sábado, 2 de mayo de 2015

Sobrepeso: un intento fallido de protegerse...



En esta oportunidad quiero abordar un tema que, en mi opinión, resulta de interés común. Es sabido que una de las patologías más extendidas a nivel mundial es la del “sobrepeso”. Creo que poco importa el haber pasado por una situación de sobrepeso o no; nadie está exento de padecerla alguna vez en su vida. Para quienes no saben de qué se trata como para aquellos que poseen conocimientos al respecto -ya sean profundos o no-, entiendo que les será sumamente interesante conocer el enfoque que en el capítulo 21 del libro “Manifestación radical” – El arte de crear la vida que quieres, nos presenta su autor, Colin Tipping (reconocido autor, docente y conferenciante de fama internacional. Es una autoridad mundial en la aplicación de la terapia del Perdón Radical y de la Manifestación Radical, métodos enfocados a sanar y potenciar a las personas, las empresas, los pueblos y las comunidades).

Como dije anteriormente, en el capítulo 21 -más precisamente en las páginas 133 a 141- tomamos conocimiento acerca de:



“…EL SOBREPESO

De un informe de 2002 en la revista Journal of the American Medical Asociation se desprende que dos tercios de la población adulta estadounidense padece sobrepeso. Cientos de miles de personas se gastan millones de dólares cada año intentando perder peso con dietas, ejercicios, medicamentos, suplementos, hipnosis y otros medios de control de peso. La mayoría de ellos fracasan a largo plazo. Quizás produzcan una pérdida de peso a corto plazo, pero éste vuelve invariablemente. Los únicos programas que parecen tener un modesto grado de éxito son los que como Weight Watchers proporcionan apoyo comunitario importante y continuado, de naturaleza psicológica y relacionado con al estilo de vida.

La gran mayoría de los programas se concentran en los factores físicos de la ganancia de sobrepeso e ignoran prácticamente o, en el mejor de los casos, reconocen de pasada los factores emocionales.

Por eso mi intención en esta sección es tratar algunos de los temas emocionales que parecen explicar por qué la gente acumula peso y adopta patrones de comportamientos que no hacen más que acentuar el problema.

Lo físico y lo emocional

En mi experiencia ayudando a la gente a tratar sus temas emocionales mediante el Perdón radical, he notado que los temas emocionales de una persona se reflejan a menudo en su cuerpo físico de una manera u otra.

Pueden manifestarse como enfermedad, destrucción de tejidos, etc., no obstante, para la mayoría de la gente es como exceso de peso.

La proporción entre factores físicos y emocionales determinantes en la ganancia de peso es difícil de precisar, pero me atrevería a estimar que la mayoría de los problemas de peso se basan aproximadamente en un 75 por 100 en factores de naturaleza física y el estilo de vida y un 25 por 100 en factores emocionales. Obviamente, estas cifras pueden variar según las personas. He conocido personas para las que dicha proporción era inversa. No obstante, es una falsa diferenciación puesto que muchos de los factores físicos tienen una causa emocional, o como mínimo un componente emocional.

Los factores físicos

Los factores físicos incluyen más o menos elementos con los que las personas nacieron, como el tipo de cuerpo, el metabolismo, la inapetencia por cierta comida, el grupo sanguíneo, la genética y en general la predisposición a retener kilos.

Factores de estilo de vida

Estos incluyen cosas como el ejercicio, el estrés, preferencias adquiridas por cierta comida, adicciones, hábitos de comida, abuso de sustancias, comer demasiado, etc. La presión de los demás, las normas culturales, la influencia de los medios de comunicación e incluso la mismísima industria de las dietas contribuyen al problema con su constante obsesión por las modas alimenarias y de estilo de vida.

No diré mucho más acerca de los factores físicos y de estilo de vida en esta sección. Existen cientos de libros que tratan de ellos y tengo poco o nada que añadir al respecto. Lo que sí quiero subrayar es que dichos factores, y en particular los de estilo de vida, pueden ser modificados energéticamente usando el proceso de Manifestación radical. En tal caso, estaríamos usando la ley de atracción para atraer el tipo de apoyo necesario para manifestar el cuerpo que queremos.

Dicho esto, sin embargo, he dejado claro que para que podamos manifestar lo que sea, nuestro campo energético debe estar relativamente despejado y nuestra vibración debe ser alta. Los temas del cuerpo no son una excepción. Si tenemos asuntos emocionales subyacentes a nuestros problemas de peso, es preciso despejarlos primero a fin de poder hacer ese tipo de cambios. Esto significa utilizar la técnica del Perdón radical antes de hacer el proceso de manifestar el <cuerpo ideal>.

De nuevo <¡Son las emociones, estúpido!>

Tengo claro que nuestros cuerpos reflejan nuestra salud emocional. Mucha gente se las arregla con sus emociones suprimiendo y reprimiendo sus sentimientos, lo cual es una estrategia sumamente insana. El bagaje emocional suprimido puede manifestarse como enfermedad o literalmente como bagaje en forma de exceso de peso.

Ninguna dieta acabará con el exceso de grasa física si ésta sirve a un propósito emocional. Su función más común es la de proteger. Puede ser protección de una herida generalizada y del rechazo, pero a menudo es para protegerse de un ataque sexual imaginario o real.

Protección

El abuso sexual sufrido por los niños a manos de padres, abuelos, familiares políticos, el novio de la madre, hermanos, canguros y otros es galopante en nuestra sociedad. La estimación es que un adulto de cada cinco fue agredido sexualmente en su infancia.

El único medio que un niño indefenso tiene para gestionar ese tipo de cosas es con los mecanismos de negación, represión y desvinculación. No obstante, tales agresiones dejan una poderosa marca energética en el cuerpo, generada y sostenida por una potente mezcla de miedo y culpa. La culpa viene de que casi siempre el niño piensa que es culpa suya. A menudo, esto empeora mucho las cosas porque su propia madre se niega a creerle si llega a juntar suficiente valor para contárselo. El resultado es que termina simplemente aún más condenado y castigado.

El cuerpo se acuerda

Aunque la mente lo bloquee todo, la estructura celular del cuerpo recuerda todo demasiado bien y procura protegerse apilando grasa en aquellas partes del cuerpo antes más afectadas y que considera más vulnerables. Esto no sólo proporciona un muro de protección física contra la agresión, sino además protección psíquica.

Ser atractivo es peligroso

La mente llega a la conclusión que ser atractivo físicamente es un ofrecimiento arriesgado; así, la mejor manera de resguardarse de insinuaciones físicas es volverse indudablemente repelente. ¿Qué mejor manera de volverse sexualmente no atractivo que siendo obeso?

El autoodio

El cuerpo también puede acumular exceso de peso como una manera de reforzar los sentimientos de insuficiencia y de no ser amado. Se autocumple entonces una profecía que se alimenta de sí misma. Cuanto peor me sienta conmigo mismo, más gordo me vuelvo. Cuanto más engordo, peor me siento conmigo mismo. Y así cada vez más y más.

No es fácil saberlo con certeza, pero me atrevo a estimar que más de la mitad de los obesos lo están por haber sepultado profundamente un dolor emocional del que no son conscientes o con el que no quieren tratar.

La solución

La respuesta evidente es el Perdón radical. Es la técnica que cientos de víctimas de abuso sexual y de otras formas de abuso han utilizado para neutralizar y disolver patrones de energía que mantenía la culpa, la vergüenza y el miedo congelados en sus cuerpos y envueltos en grasa.

La gran ventaja del planteamiento del Perdón radical es que no necesita que la persona recuerde lo que pasó ni vuelva a atravesar el dolor de revivir la experiencia. Sorprendentemente, el proceso basta.

Terapia para terapeutas

Es bien conocido que las personas que ejercen una profesión de ayuda tienden a elegir esa línea de trabajo para tratar el dolor de los demás en lugar de ocuparse del suyo. Muchos profesionales ahí fuera que se <especializan> en trabajar con víctimas de abuso sexual, son en gran parte ellos mismos <supervivientes> que no han sanado su propio dolor. Como se niegan a enfrentarlo, lo mantienen sepultado y alejado de su plena consciencia.

El problema es que proyectan inconscientemente su propia rabia reprimida en sus pacientes y los animan a participar en toda clase de actividades que parecen algo sano de llevar a cabo pero en realidad sólo son formas de revancha disfrazada. El resultado es que la gente se queda atrapada en Victimlandia y no sana. Siguen viéndose como <víctimas de abuso> o como <supervivientes de abuso> y siguen acumulando grasa funcional a modo de protección.

Por ejemplo, es una moda que los terapeutas insistan en que la persona se enfrente a su acosador y lo acuse de su crimen. Aún estoy esperando algún tipo de resultado sanador. Eso empeora drásticamente la relación e incrementa el dolor para ambas partes. Lo que sí parece es que el terapeuta ¡se siente mucho mejor!

Con el Perdón radical, el enfrentamiento no es necesario. De hecho, es contraproducente. Es mejor que la tarea se realice de modo energético y, al menos de entrada, sólo en la consciencia de la persona que está perdonando. Se extenderá luego naturalmente a todos los demás involucrados.

Una experiencia energética

El volumen de dolor que la persona siente es directamente proporcional a la energía emocional invertida en torno al hecho, no tanto en el hecho mismo sino en la <historia> acerca de lo que ocurrió. (La historia se compone de todos los pensamientos, supuestos, creencias, sentimientos, recuerdos y miedos conectados con el abuso. La mayor parte se encuentra reprimida y por consiguiente en el inconsciente).

Esto no quiere decir que el dolor no sea real, pero evidente es que la energía emocional invertida en la historia es responsable de un volumen desproporcionado de sufrimiento. (El dolor es lo que sentimos directamente frente a un acontecimiento. El sufrimiento es una consecuencia de los pensamientos y las creencias que creamos a partir del evento).

Por ejemplo, es típico que las víctimas de abusos hayan creado creencias tan autodespreciativas e hirientes como: <Soy defectuoso; no soy bueno; no merezco respeto; no cuento; mis necesidades no importan; estoy estropeado; estoy sucio; no puedo decir que no; nunca me valorarán por lo que soy, etc.>. Esto es lo que crea el sufrimiento.

La energía emocional invertida acaba cristalizando en un campo de energía sumamente integrado y localizado en el cuerpo. Es ese campo energético el que ancla la historia y mantiene vivo el sufrimiento. […]
 
Entonces, el modo de sanar el dolor y el sufrimiento es sencillamente disolver ese campo energético que al colapsarse hace que la historia misma pierda su poder y empiece a marchitarse. Para nada es necesario escarbar en el pasado, revivir la experiencia o enfrentarse al acosador. […]

El proceso de Perdón radical no sólo consigue que la persona que perdona se sienta mejor y que se colapse el campo energético ligado con su propia historia personal, sino que se empieza a colapsar el campo energético que envuelve la situación de abuso y todos los involucrados, incluido el acosador. Porque todos pertenecen al mismo <campo morfo-genético>, todos lo sienten y usan su libre albedrío para responder de la manera que mejor les sirva espiritualmente.

Salvo la persona que perdona, ninguna de las personas involucradas es consciente de que algo cambia porque todo ocurre a nivel energético. Sin embargo, pueden empezar a sentirse de otra manera y quizás espontáneamente hagan algo como comunicarse o tomar alguna iniciativa que conduzca a algún tipo de autentica sananción. Por experiencia sabemos que ese tipo de cosas ocurre y la probabilidad de que se opere de esta manera es mucho mayor que a través de la confrontación.

También resuelve el dilema de si el abuso tuvo o no lugar. Numerosas personas tienen lo que llamamos reminiscencias o recuerdos espontáneos de episodios de abusos en su tierna infancia, y a menudo se sienten inseguros acerca de la fiabilidad de esos recuerdos. Por ejemplo, existe la teoría de que un terapeuta con temas de abusos no resueltos pueda transferir su energía al cliente. Incluso podría ser el recuerdo de vidas anteriores o un goteo proviniendo del inconsciente colectivo.

Cuando nos ocupamos de ello con el Perdón radical, ninguna de esas posibilidades es determinante. Sea cual sea el origen del campo energético, éste se disuelve. La persona es libre de seguir adelante con su vida, nadie es acusado, con o sin motivo, y las probabilidades de sanar las relaciones son buenas. Todo el mundo sale ganando.

Modificar hábitos

El hecho de soltar las razones emocionales de mantener sobrepeso es un gran paso hacia delante, no obstante, quien desee perder peso tendrá que prestar cierta atención a ajustar algunos de los hábitos físicos y de estilo de vida que ha adoptado a lo largo de los años y le han apoyado en la utilización del peso como protección.

Herramientas para sanar las causas de la acumulación de peso

A quien  tenga temas de sobrepeso y perciba que éste pueda estar relacionado con experiencias y traumatismos pasados, le recomiendo que considere seguir el programa de pérdida de peso (info@perdonradical.es) A lo único que tendrás que renunciar en ese programa es a las historias que te hicieron engordar. …”

  
Desde mi punto de vista, un enfoque absolutamente innovador. Un método que brinda respuestas y soluciones que pueden ser puestas en práctica por cualquier lector. Una obra increíblemente esclarecedora en este aspecto y en otros tantos que en ella se plantean. En mi opinión: ¡imperdible!

Ustedes, ¿están dispuestos a crear la vida que quieren? …

 

Bendiciones.

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