martes, 30 de abril de 2013

AMAR ES DAR TODO ...


En esta oportunidad quiero compartir, con todos ustedes, una hermosísima historia -de autor desconocido- que puede leerse en el libro titulado “Cuentos con Alma”, el cual responde a la intención de Rosario Gómez de reunir una serie de cuentos que inspiran, enseñan o divierten; ya sean antiguos o modernos; ya sean anónimos o no. Como bien dice en la contratapa del libro “(...)Es universal todo lo que viene a enseñarnos AMOR, porque el AMOR traspasa las fronteras y domina todos los idiomas, es incluyente, es palabra de Dios. Esta es una recopilación de Cuentos con Alma, para disfrutar, compartir y aprender de esta palabra tan cortita, tan fácil de pronunciar y tan gratificante de vivir ... que es: EL AMOR.”

Sin duda alguna, una lectura que aporta caricias para el Alma. Una lectura que se percibe con todos los sentidos y que penetra hasta lo más profundo del Corazón. Una lectura que nos pone en conexión con nuestro verdadero SER. Una lectura que nos transporta hasta el Paraíso. Un camino que podemos recorrer en la página 144 y 145, cuando dice que:

“El hombre estaba tras el mostrador, mirando la calle distraídamente. Una niñita se aproximó a la tienda y apretó la naricita contra el vidrio del escaparate. Los ojos de color del cielo brillaban cuando vio un determinado objeto. Entró en la tienda y pidió ver el collar de turquesa azul.
- Es para mi hermana. ¿Puede hacer un paquete bien bonito?-dijo ella.
El dueño de la tienda miró desconfiado a la niñita, y le preguntó:
- ¿Cuánto dinero tienes?
Sin dudar, sacó del bolsillo de su ropa un pañuelo todo atadito y fue deshaciendo los nudos. Colocó el dinero sobre el mostrador, y dijo feliz:
- ¿Esto alcanza?-eran apenas algunas monedas las que exhibía orgullosa-. ¿Sabe?, quiero dar este regalo a mi hermana mayor. Desde que murió nuestra madre ella cuida de nosotros y no tiene tiempo para ella. Es su cumpleaños y estoy segura que quedará feliz con el collar, que es del color de sus ojos.
El hombre fue hacia la trastienda, colocó el collar en un estuche, lo envolvió con un vistoso papel rojo e hizo un trabajado lazo con una cinta verde.
- Toma-dijo a la niña. Llévalo con cuidado.
Ella salió feliz, corriendo y saltando calle abajo.
Aún no acababa el día cuando una linda joven entró en la tienda. Colocó sobre el mostrador el ya conocido envoltorio, desecho, e indagó:
- ¿Este collar fue comprado aquí? ¿Cuánto costó?.
- ¡Ah!-habló el dueño de la tienda-. El precio de cualquier producto de mi tienda es siempre un asunto confidencial entre el vendedor y el cliente.
La joven exclamó:
- Pero mi hermana tenía solamente algunas monedas. El collar es auténtico, ¿no? Ella no tendría dinero para pagarlo.
El hombre tomó el estuche, lo envolvió de nuevo con extremo cariño, colocó la cinta y lo devolvió a la joven. Le dijo:
- Ella pagó el precio más alto que cualquier persona puede pagar:

<ELLA DIO TODO LO QUE TENIA>

El silencio envolvió la pequeña tienda y dos lágrimas rodaron por la faz emocionada de la joven en cuanto sus manos tomaban el pequeño envoltorio.

Autor desconocido


La verdadera donación es darse por entero, sin restricciones. La gratitud de quien ama no conoce límites para los gestos de ternura. Agradece siempre, pero no esperes el reconocimiento de nadie. Gratitud con amor no sólo reanima a quien recibe, reconforta a quien ofrece.


 Bendiciones.

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