miércoles, 17 de abril de 2013

AMOR INCONDICIONAL: UNA VIDA SIN LIMITES ...


Sucedió como al pasar. Fue algo inesperado aunque, pensándolo mejor, pueda llegar a decir  que -en realidad- yo estaba esperando algo, buscando algo y que ese algo podría llamarse una “Revelación”. Esa tarde, algo me llevó hacia El. Algo dentro de mí, guiaba mis pasos. De repente, me vi entrando. Una vez allí, comencé a mirar entorno. Esquivé graciosamente algunas mesas y, por fin, me dirigí hacia una de ellas. Había una gran variedad de opciones, pero una en particular concentró toda mi atención: allí estaba El. Su porte erguido. Su sonrisa sincera. Su rostro angelical. Me sentí inmediatamente atraída por El. Y entonces, ni lerda ni perezosa, lo tomé entre mis manos. No hizo falta efectuar un pormenorizado análisis del mismo para darme cuenta que -sin duda alguna- había encontrado una verdadera joya de incalculable valor. Una Amorosa sensación de Paz inundó mi Alma en esos mágicos instantes. Presurosa caminé hacia el mostrador, y le indiqué al empleado de turno que lo había elegido para llevármelo. Una vez concluido el trámite pertinente, saludé y salí a la calle portando una gran sonrisa en mis labios y una maravillosa sensación en todo mi Ser; una experiencia sensible que podría definirse como “de estar profundamente enamorada”.

Su nombre es Nick Vujicic (conferencista motivacional y director de la organización sin fines de lucro Life Without Limbs.). Autor del libro titulado “Una vida sin límites”, y tal como puede leerse en la contratapa del mismo, “… Nick nos cuenta la historia de sus discapacidades físicas y de la batalla emocional que ha librado para enfrentarlas como niño, adolescente y, ahora, como adulto. … Nick comparte con nosotros cómo su fe en Dios ha sido una fuente central de fuerza y explica que una vez que encontró su propósito -inspirar a los demás para hacer de sus vida y del mundo algo mejor-, descubrió la confianza suficiente para construir una existencia productiva y provechosa ¡sin límites!. También ofrece consejos prácticos para disfrutar a diario de momentos de satisfacción y felicidad confiando en los demás, construyendo relaciones benéficas y encontrando fuerza en el camino. Motiva al lector mediante su experiencia, demostrando cómo aprendió a aceptar aquello que no podía controlar y enfocándose en lo que sí podía transformar para tener una vida plena.”


Atraída por el título y la foto impresa en la portada del libro, comencé su lectura casi de inmediato. Nada más leer unas palabras suyas escritas en la solapa interior de la tapa, fue suficiente para que me embargara una increíble emoción:

“De verdad creo que mi vida no tiene límites. Quiero que tú te sientas igual respecto a tu existencia sin importar cuáles sean tus retos y tus obstáculos. Antes de comenzar este viaje juntos, quiero que te tomes un momento para pensar en las limitaciones que tú te has impuesto o aquellas que otros han puesto en tu camino. Ahora, piensa cómo sería sentirse libre de esas limitaciones.¿Cómo sería tu vida si cualquier cosa fuera posible?.” (*)

Y a medida que avanzaba con la lectura de las páginas, las lágrimas empezaron a rodar por mis mejillas.

¡Cuánto AMOR INCONDICIONAL me transmitía! ¡Cuánta FE y ESPERANZA se renovaban en mi Corazón ante el testimonio de una VIDA tan PLENA, tan FECUNDA, tan AUTENTICA! ¡DIOS me hablaba a través de la existencia de Nick, en toda su humanidad!.

Más que motivada por semejante manifestación o, también podría decirse, “revelación de DIOS”, decidí compartir con ustedes algunos fragmentos extraídos del libro. Fragmentos que -a mi entender- pueden operar como una suerte de “propulsores de la transformación”, para quienes así lo deseen.

“… Había tenido un mal día en la escuela y, cuando se lo dije a mamá, lloró conmigo. Le dije que estaba cansado de no tener brazos ni piernas. Compartió mis lágrimas y me dijo que ella y papá habían logrado entender que Dios tenía un plan para mí y que algún día El mismo me lo revelaría. (…) Yo ya era bastante inseguro, pero enterarme de que mi propia madre ni siquiera había soportado verme, fue… bueno, imagínate cómo te sentirías. Me sentí herido y rechazado, pero luego pensé en todo lo que mis padres habían hecho por mí. Me habían demostrado su amor incontables veces. (…) Hemos seguido compartiendo nuestros sentimientos y temores. Mis padres me han ayudado a entender cómo fue que su fe les permitió ver que yo estaba destinado a servir a un propósito de Dios. En general, fui un niño con determinación y entusiasmo. Mis maestros, otros padres y algunos desconocidos les dijeron a mis padres que mi actitud era inspiradora. Por mi parte, logré ver que, sin importar la dimensión de mis desafíos, mucha gente tenía cargas más pesadas que la mía.

Hoy en día, en mi viajes alrededor del mundo, puedo presenciar un sufrimiento avasallador; eso me hace sentir agradecido por lo que tengo y disminuye mi inclinación a enfocarme en aquello de lo que carezco. He visto niños huérfanos con enfermedades atroces, mujeres jóvenes forzadas a vivir en la esclavitud sexual, hombres que fueron encarcelados por ser pobres y no poder pagar una deuda….”

En la introducción, nos encontramos con una declaración que nos deja sin palabras, la cual voy a resaltar y subrayar:

“… Mis padres son cristianos devotos; sin embargo, cuando nací sin brazos ni piernas se preguntaron qué era lo que Dios había planeado al crearme. Al principio asumieron que no habría esperanza ni futuro para alguien en mis condiciones, que nunca podría tener una vida normal o productiva.

No obstante, hoy mi vida es mucho más grande de lo que pude haber imaginado. Todos los días conozco a gente nueva por medio del teléfono, el correo electrónico, los mensajes de texto y de Twitter. La gente se me acerca en los aeropuertos, hoteles y restaurantes. Me abrazan, me dicen que, de alguna manera, he tocado sus vidas. He sido profundamente bendecido. Soy espectacularmente feliz. …

… Cuando entré en los difíciles años de la adolescencia, el tiempo en que todos nos preguntamos cuál es nuestro sitio, mis circunstancias me causaron desesperación, la sensación de que nunca sería <normal>. No había manera de ocultar que mi cuerpo era diferente al de mis compañeros de clase. Aunque traté de realizar actividades ordinarias como nadar y andar en patineta, sólo lograba darme cuenta, cada vez más, de que sencillamente había cosas que nunca podría hacer.

Claro que tampoco fue de gran ayuda que algunos chicos crueles me llamaran <engendro> y <alienígena>. Por supuesto, soy demasiado humano y deseaba ser como los demás a pesar de que no tenía gran oportunidad de lograrlo. Quería que me aceptaran, pero sentía el rechazo. Quería pertenecer, pero no parecía ser posible. Al final, me había topado con un muro.

Me dolía el corazón, estaba deprimido y los pensamientos negativos me abrumaban; no le encontraba ningún sentido a mi existencia. Incluso cuando estaba rodeado por mi familia y mis amigos, me sentía solo. Me preocupaba ser siempre una carga para aquellos a quienes amaba.

Pero estaba muy, muy equivocado. Podría llenar un libro enumerando todo lo que ignoraba en aquellos días oscuros: un libro como el que sostienes ahora. En las siguientes páginas te ofreceré métodos para encontrar esperanza aun en medio de los más arduos desafíos y las peores tribulaciones. Voy a iluminar el camino que lleva al otro lado de la pena, ahí en donde puedes resurgir con más fuerza, determinación y poder para buscar la vida que deseas y, tal vez, para que incluso encuentres una vida más grande de lo que te imaginas.

Si tienes el deseo y la pasión para hacer algo y si esa es la voluntad de Dios, lo lograrás. (*) La anterior es una frase muy poderosa, pero, para ser honestos, yo no siempre creí en mí. Si has visto alguna de mis charlas en internet, te puedo decir que la felicidad que ahí muestro y que brilla a través de esos videos es resultado de un viaje que he realizado. Al principio no tenía todo lo que necesitaba, por lo que tuve que conseguir varios atributos importantes en el camino. Descubrí que para vivir sin límites necesitaba lo siguiente:

  • Un poderoso sentido de mi propósito.
  • Esperanza inquebrantable.
  • Fe en Dios y en las posibilidades infinitas.
  • Actitud con altura.
  • Un espíritu valeroso.
  • Disposición a cambiar.
  • Un corazón confiado.
  • Ansia de oportunidades.
  • La habilidad de evaluar riesgos y de reírme de la vida.
  • La misión de servir primero a otros.

Cada capítulo de este libro se enfoca en uno de estos atributos. Los he explicado de forma que puedas aplicarlos en tu propio viaje hacia una vida plena y llena de significado. Te los ofrezco porque comparto el amor que Dios tiene por ti y porque deseo que experimentes todo el gozo y la plenitud que El te ha otorgado.

Si tú eres una de las muchas personas que luchan a diario, recuerda que, más allá de mis batallas, a mí me esperaba un propósito en la vida. Ese propósito ha demostrado tener un alcance mucho, mucho, muchísimo más grande del que yo jamás hubiera imaginado.

Podrás encontrarte con momentos difíciles, podrás caer y sentir que no tienes fuerza para levantarte: yo conozco esa sensación porque todos la hemos experimentado. La vida no siempre es fácil, pero cuando nos sobreponemos a los desafíos nos hacemos más fuertes y agradecemos las oportunidades que se nos han presentado. En realidad, lo que más importa son aquellas vidas que tocas a lo largo del camino y la manera en que terminas tu viaje.

Yo amo mi vida tanto como tú la tuya. Juntos, podemos lograr más, el número de posibilidades que nos esperan es ridículo. Así que, ¿qué dices?, ¿lo intentamos, amigo? …”.

(*) resaltar y subrayar es de mi autoría.

¿Qué más podría agregarse?. Particularmente, creo que está todo dicho. Sin embargo, aun me queda por decir:

NICK VUJICIC

UN MAESTRO
UN ANGEL
AMOR DE DIOS EN UN CUERPO DIVINO

¡GRACIAS POR EXISTIR!


Bendiciones.

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