A
veces, la vida nos sorprende cuando menos lo esperamos. Esto me ocurrió cuando me
topé con unas páginas sueltas, lo suficientemente amarillas como para comprobar
que habían pertenecido a un libro impreso hace unos cuantos años. ¡Y vaya uno a
saber a cuál! … Evidentemente, sería propiedad de algún antepasado en mi
familia a quien le ha interesado el tema de la “longevidad” y cómo lograrla. No
puedo confirmar que haya tenido éxito en tamaño desafío pero sí puedo afirmar
que las reflexiones contenidas en algunas de estas páginas, parecen resultar eternas
… Hoy quiero compartir con todos ustedes, un texto que me ha resultado
sumamente interesante y que dice:
“Siempre
ha sido cosa muy grata para los humanos el alargar esta miserable vida, de la
que a diario decimos mil perrerías.
Si al
que se suicida le fuera dado transmitir los días que voluntariamente desdeña,
sería cosa de ver cuánto valdrían sacados a subasta.
Varios periódicos
franceses se han dedicado de algún tiempo a esta parte a publicar el modo de
prolongar la vita, y a fuer de prácticos, nuestros colegas traspirenaicos no
piden consejo a los médicos sino historia a los viejos.
Mr.
Lodin de la Lalaire, que ha cumplido 98 años, escribe el método que ha seguido.
<
Podéis, -dice al periodista a quien se dirige,- satisfacer la curiosidad de
vuestros lectores dándoles el secreto de mi longevidad, que es el siguiente:
<
Huir constantemente de los licores.
< Comer sin exceso, teniendo cuidado de tomar alimentos todos los días a la misma
hora.
<
Hacer siempre que se pueda la misma vida, todo lo que sean novedades, impresiones
excitantes, en fin, del sistema nervioso, es malísimo.
< En
cuanto al tabaco, aseguran que es nocivo, y yo no lo dudo; pero lo que aseguro
a mi vez es que fumo una montaña de tabaco cada día.
<
Amas mientras se es joven todo cuanto pida el corazón; pero jubilándose
temprano de los quehaceres de Adonis.
< Si
se ve llegar un disgusto -a veces se ven llegar- huir de él, dejar el negocio o
la mujer que lo puedan procurar, y si el disgusto es inevitable, hacer que no
le importe a uno, que aunque parezca mentira, algo y aún mucho puede hacer en
esto la firme voluntad.
<
Esto es lo que se me ocurre como más saliente. Siguiendo estas reglas he
logrado ser algo más que mayor de edad y no verme precisado a llamar al médico.
< La
primera vez que he solicitado los servicios de un doctor ha sido a los 96 años,
para que me curara la primera enfermedad que he padecido.
<
Soy un hombre que ha tenido el sarampión a los 96 años.
< Si
se juzga por ahí resulta que estoy comenzando a vivir.>
Bueno
será tener en cuenta que antes de este señor dijo otro jovencito de 100 años
que lo mejor era no seguir método ninguno, comer cuando se siente gana, dormir
cuando se tiene sueño, dar gusto al cuerpo y nada más.”
Llegados
a este punto, me pregunto: ¿cuál será el verdadero secreto para llegar a vivir
100 años y no morir en el intento …? Sin
duda alguna, habrá que averiguarlo por cuenta propia …
Bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario