En
esta oportunidad, quiero compartir con todos ustedes, un texto que pueden encontrar
en el libro titulado “Las cartas secretas del Monje que vendió su Ferrari”,
cuya autoría lleva el sello inconfundible de Robin Sharma (profesor de derecho
con una distinguida carrera como abogado en Estados Unidos; autoridad mundial
en autoliderazgo, también autor de “MegaLiving!”, “The Gandhi Factor”,
“Descubre tu destino con el monje que vendió su Ferrari” -entre otras
publicaciones-; conferenciante y director de seminarios y -hoy en día- uno de
los autores más leído en el mundo). Robin, significa -para mi- una personalidad
que se ha convertido en un referente válido. A través de la lectura de sus
obras se descubre, frente a nuestros sentidos, toda una “Filosofía de Vida” que
aporta una “bocanada de aire fresco” en los actuales tiempos de crisis. La
Humanidad está llamada a dar un paso decisivo en su evolución. Para ello es
menester que cada uno de los individuos que la conforman, también se encaminen hacia
una transformación personal; evolución que se traducirá en un incremento en el
nivel de Consciencia. Debemos aceptar esto como una llamada de atención que
requiere “urgente respuesta” de nuestra parte.
Para
que podamos ir transitando este camino que -a veces- se presenta ante nuestras
percepciones como escarpado y tortuoso, unos cuantos Maestros nos alientan a
perseverar pacientemente hasta lograr alcanzar la meta. A tal fin, Robin (en
las páginas 283 a 287 y bajo el título de “Las cartas que acompañan a los
talismanes”) nos dice que:
“El poder de la autenticidad
El regalo más importante que podemos
hacernos a nosotros mismos es el compromiso de vivir nuestra auténtica vida.
Ser sinceros con nosotros mismos. No obstante, no es una tarea fácil. Debemos
romper con aquello con lo que la sociedad intenta seducirnos y vivir la vida
según nuestros principios, con nuestros propios valores y en consonancia con
nuestros sueños primigenios. Debemos despertar a ese yo oculto; explorar los
anhelos más profundos, más invisibles, las habilidades y debilidades que nos
hacen ser quienes somos. Debemos entender dónde hemos estado y adónde vamos.
Cada decisión que tomemos, cada paso que demos, debe estar investido de ese
compromiso de vivir la vida siendo sinceros y coherentes con nuestro yo
auténtico y solo con ese yo. Y, a medida que avancemos, tendremos la certeza de
experimentar una fortuna que irá más allá de cualquier riqueza jamás imaginada.
Acoge tus miedos
Lo que nos retiene en la vida es la
arquitectura invisible del miedo. Nos hace permanecer en nuestras zonas de
bienestar, que son, en realidad, los lugares menos seguros en los que vivir. De
hecho, el mayor riesgo en la vida es el de no correr riesgos Sin embargo, cada
vez que hacemos aquello que tememos, recuperamos la fuerza que nos ha robado el
miedo, porque nuestra fuerza reside del otro lado de nuestros temores. No puede
haber concesiones. Cada vez que asumimos el malestar que generan el crecimiento
y la evolución, nos volvemos más libres. Cuantos más miedos afrontemos, más
poder recuperaremos. De esta forma, nos volvemos no solo valientes, sino
poderosos, y logramos vivir la vida de nuestros sueños.
Vive con amabilidad
Es importante recordar que, al igual que
nuestras palabras son la expresión verbal de nuestros pensamientos, nuestras
acciones son la manifestación de nuestras creencias. Ninguna acción, sin
importar lo pequeña que sea, es insignificante. La forma en que tratamos a una
sola persona define cómo tratamos a todo el mundo, incluidos nosotros mismos.
Si no respetamos a los demás, no nos respetamos a nosotros mismos. Si somos
desconfiados con los demás, somos desconfiados con nosotros mismos. Si somos
crueles con los demás, seremos crueles con nosotros mismos. Si no podemos
apreciar a quienes nos rodean, no nos apreciaremos a nosotros mismos. Con cada
una de las personas que nos relacionamos, con todo lo que hacemos, debemos ser
más amables de lo que se espera que seamos, más generosos de lo que se prevé, más
positivos de lo que nosotros mismos creemos posible. Cada instante
experimentado frente a otro ser humano es una oportunidad de expresar nuestros
más elevados valores y de influir en alguien con nuestra humanidad. Podemos
lograr que el mundo sea mejor, persona a persona.
Realiza pequeños progresos diarios
La manera en que hacemos las pequeñas
cosas determina la manera en que hacemos todo. Si realizamos las tareas menores
de modo correcto, también tendremos éxito en los esfuerzos más importantes. La
maestría se convierte así en nuestra forma de ser. Pero más importante que esto
es que cada pequeño esfuerzo sirve para realizar los siguientes, para que así,
ladrillo a ladrillo, podamos construir verdaderas maravillas. Esto genera una
gran confianza en uno mismo y se hacen realidad los sueños extraordinarios. Los
verdaderos sabios reconocen que los pequeños progresos diarios siempre derivan
en resultados excepcionales a largo plazo.
Vive lo mejor que puedas y trabaja de
igual forma
No hay trabajos insignificantes en este
mundo. Toda tarea es una oportunidad para expresar el talento personal, para
crear una obra de arte y ser conscientes del genio que podemos llegar a ser.
Debemos trabajar tal como pintaba Picasso: con devoción, pasión, energía y
excelencia. Así, nuestra productividad no solo se convertirá en fuente de
inspiración para los demás, sino que tendrá impacto, pues cambiará las vidas de
quienes nos rodean. Uno de los mayores secretos para vivir la vida de forma
hermosa es llevar a cabo trabajos importantes. Y hacerlo de un modo tan magistral
que los demás no puedan dejar de fijarse en uno.
Escoge bien tus influencias
No vivimos el día a día solos ni al
margen del mundo que nos rodea. Por ello debemos estar siempre atentos con las
personas y las cosas a las que damos cabida en nuestra vida. Es señal de
sabiduría el decidir pasar tiempo en aquellos lugares que nos inspiran y nos
llenan de energía, y relacionarse con esas personas que elevan nuestro espíritu
y nos animan. Tanto en nuestro trabajo como en nuestra vida personal, esos
amigos y conocidos más positivos nos ayudarán a ser la mejor versión de
nosotros mismos y a llevar una vida más trascendental.
Los placeres más simples de nuestra
vida son nuestras mayores alegrías
La mayoría de las personas no descubren
qué es más importante en la vida hasta que son demasiado mayores para actuar en
consecuencia. Pasan gran parte de sus mejores años persiguiendo objetivos que
al final importan poco. Aunque la sociedad nos invita a llenar nuestras vidas
de objetos materiales, la mejor parte de nosotros sabe que los placeres más
simples son los que nos enriquecen y nos llenan. No importa que nuestra
situación sea difícil o acomodada, todos poseemos una gran riqueza de sencillas
bendiciones a nuestro alrededor, a la espera de que la valoremos. Si lo hacemos,
nuestra felicidad aumenta. Nuestra gratitud se propaga. Y cada día se convierte
en un asombroso regalo.
El propósito de la vida es amar
Lo bien que vivas depende de cómo ames.
El corazón es más sabio que la razón. Hónralo. Confía en él. Síguelo.
Lucha por algo superior a ti mismo
No hay personas vivas que estén de más en
este mundo. Cada uno de nosotros está aquí por un motivo, por un propósito
especial, para cumplir una misión. Sí, construye una vida hermosa para ti y
para quienes amas. Sí, sé feliz y pásalo muy bien. Y sí, ten éxito. Siempre
siguiendo tus principios y no tanto los que te sugiere la sociedad. Pero, sobre
todas las cosas, sé importante. Haz que tu vida trascienda, sé útil. Y sé de
utilidad al máximo número de personas. Es la forma en que cada uno de nosotros
puede pasar del reino de lo común a las alturas de lo extraordinario. Y caminar
entre las mejores personas que han existido jamás.”
¡Chapeau! para
un genial Robin que cautiva con cada palabra escrita. ¡Chapeau! para un Robin
que exalta permanentemente la esencia de nuestro verdadero “SER”. ¡Chapeau!
para un Robin que nos ilumina el Alma. ¡Gracias por existir!.
Bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario