A continuación pongo a disposición de todos ustedes, un texto que podrán encontrar en el libro titulado "Anatomía del espíritu - La curación del cuerpo llega a través del alma" y cuya autoría corresponde a Caroline Myss (habiendo abandonado su profesión de periodista y luego de obtener un doctorado en teología, se dedicó a proponer un nuevo modelo de relación entre la mente y el cuerpo; un modelo basado en siete puntos clave relacionados con el poder físico y espiritual). Caroline es una experta en la materia, que cuenta con una vasta trayectoria en su haber. Los relatos que este libro contiene, son por demás conmovedores y -a la vez- reveladores del profundo compromiso espiritual que, su autora, ha asumido en relación consigo misma y con el resto de los Seres Humanos, que formamos ese "TODO ES UNO" llamado "HUMANIDAD". "Genio Divino" con nombre de mujer.
En la contratapa del libro, puede leerse -a modo de resumen de la temática que el mismo aborda- que: "... Tarde o temprano, todos los seres humanos enfermamos y el dolor reduce notablemente nuestra capacidad para el trabajo y el placer. A veces el dolor puede ser intenso hasta el punto de arrebatarnos la vida. Sin embargo, pocas son las personas conscientes de que a menudo la enfermedad aparece cuando malgastamos nuestra energía, permitimos que nos la roben o, simplemente, no logramos combatir los miedos, las fobias y la falta de autoestima. Comprenderlo nos abre el camino de la autocuración, un milagro posible si interpretamos las dolencias del cuerpo como lo que en realidad son: expresiones de un malestar espiritual que tiene curación. ..."
(páginas 193 a 199)
El poder personal del segundo chakra
El poder personal del segundo chakra
"... Si bien la creatividad, la sexualidad, la moralidad y el dinero son formas de la energía de poder del segundo chakra, es también necesario hablar del deseo de poder personal. El poder es una manifestación de la fuerza vital. Necesitamos poder para vivir, prosperar, funcionar. La enfermedad, por ejemplo, es la compañera natural de las personas impotentes. Todo lo que atañe a la vida está, de hecho, ligado a nuestra relación con esta energía llamada poder.
Sentimos una sensación de poder a la altura del primer chakra, cuando estamos con un grupo de personas a las que, en cierto modo, nos hallamos unidos como por una corriente eléctrica. Un ejemplo de este tipo de poder es el entusiasmo de los hinchas deportivos o los que participan en una campaña política; el entusiasmo une a las personas que respaldan al mismo equipo o la misma causa. El tipo de poder del segundo chakra, sin embargo, expresa esta energía en formas físicas, como el materialismo, la autoridad, el dominio, la propiedad, el atractivo sexual, la sensualidad, el erotismo y la adicción. Todas las formas físicamente seductoras que puede adoptar el poder están energéticamente conectadas con el segundo chakra. Y a diferencia del poder del primer chakra, cuya naturaleza es grupal, el segundo tiene una naturaleza uno-uno. Cada uno de nosotros, como persona individual, necesita explorar su relación con el poder físico. Necesitamos saber cómo y cuándo estamos dominados por un poder externo y, si es así, a qué tipo de poder somos más vulnerables.
El poder es la fuerza vital, y nacemos conociéndolo. Desde que somos pequeños nos ponemos a prueba y ponemos a prueba nuestra capacidad para saber qué y quién tiene poder, para aprender a adquirir poder y a utilizarlo. Mediante estos ejercicios infantiles descubrimos si tenemos lo que hace falta para adquirir poder. Si lo tenemos, comenzamos a soñar con lo que nos gustaría realizar de mayores. Pero si decidimos que somos incapaces de atraernos la fuerza vital, comenzamos a vivir en una especie de <deuda de poder>. Nos imaginamos sobreviviendo solamente gracias a la energía de otras personas, no a la nuestra.
En las personas que confían en su capacidad para adquirir poder, los sueños normales suelen convertirse en fantasías de poder. En el peor de los casos, podrían llenar su mente de ilusiones de grandeza. Entonces, la mente racional se eclipsa debido a un deseo de poder que sobrepasa los parámetros del comportamiento aceptable para incorporar todos y cada uno de los medios que lleven a ese fin. El apetito de poder puede convertirse en una adicción que desafía la voluntad de Dios. El ansia de poder por el poder es tema de numerosos escritos y mitos de egos humanos que, en última instancia, son humillados por el designio divino.
El desafío para todos no es convertirnos en <célibes de poder>, sino conseguir la suficiente fuerza interior para relacionarnos cómodamente con el poder físico sin vender el espíritu. Eso es lo que significa <estar en el mundo pero no ser del mundo>. Nos fascinan las personas que son inmunes a las seducciones del mundo físico, se convierten en nuestros héroes espirituales. ..."
"... El personaje cinematográfico Forrest Gump conquistó el corazón de millones de personas principalmente debido a su comportamiento ético hacia el poder del mundo físico. Lo curioso es que Gump no aparecía como una persona espiritual, y no rechazaba ni la actividad sexual, ni el poder, ni el dinero. Más bien conseguía todos esos objetivos gracias a su inocencia y su impermeabilidad a la contaminación del negocio de vivir. Jamás vendió su espíritu, por mucho miedo o soledad que sintiera.
Durante los seminarios, cuando pido a los participantes que definan su relación con el poder suele cambiar drásticamente la atmósfera de la sala. La tensión que se crea me hace desear profundizar más en ese asunto. Muchas personas cambian de postura en el asiento para cubrir su segundo chakra. Se cruzan de piernas, por ejemplo, o se inclinan apoyando los codos sobre los muslos y sosteniéndose la cara con las manos. Me miran como diciendo: <¡Caramba! Esa pregunta es muy interesante, pero no te acerques mucho.>
Cuando ofrecen respuestas, invariablemente empiezan definiendo el poder como la capacidad de conservar el dominio sobre el propio entorno, o como el vehículo para lograr que se hagan las cosas. Después pasan a decir que es la fuerza interior necesaria para dominarse uno mismo. El rasgo más sorprendente de todas las respuestas combinadas es que la mayoría define el poder como tener un objeto, ya sea ese objeto algo del mundo externo o del yo. Si bien el poder interior se reconoce como el ideal, en la práctica es menos popular que el poder externo, en primer lugar porque el poder externo es mucho más práctico, y en segundo, porque en cierto modo el poder interno nos exige renunciar a nuestra relación con el mundo físico.
En esta fase de nuestra evolución, tanto en el plano cultural como individual, podemos reconocer que el poder externo o físico es necesario para la salud. La salud es consecuencia directa de los principios espirituales y terapéuticos que asimilamos en la vida cotidiana. La espiritualidad y la psicoterapia contemporáneas subrayan que el poder personal es fundamental para el éxito material y el equilibrio espiritual. Interviene directamente en la creación de nuestro mundo y salud personales.
David Chetlahe Paladin (su verdadero nombre) me contó su vida en 1985; murió en 1986. Su vida es un testimonio de la capacidad humana para lograr una clase de poder interior que desafía las limitaciones de la materia física. Cuando lo conocí irradiaba una especie de fuerza y poder excepcionales, y yo sabía cómo había conseguido lo que tantas personas desean conseguir. David fue uno de mis mejores maestros, una persona que dominaba la verdad sagrada Respetaos mutuamente, y transmitía totalmente a los demás la energía de la sefirá de Yesod y el sacramento de la comunión.
David era un indio navajo que se crió en una reserva durante los años veinte y treinta. A los once años ya era alcohólico. En su adolescencia se marchó de la reserva, vagó durante unos meses y finalmente encontró trabajo en un barco de la marina mercante. Sólo tenía quince años, pero se hizo pasar por un chico de dieciséis.
A bordo del barco se hizo amigo de un joven alemán y de otro indio estadounidense. Juntos viajaron a los puertos de escala de todo el océano Pacífico. David se dedicaba a dibujar, como pasatiempo. Uno de los temas que dibujaba eran los búnkers que estaban construyendo los japoneses en las diversas islas de los Mares del Sur. Era el año 1941.
Sus dibujos de búnkers cayeron finalmente en manos de los militares estadounidenses. Cuando fue llamado a filas, supuso que continuaría su trabajo de dibujante, pero lo enviaron a participar en una operación secreta contra los nazis. El ejército había reclutado a indios navajos y de otras tribus para formar una red de espionaje. Los agentes se situaban detrás de las líneas enemigas y transmitían información a la base principal de operaciones en Europa. Dado que todas las transmisiones por radio podían ser interceptadas, se utilizaban idiomas indios para evitar que el mensaje fuese interceptado.
En una ocasión en que David estaba detrás de la línea enemiga, fue sorprendido por soldados nazis. Los nazis lo torturaron de muchas formas, entre otras, clavándole los pies al suelo y obligándolo a permanecer de pie durante varios días. Después de sobrevivir a ese horror, fue enviado a un campo de exterminio porque era <de raza inferior>. Cuando lo estaban empujando para que subiera a un vagón de tren, notó que le metían un rifle en las costillas para que se diera prisa. Se volvió para mirar al soldado nazi: era el joven alemán que había sido su compañero a bordo del barco mercante.
Su amigo alemán consiguió que lo trasladaran a un campamento de prisioneros de guerra, donde pasó los años restantes. Tras la Liberación, los soldados estadounidenses lo encontraron insconsciente y moribundo. Transportado a Estados Unidos, David pasó dos años y medio en coma en un hospital militar de Battle Creek (Michigan). Cuando finalmente salió del coma, tenía el cuerpo tan debilitado por sus experiencias en el campo de prisioneros que no podía caminar. Le pusieron unas pesadas tablillas de refuerzo en las piernas, y con muletas lograba recorrer distancias cortas.
David decidió volver a su reserva, para dar el último adiós a su gente, antes de ingresar en un hospital para veteranos de guerra donde pasaría el resto de su vida. Cuando llegó a la reserva, sus familiares y amigos se quedaron horrorizados al ver el estado en que se encontraba. Se reunieron en consejo para decidir cómo podían ayudarlo. Después del consejo, los ancianos se acercaron a él, le quitaron las tablillas de las piernas, le ataron una cuerda a la cintura y lo arrojaron al agua. <David, llama a tu espíritu -le ordenaron-. Tu espíritu ya no está en tu cuerpo. Si no lo llamas para que vuelva, te soltaremos. Nadie puede vivir sin su espíritu. Tu espíritu es tu poder>.
Según me contó David, <llamar a su espíritu> fue la tarea más difícil de su vida. <Fue más difícil que soportar que me clavaran los pies al suelo. Vi las caras de aquellos nazis. Reviví todos los meses pasados en el campo de prisioneros. Sabía que tenía que desprenderme de mi rabia y mi odio. Apenas podía evitar ahogarme, pero oré para dejar salir la rabia de mi cuerpo. Eso fue lo único que pedí, y mi oración fue escuchada.>
David recuperó el uso total de sus piernas y continuó con su vida. Se convirtió en chamán, pastor cristiano y sanador. También volvió a dibujar y conquistó la fama.
David Chetlhale Paladin irradiaba un tipo de poder que parecía ser la gracia misma. Tras sobrevivir a una confrontación con el lado más oscuro del poder, trascendió esa oscuridad y pasó el resto de su vida sanando y estimulando a las personas a <llamar a su espíritu> para que vuelva de las experiencias que extraen de su cuerpo la fuerza vital.
El tema central de la unión de las energías dualistas de nuestras relaciones es aprender a Respetarnos mutuamente. Utilizando la energía del segundo chakra, la fuerza creadora de la sefirá de Yesod y la visión simbólica del sacramento de la comunión, podemos aprender a querer y valorar las uniones sagradas que formamos entre nosotros durante todos los días de la vida.
Gran parte de la forma en que reaccionamos ante los desafíos externos está determinada por la forma en que reaccionamos ante nosotros mismos. Además de todas las relaciones que mantenemos con personas, también debemos entablar una relación sana y amorosa con nosotros mismos, tarea que pertenece a la energía del tercer chakra.
Preguntas para autoexaminarse
1. ¿Cómo define la creatividad? ¿Se considera una persona creativa? ¿Lleva hasta el fin ideas creativas?
2. ¿Con qué frecuencia dirige sus energías creativas por caminos negativos de expresión? ¿Exagera o adorna la <realidad> para apoyar sus puntos de vista?
3. ¿Se siente a gusto con su sexualidad? Si no es así, ¿es capaz de trabajar para sanar su desequilibrio sexual? ¿Utiliza a personas para su placer sexual, o se ha sentido utilizado? ¿Es lo suficientemente fuerte para respetar sus fronteras sexuales?
4. ¿Cumple su palabra? ¿Cuál es su código de honor personal? ¿Y el ético? ¿Negocia o vende sus valores éticos según las circunstancias?
5. ¿Tiene la impresión de que Dios es una fuerza que ejerce justicia en su vida?
6. ¿Es una persona dominante o controladora? ¿Se enzarza en juegos de poder en sus relaciones? ¿Es capaz de verse claramente en circunstancias relacionadas con el poder y el dinero?
7. ¿Tiene autoridad sobre usted el dinero? ¿Adquiere compromisos que violen su yo interior para conseguir seguridad económica?
8. ¿Es lo suficientemente fuerte para dominar los miedos concernientes a lo económico y la supervivencia física, o éstos lo dominan a usted y sus actitudes?
10. ¿Qué objetivos personales aún no se ha dedicado a conseguir? ¿Qué le impide actuar para conseguirlos? ..."
Desde mi punto de vista, lo que acaban de leer es una "magistral muestra de Humanismo Divino". Es mi deseo que, hayan gozado de la lectura tanto como yo lo hice; ya sea al leer el libro por primera vez, ya sea mientras releía este texto al transcribirlo. Los invito a que se atrevan a indagar en el interior de cada uno de ustedes, valiéndose de las preguntas que Caroline nos propone. Seguramente, encontrarán respuestas que los llevarán a redescubrir la riqueza que se halla oculta en cada uno de sus Corazones. Es hora de abrirse al AMOR INCONDICIONAL. Nada los detiene. ¡Anímense!.
Desde mi punto de vista, lo que acaban de leer es una "magistral muestra de Humanismo Divino". Es mi deseo que, hayan gozado de la lectura tanto como yo lo hice; ya sea al leer el libro por primera vez, ya sea mientras releía este texto al transcribirlo. Los invito a que se atrevan a indagar en el interior de cada uno de ustedes, valiéndose de las preguntas que Caroline nos propone. Seguramente, encontrarán respuestas que los llevarán a redescubrir la riqueza que se halla oculta en cada uno de sus Corazones. Es hora de abrirse al AMOR INCONDICIONAL. Nada los detiene. ¡Anímense!.
Bendiciones.
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