jueves, 30 de mayo de 2013

Colesterol: el bueno y el malo ...


En un compartir anterior les he mencionado el libro (editado en tamaño de bolsillo) titulado ”Colesterol – Ideas para controlarlo y prevenirlo”, cuya autoría corresponde a la Dra. Guadalupe Blay Cortés (coordinadora del Grupo de Nutrición y Metabolismo de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia -SEMG-). Como dice en la contratapa de esta edición:

“... En este libro descubrirás:
  • Por qué es necesario el colesterol
  • Qué son el colesterol bueno y el colesterol malo
  • Por qué supone un factor de riesgo cardiovascular si está elevado
  • Cómo influye el consumo de grasa en sus niveles
  • El papel de la fibra
  • Los niños pueden tener colesterol
  • Qué es la hipercolesterolemia familiar ...”

Me parece oportuno, teniendo en cuenta la cantidad de personas que padecen esta enfermedad, acercarles algunas consideraciones contenidas en dicho libro. Al respecto, podemos leer en:

página 6
“... El colesterol es un ácido graso esencial perteneciente a la familia de los esteroles, una sustancia grasa natural presente en todas las células del cuerpo humano y necesaria para el normal funcionamiento del organismo. La mayor parte del colesterol se produce en el hígado, donde es sintetizado y almacenado, y en tejidos glandulares, aunque también se obtiene a través de algunos alimentos. Sólo se encuentra en tejidos animales ... Su función principal consiste en intervenir en la formación de ácidos biliares, vitales para la digestión de las grasas. Es un componente mayoritario del cerebro y de las neuronas. Forma un precursor de la vitamina D, el cual se transforma en vitamina D con la exposición solar. También es precursor de todas las hormonas esteroides como: estrógenos, andrógenos, ácidos biliares, hormonas suprarrenales y progesterona. A partir de él se forman, además, ciertas hormonas, como las sexuales y las tiroideas. Sin embargo, la cantidad de colesterol que circula en sangre no debe superar los niveles normales pues esta molécula constituye el principal factor de riesgo de las patologías cardíacas. ...”

página 10 a 11
“... La sangre conduce el colesterol desde el intestino o el hígado hasta los órganos que lo necesitan. ... podemos hablar de dos tipos de colesterol ...
  • Colesterol malo: el colesterol al unirse a la partícula DHL se deposita en al pared de las arterias y forma las placas de ateroma.
  • Colesterol bueno: el colesterol al unirse a la partícula HDL transporta el exceso de colesterol de nuevo al hígado para que sea destruido.
El organismo tiene unas necesidades limitadas de colesterol. Si existe un exceso (por una síntesis descontrolada o por una mayor ingesta a través de los alimentos) se da un aumento del LDL (o <colesterol malo>), que puede depositarse en las arterias y dificultar la circulación.
Sin embargo, el colesterol HDL o <bueno> es transportado por las lipoproteínas HDL hasta el hígado para ser eliminado y reducir el riesgo de sufrir dolencias cardiovasculares. ...

página 18
“... Cuando las células son incapaces de absorber todo el colesterol que circula por la sangre, el sobrante se deposita en la pared de la arteria y contribuye a su progresivo estrechamiento, originando la arterosclerosis. Pero si un paciente logra mantener muy bajos los niveles de colesterol en sangre puede lograr que ese colesterol pase de la pared arterial nuevamente a la sangre y sea eliminado. Por ello, se recomienda a las personas que han sufrido infarto de miocardio o accidente cerebral que mantengan cifras muy bajas de colesterol para intentar limpiar así sus arterias ...

página 49
“... El contenido en grasas de los diferentes alimentos es muy variable y puede ir desde prácticamente el 100%, como es el caso de los aceites, hasta casi el 0%, como ocurre con muchas frutas. Una forma gráfica de clasificar las grasas presentes en los alimentos es aquella que las divide en:
  • Grasas de adición: son aquellas que, separadas de sus materias primas originales, se utilizan como añadido en las distintas preparaciones culinarias. El ejemplo por excelencia son los aceites.
  • Grasas de constitución: son aquellas contenidas en los alimentos y que no resultan visibles. Dos ejemplos serían las grasas de los alimentos como las almendras o el queso.

página 69
“... La fibra es un componente alimentario que permanece sin digerir a su paso por el tacto gastrointestinal. Dado que absorbe fácilmente el agua, ayuda a que se alcance el volumen necesario para una correcta evacuación. ... Desde el punto de vista técnico, la fibra es un carbohidrato complejo ... Es la porción de los alimentos provenientes de las plantas que no se digiere. ...

página 105
“... Cada día más niños y adolescentes tienen niveles de colesterol mayores de lo normal, aunque lo habitual es que el colesterol alto aparezca a partir de los 30-40 años. La mala alimentación, con un aumento del consumo de comida preparada y productos de bollería (*), que incluyen en su composición grasas trans, y el sedentarismo (videojuegos, televisión,...) lo explican en parte y convierten a los niños en serios candidatos a padecer hipercolesterolemia en el futuro. ...

página 108
“... Según define la Fundación de Hipercolesterolemia Familiar, se trata de una enfermedad hereditaria que se expresa desde el nacimiento y que cursa con un aumento en las concentraciones plasmáticas de colesterol, principalmente LDL. Es un trastorno muy frecuente ... La importancia de su diagnóstico precoz radica en la alta probabilidad de padecer infarto de miocardio u otra enfermedad ateroesclerótica en edades tempranas de la vida. Y es que la enfermedad cardiovascular se manifiesta en más del 50% de los pacientes afectos de hipercolesterolemia familiar antes de los 55 años de edad. ... El defecto principal se produce por una mutación en el gen que codifica el receptor de las LDL, que se encuentra en el cromosoma 19. Estos receptores a nivel hepático son los encargados de eliminar el colesterol de la sangre.”

Esta edición de bolsillo constituye -en mi opinión- un aporte sumamente útil para cualquier Ser Humano que desarrolle la aspiración de conocerse. Tal vez sepamos de memoria un sinnúmero de datos respecto a situaciones, hechos, acontecimientos, etc.; pero me pregunto si conocemos al dedillo nuestra conformación biológica tanto como -por ejemplo- el número de nuestro documento de identidad, nuestra fecha de nacimiento, el nombre la calle en la que habitamos. Tendríamos que tener en cuenta que nuestro cuerpo es el que nos permite transitar por este bendito planeta Tierra. Pensemos qué pasaría si conociéramos el funcionamiento y la utilidad sólo de algunas partes del vehículo que conducimos: en tal caso podríamos estar desaprovechando el uso de alguna o algunas partes y -quizás- utilizando erróneamente otra u otras con el consecuente riesgo de producir su rotura o deterioro.

Para “AMAR” es menester conocer la esencia del objeto de nuestro “AMOR”. Los invito entonces, a que se animen a “AMARSE”, a re-encontrarse con vuestra verdadera esencia: “EL AMOR”. Sea cual sea nuestro aspecto físico, somos “SERES DE LUZ”, estamos hechos a “IMAGEN Y SEMEJANZA DE DIOS”: por ende “SOMOS PERFECTOS”. Espero que estas palabras les sirvan de inspiración para adentrarte en el fascinante ámbito del auto-conocimiento. 


(*) bollería: según el diccionario de la Real Academia Española es el conjunto de bollos de diversas clases que se ofrecen para la venta o el consumo.

 
Bendiciones.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Huevos: ¿Sí o No? ...


Hoy quiero compartir con todos ustedes, algunas reflexiones y conocimientos respecto de este producto de la madre Naturaleza, que el Ser Humano ha decidido denominar “huevo”. Es por demás conocida esa duda existencial que nos lleva a preguntarnos: ¿qué surgió primero: el “huevo” o la gallina?. ¡Qué misterio tan grande!. Algún día, tal vez, la Humanidad pueda llegar a develarlo. Mientras tanto, podemos entretenernos en reflexionar acerca de sus características, propiedades y usos. Ya que forma parte de nuestra vida terrenal al servirnos de alimento, bien podríamos elevar una plegaria al cielo: ¡Que nunca nos falten huevos!. Al margen de ello, es oportuno tener en cuenta que:

  • El “huevo” ha servido de inspiración para dar pie a una leyenda que narra una supuesta respuesta de Colón, a unos comensales que minimizaban  el intento de nuestro afamado Cristóbal de querer llegar a las Indias, argumentando que no resultaba una gran proeza el haber descubierto esas nuevas tierras (en referencia a las Américas).
  • El “huevo” ha tenido la virtud de inspirar también a gustosos del arte culinario, dando origen al tan famoso huevo de Pascua. Recordemos que también suele formar parte de las roscas de Pascua. En mi condición de integrante de la feligresía Cristiana, le estoy muy agradecida por haberme dado la posibilidad de consumirlo en tan exquisita forma.
  • El “huevo” ha servido de modelo para dar origen a un elemento muy utilizado por las modistas cuando deben zurcir -por ejemplo- medias. En este caso, dicho elemento (los que he conocido son de madera y de forma y tamaño similar al huevo) se introduce en la media y una vez ubicado en el lugar pertinente, se sujeta la prenda de modo que quede en condiciones -hilo y aguja mediante- de ser remendada.
  • La palabra “huevo” ha permitido la aparición de un término -un tanto vulgar- merced al agregado de una “n” al final y una acentuación en la “o”; pasando a utilizarse de este modo, como un adjetivo calificativo.

Dejando de lado los diversos usos que podemos darle al “huevo”, es también importante -a mi criterio- explayarnos respecto a las propiedades que el mismo posee en relación con la alimentación. A continuación, comparto con todos ustedes, una reflexión contenida en la página 58 del libro titulado”Colesterol – Ideas para controlarlo y prevenirlo”, cuya autoría corresponde a la Dra. Guadalupe Blay Cortés (coordinadora del Grupo de Nutrición y Metabolismo de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia -SEMG-):

“... Pero ¿es tan malo el huevo?
Por término medio, dos huevos proporcionan unos 400 mg de colesterol, una sustancia de la que, ... , las recomendaciones actuales proponen no consumir más de 300 mg diarios. El huevo contiene lecitina que impide la absorción del colesterol en el organismo. Por ello, su consumo no eleva el colesterol en sangre. Pero, según los expertos, para reducir el colesterol es más eficaz moderar el consumo de grasas saturadas (embutidos, carnes, bollería...) que el colesterol de los alimentos. De ahí que comer huevos no esté prohibido, sino limitado a tres unidades semanales en el caso de sufrir enfermedades cardiovasculares o colesterol elevado. Algo que también afecta a las personas diabéticas, con problemas circulatorios, obesidad y dolencias hepáticas. Asimismo, habrá que vigilar cómo se prepara. En este sentido es más saludable tomarlo cocido o pasado por agua que frito, en tortilla o revuelto., pues aporta menos grasa. La clara, en cambio, carece de colesterol y puede tomarse a diario. También es importante vigilar con qué se acompaña. ...”

Como podrán observar, si bien consumir “huevo” no está contraindicado para nuestra salud, ello no implica que sea saludable hacerlo en cantidades abundantes. De todos modos, quedará a conciencia de cada uno encontrar la justa medida y disfrutar al consumirlo. Una buena noticia es saber que el “huevo” no es malo; en realidad no es ni bueno ni malo: sencillamente es ... lo demás corre por cuenta de los Seres Humanos que tenemos la bendita costumbre de etiquetar a todo y a todos ...

Llegando ya al final de este compartir y esperando que el mismo los haya instruido y entretenido al mismo tiempo, me permito recordarles -una vez más- que: “TODO ES UNO”, “TODOS SOMOS UNO”. Para “DIOS” todo es “PERFECTO”.


Bendiciones.

martes, 28 de mayo de 2013

El Camino más Fácil para Vivir ...

Así se titula uno de los libros cuya autoría corresponde a Mabel Katz (Contadora Pública que abandonó su redituable profesión para viajar por el mundo enseñando el arte de Ho’ oponopono; estudió por doce años intensivamente con el Dr. Ihaleakalá Hew Len y -en la actualidad- disfruta de su éxito como oradora especial y líder de seminarios con gran demanda en el mundo entero. Es autora y coautora de varios libros. Como resultado de sus logros personales y su generosidad de espíritu, Mabel ha recibido premios a nivel local, nacional y es ahora aclamada a nivel internacional). Gracias a Silvana, una gran amiga y hermana del Corazón, he tomado contacto con este arte ancestral. “El Camino más Fácil para Vivir” – Suelta el pasado, vive el presente y cambia tu vida para siempre, es una lectura absolutamente atrayente, plena de sentido, rebosante de Sabiduría y muy amena. Nos estimula con una claridad impresionante. Nos conecta con Dios (el Universo o como cada uno quiera llamarlo de acuerdo con sus creencias) y nos eleva a alturas insospechadas: nos pone en línea directa con la Divinidad.

En lo que intenta ser un aporte personal, voy a compartir con todos ustedes un texto -de dicho libro- que se encuentra en las páginas 29 a 34 (Capítulo I):

"Eres Perfecto
 ¿Quién soy? Esa es la pregunta más importante y la mayoría de nosotros no tiene ni la menor idea de lo simple que es su respuesta.

Es esencial recordar que todos venimos del Vacío y que la Luz Perfecta nos creó Perfectos, ya que algo perfecto no puede crear algo imperfecto. Perfecto significa libre de opiniones, creencias y juicios.

¡Somos perfectos! Sin embargo, los pensamientos, creencias, opiniones y juicios son imperfectos. A lo largo de nuestras vidas, la sociedad y nuestras experiencias instalan en nuestra conciencia estos programas, estas bases de datos confusas y restrictivas.

Cuando nos damos cuenta de que no somos nuestras memorias, podemos comenzar a observar sin apegarnos al resultado y regresar a nuestro estado de perfección original.

Simplemente, observa tu respuesta a la gente y a las situaciones sin engancharte ni reaccionar. A medida que perfecciones este proceso, te volverás más consciente de tus pensamientos, opiniones y juicios, logrando distanciarte de ellos y permanecer en paz en todas las situaciones. Te liberarás cuando te vuelvas capaz de observar sin etiquetar la situación como buena o mala.

Lamentablemente, nuestra manera normal de funcionar es esperar a que aparezcan  ciertas situaciones antes de decidir, actuar o sentir. Mutamos de acuerdo con las circunstancias externas y creemos que esto es lo que somos. Así es como permitimos que las posesiones, los acontecimientos y la información del exterior definan nuestra identidad.

Para poder recuperar nuestra conexión con lo Divino y la paz interior debemos regresar a nuestra verdadera esencia y saber, en nuestro corazón, que ya tenemos todo. Esto nos permite ser nosotros mismos y comenzar a existir en una realidad de confianza e inspiración, la cual, a su vez, nos trae todo lo que es perfecto para nosotros a cada momento.

En casi todos los casos recibirás más de lo que esperas cuando dejes de definirte según tus circunstancias externas. Una vez que regreses a tu verdadera esencia, la gente te valorará más ya que tú te valoras a ti mismo. Los demás te brindarán reconocimiento por tu amor, respeto y confianza en ti mismo. Este respeto no tendrá nada que ver con tus títulos profesionales o tus posesiones, sino que estará completamente basado en TI. Es un proceso simple y natural. En el momento en que comiences a liberarte, notarás que no es necesario decir demasiado para que la gente comience a preguntar: <¿Qué te has hecho? ¿Qué has estado haciendo? ¡Te ves diferente, más joven!>

Marianne Williamson ha dicho:

Nuestro temor más profundo no es ser inadecuados.
Nuestro temor más profundo es ser inmensurablemente poderosos. Es nuestra luz, no nuestra oscuridad lo que más nos asusta. Nos preguntamos: ¿Quién soy yo para ser brillante, bello, talentoso y fabuloso? En realidad ¿Quién eres para no serlo? Eres hijo de Dios. Tu humildad no le sirve al mundo. No tiene nada de iluminado reducirte para que los demás no se sientan inseguros a tu lado. Todos fuimos puestos aquí para brillar, como los niños. Nacimos para manifestar la gloria de Dios que llevamos dentro. Esto no está sólo en algunos; está en todo el mundo. Y, a medida que permitimos que brille nuestra luz, inconscientemente, damos permiso a los demás para que hagan lo mismo. A medida que nos liberamos del propio temor, nuestra presencia libera automáticamente a los demás.

Cuando eres tú mismo, permites a los demás que sean ellos mismos en tu presencia.

Tal vez sea difícil al principio, pero una vez que hayas tenido esta experiencia de conciencia: la vivencia de estar en cero -libre de opiniones, juicios y expectativas-, querrás regresar a ello lo más frecuentemente posible, aunque sea, por un breve segundo. Y cuanto más practiques, más fácil se te hará permanecer consciente. Tal vez permanezcas consciente por un período corto porque pronto comenzará a repetirse el próximo dato almacenado, dándote otra oportunidad para practicar la conciencia y volver a ser tú mismo.

Más y más te sentirás libre, como un niño que observa todo y admira las maravillas de la vida. Te volverás puro de corazón (*). Y, llegado el momento, te requerirá menos esfuerzo regresar a la vida consciente que seguir la inconsciencia. Estar consciente y ser uno mismo es fácil. Es un proceso natural y, una vez que comiences a practicarlo, recordarás la sensación en tu corazón y en tu cuerpo. Esta regresará cada vez con mayor frecuencia. Este estado de paz y verdadera alegría se logra momento a momento, dejando ir todo lo que no forma parte de tu verdadera esencia.

Recuerda: la seguridad y la felicidad que buscas no están en tus posesiones materiales, tus títulos o tus relaciones personales. Están mucho más cerca de lo que crees.

Absolutamente nada de lo que hay en el mundo exterior puede hacerte sentir completo o perfecto. Todo lo que encuentras en el exterior y que tal vez consideres necesario en este momento sólo te brinda una emoción pasajera. Es un apego y lo más probable es que, tarde o temprano, desaparezca o deje de ser interesante para ti y sufras.

Libérate. Date cuenta de que ya tienes todo lo que necesitas y no precisas nada más. Entrégate y permite que la parte tuya que posee la sabiduría te guíe y te proteja. Regresa a tu identidad perfecta y encontrarás el Reino de Dios y todo lo que necesitas. ¿Dónde? ¡En tu interior!.”

(*) resaltar es de mi autoría.




Bendiciones.




Tu proteges mi vida – Himno de David

Dios mío,
tú eres mi luz y mi salvación;
¿de quién voy a tener miedo?
Tú eres quien protege mi vida;
¡nadie me infunde temor!
Cuando mis malvados enemigos
me atacan y amenazan con
destruirme,
son ellos los que tropiezan,
son ellos los que caen.
Me puede atacar un ejército,
pero yo no siento miedo;
me pueden hacer la guerra,
pero yo mantengo la calma.

Dios mío,
sólo una cosa te pido,
sólo una cosa deseo:
déjame vivir en tu templo
todos los días de mi vida,
para contemplar tu hermosura
y buscarte en oración.
Cuando vengan tiempos difíciles,
tú me darás protección:
me esconderás en tu templo,
que es el lugar más seguro.
Tú me darás la victoria
sobre mis enemigos;
yo, por mi parte,
cantaré himnos en tu honor,
y ofreceré en tu templo
sacrificios de gratitud.

Dios mío, te estoy llamando:
¡escúchame!
Ten compasión de mí:
¡respóndeme!

Una voz interna me dice:
<¡Busca a Dios!>
Por eso te busco, Dios mío.
Yo estoy a tu servicio.
No te escondas de mí.
No me rechaces.
¡Tú eres mi ayuda!

Dios mío,
no me dejes solo;
no me abandones;
¡tú eres mi salvador!
Mis padres podrán abandonarme,
pero tú me adoptarás como hijo.

Dios mío,
por causa de mis enemigos
dime cómo quieres que viva
y llévame por el buen camino.
No dejes que mis enemigos
hagan conmigo lo que quieran.

Falsos testigos se levantan,
me acusan y me amenazan.
¡Pero yo sé que viviré
para disfrutar de tu bondad
junto con todo tu pueblo!
Por eso me armo de valor,
y me digo a mí mismo:
Pon tu confianza en Dios.
<¡Sí, pon tu confianza en él!>


Este texto lo extraje de una nueva edición de la Biblia que presentó la Sociedad Bíblica Argentina. La misma posee la  particularidad de ofrecer una “traducción en lenguaje actual”, lo cual permite comprender -con una gran facilidad- los profundos conceptos del mensaje que Dios quiere transmitirnos por este medio; y dicen que está especialmente aconsejada para su uso en la Nueva Evangelización. A mi criterio, es magnífico que la misma cuente con una carta introductoria del actual Papa Francisco I, Jorge Mario Bergoglio (ex cardenal, arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina), en la que recomienda esta versión a “todos aquellos que con un corazón sencillo quieran abrirse al Señor que nos habla directo como a sus hijos”.




Bendiciones.


viernes, 17 de mayo de 2013

“NO” a los cultos represivos ... “SI” a la autoestima

A poco de comenzar a leer el libro titulado “Enamórate de ti” – El Valor Imprescindible de la Autoestima, y cuya autoría corresponde a Walter Riso (cursó estudios universitarios de psicología, se especializó en terapia cognitiva y obtuvo una maestría en bioética; alterna el ejercicio de la cátedra universitaria con la publicación de textos científicos y de divulgación de diversos medios) me complace compartir -con todos ustedes- una vez más, algunas reflexiones contenidas en él. Como bien puede leerse en la contratapa:

“Desde niños incorporamos conductas de cuidado personal respecto al cuerpo: lavarnos los dientes, bañarnos, arreglarnos las uñas, comer, aprender a vestirnos... Pero ¿y el cuidado psicológico y la higiene mental? ¿Le prestamos suficiente atención? ¿Lo ponemos en práctica? ¿Valoramos la importancia del autoamor?
Una buena autoestima, quererse profundamente, incrementa las emociones positivas. Además, entre otras cosas, permite alcanzar mayor eficacia en las tareas, mejorar las relaciones con las personas, establecer un vínculo más equilibrado con los seres queridos y ganar en independencia y autonomía.
La propuesta de este nuevo libro de Walter Riso es a la vez simple y compleja: enamórate de ti, sé valiente, inicia un romance contigo mismo que te haga cada día más feliz y más resistente a los embates de la vida cotidiana.”

Hablar de Walter y su vasta experiencia en la materia, lleva inmediatamente a reconocer y -por ende- valorar su enriquecedor aporte al compartir, con todos los lectores, sus profundas reflexiones y conocimientos relacionados con las vivencias que experimenta la humanidad en su tránsito terrenal. Sin duda alguna, un referente de excelencia. Un libro que es un deleite para los sentidos y un mimo para el alma.

En las páginas 99 a 105, podemos leer que:

 “... La autoestima puede fortalecerse por medio de diferentes recursos. ... Hemos creado una especie de veneración por un conjunto de atributos que consideramos indispensables para sentirnos <buenas personas>. Hemos pensado que estas características típicamente humanas nos dignifican y enaltecen; nos colocan por encima de otras especies vivientes y nos permiten ir por la vida de manera más digna. ...

... Dichas ideas ritualistas son: el culto a la habituación, el culto a la racionalización, el culto al autocontrol y el culto a la modestia. ... La exaltación desproporcionada de estas cuatro creencias nos lleva, tarde o temprano, al menosprecio y a la subestimación personal.

Si las sigues al pie de la letra serás una persona estable y <acoplada al medio> y a las expectativas que la sociedad y las buenas costumbres esperan de ti. Pero algo estable también puede ser inmóvil, invariable, inconmovible, inalterable, definitivo y constante. Algo así como un árbol o un monumento de granito. Su uso indiscriminado sólo te llevará a la <incultura> del sentimiento y a la incapacidad de expresar lo que piensas y sientes.

  • El culto a la habituación te impedirá innovar y descubrir otros mundos. No te posibilitará el cambio en ningún sentido e irremediablemente te quedarás retrasado. El universo quedará reducido a un paquete de conductas, todas predecibles y establecidas de antemano. Habituarse es acostumbrarse, insensibilizarse, endurecerse. ... Confundirás lo nuevo con lo viejo, irás al norte cuando en realizad quieres ir al sur. ¿Cómo puedes recompensarte a ti mismo si has perdido el don de la sensibilidad y del asombro?
  • El culto a la racionalización te convertirá en una especie de ordenador ambulante. Filtrarás absolutamente todo sentimiento para evaluarlo y saber si es conveniente, adecuado o justificado. El procedimiento te servirá para evitar las malas emociones y mantenerlas a distancia, pero si lo exageras y quieres explicarte lo que no debes o no puedes explicarte, distorsionará las emociones placenteras. Hay veces en que los porqué sobran. ... No todo necesita una explicación racional, del mismo modo que no todo debe ser tomado con sentimentalismo de telenovela. Amo a mis hijas porque las amo, no porque sean buenas, guapas o inteligentes. Amo y punto: lo que menos me interesa en ese amor son los porqué. Los cuestionamientos mal ubicados impiden una percepción completa y estructurada. Hay cosas que no están hechas para pensar, sino para vibrar con ellas (insisto: si no es dañino para ti ni para nadie). ¿Cómo podrás recompensarte a ti mismo si todo debe pasar por la duda metódica y la falta de espontaneidad?
  • El culto al autocontrol será un dique de contención a todas tus emociones y sentimientos. Temerás tanto excederte, que te olvidarás de sentir y de gozar; poco a poco te convertirás en un estreñido emocional. Como ya he dicho antes, un autocontrol moderado y bien discriminado es imprescindible para resistir a más de una tentación destructiva. ... ¿Nunca lloras? Entonces necesitas ayuda. ... ¿Nunca pierdes el control? ... ¿No dejas que aflore la ternura? Entonces debes visitar a un terapeuta ... ¿Cómo sabe tu pareja que la amas? ¿Lo infiere o se lo demuestras? ¿Te ríes a todo pulmón o, en el mejor de los casos, sólo sonríes? Necesitas ayuda. La vida es una tensión interior entre los <quiero> y los <debo> y <no debo>, y la sabiduría está en mantener el equilibrio necesario para discernir cuándo soltar el freno de emergencia y cuándo no, cuándo ceder y cuándo mantenerse firme ante los principios. ... La indolencia y el laissez-faire generalizado te hace vulnerable a cualquier adicción; el culto al autocontrol no te deja respirar, te quita vida. ¿cómo recompensarte a ti mismo si estás encapsulado y ves en el sufrimiento algo que hay que aguantar (o incluso algo de lo que enorgullecerse) y no que eliminar?
  • El culto a la modestia te llevará a no valorar tus éxitos y esfuerzos. ... a lo que me refiero es al autorreconocimiento del propio potencial, sin excusas ni disculpas. Si escondes tus fortalezas buscando la aprobación, eres doblemente irracional: te niegas a ti mismo tu lado bueno y necesitas del visto bueno de los demás para funcionar. ¿Acaso te avergüenzan tus fortalezas y virtudes? La humildad nada tiene que ver con los sentimientos de minusvalía o la baja autoestima: el humilde se estima a sí mismo en su justa medida. ... La virtud no es ignorancia de uno mismo. ... Incluso algunos se sienten culpables o incómodos por ser muy buenos en alguna actividad y desarrollan lo que se conoce como la <falsa modestia>, que es peor, porque implica mentir sobre uno mismo. Sin vanidad ni egolatría, deja que tus virtudes sigan su curso: no las disimules, disfrútalas, sácales el jugo, llévalas a cabo con pasión, aunque se noten. ¿Cómo recompensarte a ti mismo si ocultas tus valores?

Que tu tradicionalismo permita algunos cambios, que tu modestia deje escapar algún que otro autorreconocimiento, que tu razón deje de vez en cuando jugar a las emociones, que tu autocontrol te permita un desliz o que tu presupuesto se salga de vez en cuando de lo previsto. Date la libertad y un espacio para moverte. Concédete permiso para actuar.

<No a los cultos señalados> significa reconocer que si determinados valores se llevan demasiado lejos, afectarán a tu autoestima y te volverán más proclive a un sinmúmero de trastornos. Significa que no es conveniente tomar muy a pecho las creencias arriba mencionadas y convertirlas en dogmas de fe; te sentirás un pecador cada vez que no las cumplas al pie de la letra. Te sentirás culpable de amarte a ti mismo o de ser feliz. ...”




Bendiciones.


jueves, 16 de mayo de 2013

Hay un tiempo para todo ... incluso para los regalos de Dios


En esta vida todo tiene su momento, hay un tiempo para todo:

Hoy nacemos,
mañana morimos;
hoy plantamos,
mañana cosechamos;
hoy herimos,
mañana curamos;
hoy destruimos,
mañana edificamos;
hoy lloramos,
mañana reímos;
hoy guardamos luto,
mañana bailamos de gusto;
hoy esparcimos piedras,
mañana las recogemos;
hoy nos abrazamos,
mañana nos despedimos;
hoy todo lo ganamos,
mañana todo lo perdemos;
hoy todo lo guardamos,
mañana todo lo tiramos;
hoy rompemos,
mañana cosemos;
hoy callamos,
mañana hablamos;
hoy amamos,
mañana odiamos;
hoy tenemos guerra,
mañana tenemos paz. (*)



Me he fijado en la carga tan pesada que Dios ha echado sobre nosotros. ¡Pero nada nos queda después de tanto trabajar!

Cuando Dios creó este mundo, todo lo hizo hermoso. Además, nos dio la capacidad de entender que hay un pasado, un presente y un futuro. Sin embargo, no podemos comprender todo lo que Dios ha hecho.

Mientras tengamos vida, hagamos lo bueno y pasémosla bien. El comer y el beber, y el disfrutar del fruto de tanto trabajo, es algo que Dios nos permite. Eso lo sé muy bien, como sé también que todo lo que Dios ha hecho permanecerá para siempre; a su creación no hay nada que agregarle ni nada que quitarle. Dios lo hizo todo así para que reconozcamos su poder. Todo lo que ahora existe, ya existía mucho antes, y todo lo que habrá de existir, existe ya. Dios hace que todo vuelva a repetirse. (**)

(*) Eclesiastés: capítulo 3 versículos 1 a 8
(**)Eclesiastés: capítulo 3 versículos 9 a15

Ambos textos fueron extraídos de una nueva edición de la Biblia que presentó la Sociedad Bíblica Argentina. La misma posee la particularidad de ofrecer una “traducción en lenguaje actual”, lo cual permite comprender -con una gran facilidad- los profundos conceptos del mensaje que Dios quiere transmitirnos por este medio; y dicen que está especialmente aconsejada para su uso en la Nueva Evangelización. A mi criterio, es magnífico que la misma cuente con una carta introductoria del actual Papa Francisco I, Jorge Mario Bergoglio (ex cardenal, arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina), en la que recomienda esta versión a “todos aquellos que con un corazón sencillo quieran abrirse al Señor que nos habla directo como a sus hijos”.




Bendiciones.



miércoles, 15 de mayo de 2013

El Martín Fierro y un país moderno, pero para todos ...


“... Antes que un <poema épico>, Martín Fierro es una obra de denuncia, con una clara intención: oponerse a la política oficial y proponer la inclusión del gaucho dentro del país que se estaba construyendo:

Es el pobre en su orfandá
de la fortuna el desecho
porque naides toma a pecho
el defender a su raza.
Debe el gaucho tener casa,
Escuela, Iglesia y derechos.

Y Martín Fierro cobró vida más allá de la intención del autor, convirtiéndose en el prototipo del perseguido por un sistema injusto y excluyente. En los versos del poema se hizo carne cierta sabiduría popular recibida del ambiente, y así en Fierro habla no sólo la conveniencia de promover una mano de obra barata, sino la dignidad misma del hombre en su tierra, haciéndose cargo de su destino a través del trabajo, el amor, la fiesta y la fraternidad.

A partir de aquí, podemos empezar a avanzar en nuestra reflexión. Nos interesa saber dónde apoyar la esperanza, desde dónde reconstruir los vínculos sociales que se han visto tan castigados en estos tiempos. El cacerolazo fue como un chispazo autodefensivo, espontáneo y popular (aunque forzar la reiteración en el tiempo le hace perder las notas de su contenido original).

Sabemos que no alcanzó con golpear las cacerolas: hoy lo que más urge es tener con qué llenarlas. Debemos recuperar organizada y creativamente el protagonismo al que nunca debimos renunciar, y por ende, tampoco podemos ahora volver a meter la cabeza en el hoyo, dejando que los dirigentes hagan y deshagan. Y no podemos por dos motivos: porque ya vimos lo que pasa cuando el poder político y económico se desliga de la gente, y porque la reconstrucción no es tarea de algunos sino de todos, así como la Argentina no es sólo la clase dirigente, sino todos y cada uno de los que viven en esta porción del planeta.

¿Entonces, qué? Me resulta significativo el contexto histórico del Martín Fierro: una sociedad en formación, un proyecto que excluye a un importante sector de la población, condenándolo a la orfandad y a la desaparición, y una propuesta de inclusión. ¿No estamos hoy en una situación similar? ¿No hemos sufrido las consecuencias de un modelo de país armado en torno a determinados intereses económicos, excluyente de las mayorías, generador de pobreza y marginación, tolerante con todo tipo de corrupción, mientras no se tocaran los intereses del poder más concentrado? ¿No hemos formado parte de ese sistema perverso, aceptando, en parte, sus principios mientras no tocaran nuestro bolsillo, cerrando los ojos ante los que iban quedando fuera y cayendo ante la aplanadora de la injusticia, hasta que esta última, prácticamente, nos expulsó a todos?

Hoy debemos articular, sí, un programa económico y social, pero fundamentalmente un proyecto político en su sentido más amplio.

¿Qué tipo de sociedad queremos? Martín Fierro orienta nuestra mirada nuestra vocación como pueblo, como Nación. Nos invita, a darle forma a nuestra deseo de una sociedad donde todos tengan lugar: el comerciante porteño, el gaucho del litoral, el pastor del norte, el artesano del Noroeste, el aborigen y el inmigrante, en la medida en que ninguno de ellos quiera quedarse él solo con la totalidad, expulsando al otro de la tierra. ...”

“... Depreciada, devaluada y hasta atacada por muchos, la tarea cotidiana de todos aquellos que mantienen en funcionamiento las escuelas, enfrentando dificultades de todo tipo, con bajos sueldos y dando mucho más de lo que reciben, sigue siendo uno de los mejores ejemplos de aquello a lo cual hay que volver a apostar, una vez más: la entrega personal a un proyecto de un país para todos. Proyecto que, desde lo educativo, lo religioso o lo social, se torna político en el sentido más alto de la palabra: construcción de la comunidad.

Este proyecto político de inclusión no es tarea sólo del partido gobernante, ni siquiera de la clase dirigente en su conjunto, sino de cada uno de nosotros. El <tiempo nuevo> se gesta desde la vida concreta y cotidiana de cada uno de los miembros de la Nación, en cada decisión ante el prójimo, ante las propias responsabilidades, en lo pequeño y en lo grande, cuanto más en el seno de las familias y en nuestra cotidianeidad escolar o laboral.

Más Dios ha de permitir
que esto llegue a mejorar
pero se ha de recordar
para hacer bien el trabajo
que el fuego pa calentar
debe ir siempre por abajo.

Pero esto merece una reflexión más completa. ..."


Este texto que acaban de leer fue extraído del libro “El Jesuita”- La historia de Francisco, el Papa argentino -páginas 176 a 180-, cuya autoría corresponde a Sergio Rubin (periodista que realizó decenas de viajes con el Papa Juan Pablo II, la cobertura de sus funerales y la elección de Benedicto XVI) y a Francesca Ambrogetti (periodista y psicóloga social que colabora con diversos medios internacionales, entre ellos Radio Vaticana). Como ya he dicho en un compartir anterior (titulado Francisco I: un Jesuita de pura cepa ...) este libro resulta ser una lectura altamente recomendable para quienes deseen disfrutar de un relato apasionante, sumamente elocuente y que deja traslucir una inmensa Sabiduría de Vida.

Un conjunto de talentos reunidos (Francisco, Sergio y Francesca) para dar forma a una parte del proyecto que Dios tiene para cada uno de sus hijos, entre los cuales nos encontramos todos nosotros; es decir: la entera “HUMANIDAD”. Todos somos "UNO". Todo es "UNO".




Bendiciones.