ya los había anoticiado respecto a la existencia del libro titulado “El monje que vendió su Ferrari”, cuya autoría corresponde al “genio” de Robin Sharma. En esta oportunidad, ha llegado el turno de acercarles algunas reflexiones contenidas en otro de sus libros titulado “Las 8 claves del liderazgo” del monje que vendió su Ferrari. Coincidiendo plenamente con lo expresado en el último párrafo de la contratapa del mismo, su lectura resulta “… sencilla, amena pero sorprendentemente perspicaz. Las 8 claves del liderazgo encierra lecciones de valor universal y las explica para que sean realmente útiles. Ello hace de esta obra una lectura difícil de dejar… y de olvidar”. En mi opinión: una verdadera “obra maestra”. Para quienes aún -poco o nada- conocen acerca de este autor, les comento que se trata de uno de los mayores expertos mundiales en liderazgo, crecimiento personal y formación de altos ejecutivos; siendo también un conferenciante muy solicitado.

A fin de incentivarlos a la lectura de esta magnífica obra, a continuación, compartiré con todos ustedes, algunos textos que -en mi opinión- resultarán de sumo interés para quien haya decidido “hacerse cargo” de su camino de "evolución personal" y de su “auto-conocimiento”.


(página 70) “… había una serie de rituales que practicaban los líderes clarividentes, ocho para ser exacto. Estas ocho disciplinas eran un compendio de toda la sabiduría de liderazgo que se ha venido transmitiendo a lo largo de los tiempos y que practicaban los grandes líderes del mundo entero. No se trata de estrategias encaminadas a poner parches, de una moda que al mes desaparecerá, como viene sucediendo hoy en día en el mundo de los negocios, sino que reflejan las verdades eternas que nos dicen cómo lograr que actúen hombres y mujeres, cómo fomentar la lealtad y el respeto y cómo sacar lo mejor de la gente que uno dirige. …”

(página 71 a 72)   una de las mayores ansias del hombre es la necesidad que todos tenemos de poder modificar las vidas de los demás. La gente siente en su interior que debe formar parte de algo que sea superior a ella. Da igual que hablemos del consejero delegado o del empleado encargado de los envíos, todo ser humano necesita creer que aporta algo. Los grandes líderes entienden tales ansias y hacen saber a sus seguidores que su trabajo diario afecta positivamente al mundo entero. Alimentan también el fuego de la excitación dentro de sus organizaciones mostrando a su gente que el trabajo que hacen los acerca más al objetivo. Dicho en pocas palabras: los líderes dan a sus seguidores una buena razón para levantarse por la mañana.… No hay personas sin motivación, solo empleados sin ella. … No olvides lo que los psicólogos saben desde hace muchos años: los seres humanos huyen del dolor y buscan el placer. Los líderes clarividentes logran que sus empleados asocien el trabajo diario y el objetivo con el placer. Unen el salario con el objetivo. …”

(página 74) “… El trabajo de un líder consiste en definir la realidad a su gente. El líder muestra a su gente una forma mejor, más brillante de ver el mundo. Se enfrenta a los retos y los convierte en oportunidades de crecimiento, de mejora y de éxito. Hace algo más que mostrar a la gente cómo hacer las cosas bien, pues ese es el trabajo del director. El líder iluminado deja bien claro qué hay que hacer, con lo cual sus empleados hacen mejor las cosas que antes. Confirma constantemente que el objetivo que cada uno persigue es bueno, justo y respetable. Entiende que la mejor manera de incentivar un comportamiento innovador y excepcional es un trabajo que tenga sentido. …”

(página 75 a 76) … Hubo una vez un joven estudiante que viajó muchos kilómetros en busca de un famoso maestro espiritual. Cuando por fin lo conoció le dijo que el objetivo principal de su vida era convertirse en el hombre más sabio de la tierra. Por eso necesitaba el mejor maestro. Viendo el entusiasmo del joven, el maestro estuvo de acuerdo en compartir con él sus conocimientos y le permitió que se uniera a él. <¿Cuánto tiempo tardaré en hallar la iluminación?>, preguntó inmediatamente el muchacho. <Al menos cinco años>, respondió el maestro. <Es demasiado>, dijo el muchacho. <No puedo esperar cinco años. ¿Y si estudio el doble que tus otros alumnos?> <Entonces, diez años>, fue la respuesta. <¡Diez años! Y si estudio noche y día con toda mi alma ¿cuánto tardaría en convertirme en el sabio que siempre he soñado ser?> <Quince años>, contestó el maestro. El muchacho estaba muy frustrado. <¿Cómo es posible? Cada vez que te digo que trabajaré más duro para lograr mi objetivo me contestas que tardaré más tiempo> <La respuesta es muy sencilla>, dijo el maestro. <Si pones un ojo en la recompensa solo te queda otro para centrarte en el objetivo>. …”

(página 77) … Como dijo Henry Ford: <Nadie es apático salvo cuando persigue los objetivos de otra persona>. …”

(página 79) “… Entiende que un gran líder precede a unos grandes seguidores. …”

(página 82 a 83) … Los líderes clarividentes se preocupan más por hacer lo correcto que por parecer inteligentes. … El liderazgo no es popularidad, sino honestidad. No es poder, es un objetivo. … Los líderes clarividentes se consideran liberadores más que confinadores del talento humano. Su prioridad fundamental es que su gente desarrolle todo su potencial. Entienden que el trabajo de un líder es transformar el lugar de trabajo en un lugar lleno de genios realizados. También entienden que su empresa debe, por encima de todo, convertirse en sitio y en una oportunidad para el desarrollo y realización personales. Saben que para que sus seguidores se comprometan profundamente con su visión y aporten su capacidad están obligados a ofrecerles un trabajo que constituya un reto para ellos. Deben ofrecerles la oportunidad de mejorar con su trabajo. Yogi Raman me dijo que otra de las ansias humanas es la necesidad de desarrollarse y autorrealizarse. Y los líderes clarividentes satisfacen este deseo liberando la fuerza interior de su gente. 

<Todos los habitantes de este planeta tienen un deseo profundo de crecer y mejorar como personas.> … <Lo triste es que la mayoría de la gente no tiene ni la más remota idea sobre el talento y las posibilidades que dormitan en su interior. William James, el fundador de la psicología moderna, dijo una vez: <La mayoría de las personas viven, física, intelectual o moralmente, dentro de un círculo muy por debajo de sus posibilidades. Podemos recurrir a nuestras reservas vitales, que ni tan siquiera sospechamos>. Y tenía razón. Si la persona media captara apenas la fuerza que alberga en su interior, se quedaría atónita. Y sin embargo, la mayoría de la gente nunca se ha molestado en examinarse, simplemente, para descubrir quiénes son realmente. …”

(página 84) … Genialidad significa tener una capacidad natural excepcional. Todos tenemos nuestros dones y nuestra capacidad especial. El problema radica en que la mayoría de los líderes nunca han brindado a su gente oportunidades que pongan a prueba y liberen esos dones. En vez de enseñarles el aspecto que tiene el éxito y dejar que usen su creatividad y todos sus recursos para alcanzarlo, la inmensa mayoría de los líderes dirigen hasta el más mínimo de los detalles y marcan el camino a seguir en todas las etapas del camino. Tratan a los miembros de su equipo como si fueran niños absolutamente incapaces de pensar por su cuenta. Con el tiempo, este tipo de liderazgo acaba con la imaginación, la energía y el espíritu. Luego, los líderes se lamentan de falta de motivación, productividad y rendimiento. <Los líderes deben liderar hasta donde sea posible y luego desaparecer>, escribía H. G. Wells. <Sus cenizas no deben apagar el fuego que encendieron>. …”

(página 85) “… <El trabajo definitivo del líder clarividente consiste en dignificar y honrar las vidas de sus seguidores dejando que liberen y expresen todo su potencia en el trabajo>. …”


Palabras llenas de “Sabiduría”. Palabras que nos invitan a creer en que es posible vivir el “Trabajo Diario” como una “Liberación” en lugar de considerarlo una pesada carga que nos agobia. Palabras que nos comprometen a “Cambiar la Mirada” y a buscar “Nuevas Perspectivas” de Vida. Se puede. Nada es imposible si nuestro Corazón busca a Dios constantemente y sigue sus Perfectos Designios. Pidamos a El, sea nuestro Guía y Consejero permanente, a través de la Oración y la Meditación diarias. Dios (el Universo o como cada uno lo conciba) siempre responde. Escuchémoslo con Atención y Gratitud.


 Bendiciones.

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