martes, 18 de diciembre de 2012

Felíz Navidad, Felíz Año Nuevo y un deseo, un anhelo ...


Teniendo en cuenta la cercanía de los festejos por la Navidad y el Año Nuevo (para aquellos cuya creencia así lo contempla), me pareció propicia la ocasión para manifestar mi deseo, mi anhelo de poder vivirlos con un Corazón abierto a las inspiraciones que la Alegría de estas celebraciones nos suscite. Todos tenemos aspiraciones, proyectos, metas, deseos, sueños, anhelos que operan a modo de estrellas que guían nuestro camino, nuestro paso por este bendito planeta Tierra. Y en tal sentido, he rescatado algunos párrafos extraídos del libro del Padre Anselm Grün (OSB, monje y sacerdote benedictino, doctor en Psicología, Teología y Ciencias empresariales; consejero espiritual y director de cursos de oración y meditación. Vive en la abadía de Münsterschwarzach, de la cual es prior), titulado “Para experimentar a Dios abre tus sentidos” (páginas 50 a 53) con la intención de unirme, en festejo unánime, con todos aquellos que sientan el deseo de “vivir en armonía con el Universo (Dios o como cada uno desee llamarlo) convirtiendo este tránsito terrenal, en una experiencia gozosa y plena de sentido”. 

“Deseo
 es el puente
entre    y  yo.
Silencio es el sonido,
 que    tu    oído    percibe.
Amor es la fuente de la que bebemos.
Unidad es la raíz que nos sostiene. Recuerdo
es  el  secreto  de  nuestra  vida  cotidiana. El anhelo
es el reflejo de Dios en nuestra alma. Mientras nosotros
contemplamos la imagen reflejada de Dios en 
nuestra alma, va creciendo en nosotros
 la intuición de quién es este Dios
que es el único q ue
 puede
calmar
nuestro
deseo.”

“... Mucha de la gente que está en la búsqueda siente que la sociedad moderna, que exige eficiencia, no es capaz de satisfacer el deseo. Pero también experimentan que la Iglesia quizá no es el lugar donde su deseo pueda encontrar una respuesta. La Iglesia está tan ocupada consigo misma <que no percibe más el llamado del deseo de la gente>. ... San Agustín nunca se cansó de demostrar a los hombres cuál era la verdadera meta del deseo: <A ti, alma, sólo te basta con Aquel que te ha creado. Todo lo otro a lo que te vuelques te será miserable, porque a ti sólo te alcanza con Aquel que te ha creado según su imagen>. Todo aquello a lo que pretendamos aferrarnos y que no se corresponda con la voluntad de Dios se transformará en algo sin sentido. Nuestro corazón no se calmará hasta que encuentre paz en Dios. ... Al igual que San Agustín, San Bernardo descubrió en el afán de deseo la incesante búsqueda de Dios: <Cada ser que dispone de entendimiento tiende afanosamente por naturaleza a querer más de aquello que considere valioso o necesario. No logra saciarse con nada, pues siempre descubre algo que le resulta superior e imprescindible... Puedes ver personas colmadas de bienes y posesiones y, a pesar de ello, siguen sumando día a día un trozo más de tierra a sus bienes en incontenible codicia que no encuentra freno alguno. También puedes ver personas que moran en regias mansiones y amplios palacios y, sin embargo, continúan construyendo casas sin cesar, para luego demolerlas y reemplazar una residencia cuadrada por una redonda o una redonda por una cuadrada>. Las observaciones que realiza San Bernardo se pueden aplicar hoy a muchas personas que siempre están a la búsqueda de algo más y que nunca se sienten satisfechas. Esta situación también se da en forma incontenible en aquellos que persiguen un desmesurado afán de reputación y que siempre pretenden obtener posiciones cada vez más prestigiosas que, en vez de producirles satisfacción, terminan agotándolos con tanto ajetreo. Los seres humanos nunca podremos calmar nuestros deseos, pues siempre iremos tras nuevas sensaciones. Por ello debemos intentar contemplar nuestros deseos a través del Espíritu. Es necesario que dejemos de pensar en nuestros deseos, para así poder reconocer que Dios es la meta de todos nuestros anhelos. De esta manera, nuestro espíritu atribulado llega a encontrar paz. Ernesto Cardenal, contemporáneo nuestro, ha tomado muy en serio la cuestión del deseo y lo ha escrito de forma conmovedora. Su famoso libro Vida en el amor comienza con la siguiente oración: <Y en los ojos de todo ser humano hay un anhelo insaciable: En las pupilas de los hombres de todas las razas; en las miradas de los niños y de los ancianos y de las madres y de la mujer enamorada, del policía y del empleado y el aventurero y el asesino y el revolucionario y el dictador y el santo: existe en todos la misma chispa de deseo insaciable, el mismo secreto fuego, el mismo abismo sin fondo, la misma ambición infinita de felicidad y de gozo y de posesión sin fin>. Para Ernesto Cardenal, cada persona anhela un amor incondicional, un amor que le dé valor a la vida y que le transmita que es única y valiosa como persona. ... <El deseo es el origen de todo>, dice Nelly Sachs. Con el deseo, el ser humano transita el camino para llegar a ser él mismo. Sin este deseo no sería persona; sin el deseo, se entumece y pierde su capacidad de vivir. Para Joachim Ernst Berendt, la meta de todo deseo es la entrega: <El que anhela busca entregarse, y el deseo es el comienzo. Sin el deseo nada funciona.> El ser humano llega a serlo plenamente cuando se entrega a lo sublime, cuando -según Berendt- se entrega a sí mismo, cuando entrega a su verdadero ser que es más grande que su propio yo. ... Dios ha introducido el deseo en el corazón humano para que la persona salga al mundo a descubrir su belleza, y en esta belleza -como en todas las demás cosas- buscar a Dios mismo. ...” 



Bendiciones.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Manipulación Control Negación ...

En esta ocasión, quiero compartir con ustedes algunas reflexiones acerca de un tema tan afín a los seres humanos como es la manipulación, el control y la negación. En el libro titulado “El libro de los secretos” (el cual me encuentro leyendo) del genial Deepak Chopra (el Doctor Chopra es autor de más de 50 libros traducidos a casi 40 idiomas; es una autoridad internacional en las disciplinas de superación, espiritualidad, medicina cuerpo-mente y desarrollo humano), este Maestro de Maestros, nos presenta una serie de herramientas con las cuales contamos y nos alecciona sobre la forma de utilizarlas, a los fines de transitar el camino del auto-conocimiento; camino que todo “Ser Humano” está invitado a recorrer si quiere llegar a vivir una VIDA PLENA (así con mayúsculas).

(páginas 104 a 107) “... No obstante, así es como la mayoría de las personas intenta domar a la mente. Reciben un mensaje que no les gusta y su reacción es una de estas tres:
Manipulación
Control
Negación
Si los analizas cuidadosamente, resulta claro que estos tres comportamientos se presentan después del hecho: consideran el desorden de la mente como causa de angustia, no como síntoma. Estas supuestas soluciones tienen terribles efectos negativos.
La manipulación (*) consiste en obtener lo que quieres ignorando o dañando los deseos de los demás. Los manipuladores utilizan el encanto personal, la persuasión, la coacción, las artimañas y la falsa información. La idea subyacente es: “Debo engañar a las personas para obtener lo que quiero”. Cuando están realmente inmersos en sus maniobras, los manipuladores incluso llegan a imaginar que están haciendo un favor a sus víctimas. Después de todo, ¿a quién no le gustaría ayudar a una persona tan divertida? Puedes descubrirte cayendo en este comportamiento cuando no escuchas a otras personas, ignoras lo que quieren y crees que tus deseos no tienen un costo para los demás. También hay señales externas. La presencia de un manipulador trae tensión, estrés, quejas y conflicto ante una situación. Algunas personas practican manipulaciones pasivas: montan escenarios del tipo “pobre de mi” para provocar lástima en los demás. O pueden buscar culpables haciéndoles pensar que lo que quieren está mal. La manipulación termina cuando dejas de asumir que tus deseos son lo más importante. Entonces puedes reconectarte con los demás y confiar en que sus deseos pueden coincidir con los tuyos. Cuando no hay manipulación, las personas sienten que lo que desean cuenta. Confían en que estás de su lado; no eres visto como actor o vendedor. Nadie se siente engañado.
El control (*) consiste en imponer tu manera de hacer las cosas a situaciones y personas. El control es la gran máscara de la inseguridad. Quienes utilizan este comportamiento sienten un miedo mortal a dejar a los demás ser como son, así que el controlador constantemente hace exigencias que mantienen a los demás fuera de equilibrio. La idea subyacente es: “Si siguen prestándome atención, no se irán”. Cuando te descubres urdiendo excusas para tu comportamiento y culpando a los demás, o cuando sientes que nadie te agradece o reconoce lo suficiente, la culpa no es de ellos: estás exhibiendo una necesidad de controlar. Las señales externas de este comportamiento provienen de quienes tratas de controlar: se sienten tensos y recelosos, se quejan de no ser escuchados, te llaman perfeccionista o jefe intransigente. El control empieza a capitular cuando aceptas que tu punto de vista no es necesariamente el correcto. Puedes detectar tu necesidad de controlar si adviertes cuando te quejas, culpas, insistes en que sólo tú tienes la razón y esgrimes una excusa tras otra para demostrar que estás libre de culpa. Una vez que dejas de controlarlas, las personas que te rodean empiezan a respirar con libertad, se relajan y se ríen, se sienten libres de ser quienes son sin esperar tu aprobación.
La negación (*) es rehuir el problema en lugar de enfrentarlo. Los psicólogos consideran a la negación el más infantil de los tres comportamientos, porque está íntimamente relacionado con la vulnerabilidad. La persona se siente incapaz de resolver problemas, como un niño. El temor está vinculado con la negación, al igual que una necesidad infantil de amor ante la inseguridad. La idea subyacente es: “No debo considerar lo que, por descontado, no puedo cambiar”. Puedes descubrirte practicando la negación cuando experimentas falta de concentración, fallos de memoria, postergación, renuencia a confrontar a quienes te dañan, fantasía, falsas esperanzas y confusión. La principal señal externa es que los demás no confían en ti o no te buscan cuando se requiere una solución. Al desconcentrarte, la negación te defiende con la ceguera. ¿Cómo se te podría acusar de fallar en algo que ni siquiera ves? La negación se supera enfrentando las verdades dolorosas. El primer paso es expresar cómo te sientes. Para la persona que presenta una profunda negación, los sentimientos que la hagan pensar que está insegura son, en general, los que debe enfrentar. La negación comienza a ceder cuando te sientes concentrado, alerta y dispuesto a participar a pesar de tus temores.
Cada uno de estos comportamientos intenta demostrar un imposible: la manipulación que puedes forzar a cualquiera a hacer lo que quieres; el control que nadie puede rechazarte a menos que tú lo dispongas; la negación que las cosas malas desaparecerán si no las ves. Lo cierto es que las demás personas pueden negarse a hacer lo que quieres, abandonarte sin una buena razón, y provocar problemas, los veas o no. Es imposible predecir durante cuánto tiempo seguiremos intentando demostrar lo contrario, pero sólo cuando admitimos la verdad, el comportamiento termina por completo. ...”

(*) el resaltado es de mi autoría.

“Humanidad” es símbolo de “Unidad”. Tomar “consciencia” de quienes somos verdaderamente abre todas las puertas, allana todos los caminos, atrae la abundancia; en definitiva: nos permite vivir el Paraíso en la Tierra ...


 Bendiciones.

martes, 27 de noviembre de 2012

Palo y a la bolsa ...

Hace unos años, cursando mis estudios del idioma italiano,  gracias al aporte de quien por aquél entonces era nuestra profesora, he podido acceder al conocimiento de una parte de la Historia que, a mi entender, resulta sumamente interesante y que, traducción mediante, hoy les acerco a través de este nuevo compartir.
Mi intención, esta vez, es la de fomentar una sonrisa tímida, una carcajada espontánea o una risa sincera que depare un momento de relax, un momento de distensión. Más allá de las connotaciones socio-culturales de una época que, en mi opinión, denota una gran dureza de corazón con pocas alternativas de sosiego mental, físico y espiritual, observo cuán despiadadas formas de castigo puede elucubrar la mente humana en su afán por impartir justicia.
He titulado este compartir “Palo y a la bolsa” pensando que muchas veces se escucha esta frase. A decir verdad no se bien cuál es su verdadero significado o el origen de esta expresión; pero se me ocurrió que tal vez podría estar vinculada con el uso de una “verga” dura (“verga” en italiano significa vara) toda vez que al reo en cuestión, se lo golpeaba -luego de haber sido introducido en una “bolsa” conjuntamente con una serie de animales- con varas (“verghe” en italiano -se pronuncia vergue-) de color rojo sangre cuya dureza garantizaba la efectividad de la golpiza propinada; varas que eran extraídas de una planta que no gozaba precisamente de una buena reputación (y cuyo nombre científico es “cornus sanguínea”). En tal caso, entiendo que la expresión debería ser “A la bolsa y palo” o “A la bolsa y con la verga dura”. Tal vez, en aquélla época no se usaba el “palo” como en la actualidad y por ello recurrían a la “cornus” (cariñosamente hablando) para acometer ferozmente contra el “horrendo pecador”. En fin, como sea, una costumbre de antaño que -desde mi punto de vista- deja mucho que desear ...

“El suplicio más terrible del derecho romano antiguo era el castigo reservado a quienes asesinaban a sus progenitores. El procedimiento, muy complicado e insólitamente preciso, preveía que el condenado a muerte calzase un par de suecos de madera, tuviese la cabeza cubierta de una capucha confeccionada con piel de lobo y fuese fustigado con varas especiales de color rojo sangre; después de los azotes, el parricida era encerrado en una bolsa de cuero junto a cuatro animales. Los animales eran un perro, un gallo, una serpiente y una mona; la bolsa era tirada al mar o en el curso de agua más próximo. La tradición asigna la implementación de este singular suplicio (llamado “poena cullei”, la “pena de la bolsa”) a Tarquino el Soberbio, que lo aplicó por primera vez con el magistrado romano Marco Atinio, culpable de haber divulgado los secretos de los ritos civiles sagrados. Después de esa primera ejecución, la bolsa fue utilizada para castigar a los acusados de parricidio.
Los elementos del castigo del parricida tienen todos un significado simbólico, que no es siempre fácil de individualizar. Los animales tenían seguramente una función simbólica: contrariamente a lo que habitualmente se piensa (y no obstante alguna rara excepción, como el caso del fiel perro Argo que luego de veinte años reconoció a su patrón Ulises), el perro para los Griegos y para los Romanos no era un simple animal simpático y fiel, sino una bestia inmunda y vil; en la literatura científica de los antiguos, las crías de las víboras tenían la característica de devorar a la madre inmediatamente después de su nacimiento (y esto aludía claramente a la culpa del parricida); el gallo, siempre de acuerdo a los antiguos, asesinaba a las serpientes, y su presencia reproducía, en el interior de la bolsa, la violación de la convivencia civil que el parricida había quebrantado en la ciudad; la mona era considerada una caricatura del hombre, de su rostro bestial.
También el ritual de la ejecución tenía un claro significado: la capucha de piel de lobo indicaba la exclusión del parricida de la sociedad humana y civil; los suecos de madera, separación entre los pies del reo y el suelo, impedían -a quien se había manchado con ese delito horrible- contaminar la tierra; las varas (“verghe” -en italiano y en plural- y “verga” -también en italiano pero en singular-) color rojo sangre pertenecían a una planta, la “cornus sanguínea” que era considerada un árbol “infelix”, “de mal augurio”; la bolsa de cuero protegía el aire, el agua y la tierra del contacto con el inmundo parricida.
El motivo de semejante castigo no era difícil de adivinar. La sociedad romana estaba sustentada en el predominio absoluto del “paterfamilias” (patriarcado), que ejercía un control total sobre sus hijos y sobre todos los miembros de la familia; los antiguos Romanos sostenían incluso que, de todos los hombres, sólo el padre tenía un “genius”, una divinidad protectora de su propia persona. Para una ciudad caracterizada por el culto al padre, no podía existir delito más horrible que el asesinato de un progenitor.”

A veces pareciera que no estamos tan distantes de la aplicación de semejantes suplicios en tiempos en los que las nuevas tecnologías, los avances de la ciencia y la globalización se presentan como los dioses de la fortuna y la felicidad, pero que resultan aún insuficientes a la hora de transitar el sendero que le permita al Ser Humano gozar de una Vida Plena. La Paz sigue siendo, todavía, una utopía que la Humanidad anhela en lo más profundo de su Corazón. Después de tantos siglos, los crímenes se siguen sucediendo y hasta -me atrevo a decir- se han convertido en moneda corriente. El camino del Amor y del Perdón aún espera ser recorrido. Sólo así, podremos recuperar -aquí en la Tierra- el Paraíso perdido ...



Bendiciones.


miércoles, 14 de noviembre de 2012

El secreto de la Felicidad ...

Hace muchísimos años vivía en la India un sabio, de quien se decía que guardaba en un cofre encantado un gran secreto que lo hacía ser un triunfador en todos los aspectos de su vida y que, por eso, se consideraba el hombre más feliz del mundo.

Muchos reyes, envidiosos, le ofrecían poder y dinero, y hasta intentaron robarlo para obtener el cofre, pero todo era en vano. Mientras más lo intentaban, más infelices eran, pues la envidia no los dejaba vivir. Así pasaban los años y el sabio era cada día más feliz.

Un día, llegó ante el un niño y le dijo:
-Señor, al igual que tú, también quiero ser inmensamente feliz. ¿Porqué no me enseñas qué debo hacer para conseguirlo?
El sabio, al ver la sencillez y la pureza del niño, le dijo:
-A ti te enseñaré el secreto para ser feliz. Ven conmigo y presta mucha atención. En realidad, son dos cofres donde guardo el secreto para ser feliz, y éstos son mi mente y mi corazón, y el gran secreto no es otro que una serie de pasos que debes seguir a lo largo de la vida.

>El primer paso es saber que existe la presencia de Dios en todas las cosas de la vida; por lo tanto, debes amarlo y darle gracias por todas las cosas que tienes.
>El segundo paso es que debes quererte a ti mismo y todos los días, al levantarte y al acostarte, debes afirmar: “Yo soy importante, yo valgo, soy capaz, soy inteligente, soy cariñoso, espero mucho de mí, no hay obstáculo que no pueda vencer”. Este paso se llama autoestima alta.
>El tercer paso es que debes poner en práctica todo lo que dices que eres; es decir, si piensas que eres inteligente, actúa inteligentemente;  si piensas que eres capaz, haz lo que te propones; si piensas que eres cariñoso, expresa tu cariño; si piensas que no hay obstáculos que no puedas vencer, entonces proponte metas en tu vida y lucha por ellas hasta lograrlas. Este paso se llama motivación.
>El cuarto paso es que no debes envidiar a nadie por lo que tiene o por lo que es; ellos alcanzaron su meta, logra tú las tuyas.
>El quinto paso es que no debes albergar en tu corazón rencor hacia nadie; ese sentimiento no te dejará ser feliz ; deja que las leyes de Dios hagan justicia,  y tú perdona y olvida.
>El sexto paso es que no debes tomar las cosas que no te pertenecen; recuerda que, de acuerdo a las leyes de la naturaleza, mañana te quitarán algo de más valor.
>El séptimo paso es que no debes maltratar a nadie; todos los seres del mundo tenemos derecho a que se nos respete y se nos quiera.
>Y, por último, levántate siempre con una sonrisa en los labios; observa a tu alrededor y descubre en todas las cosas el lado bueno y bonito; piensa en lo afortunado que eres al tener todo lo que tienes; ayuda a los demás, sin pensar que vas a recibir nada a cambio; mira a las personas y descubre en ellas sus cualidades y dales también a ellos el secreto para ser triunfador. De esta manera, pueden ser felices.

>Aplica estos pasos y verás qué fácil es ser feliz.

                                                                             
Este hermoso relato fue extraído del libro “Cuentos con Alma” cuya autoría corresponde a Rosario Gómez, quien ha recopilado una serie de cuentos y los ha publicado bajo la denominación de “Cuentos con Alma” y “Más Cuentos con Alma”- Por un mundo mejor. Habiendo tenido la posibilidad de leerlos, puedo afirmar que son verdaderas caricias para el Alma; auténticos “puentes de luz” que -como dice en la contratapa del libro- “... inspiran, enseñan y divierten ... Son historias de AMOR. ...”. Para quien desee sentirse sumamente conmovido en lo más profundo de su Corazón, con lecturas que son un verdadero deleite para el Espíritu, recomiendo no dejar pasar esta oportunidad. Aseguro que ningún lector quedará defraudado.


 
Bendiciones.




martes, 13 de noviembre de 2012

El Ahora o la Eternidad ...


Me parece más que oportuno acercarles a ustedes, en esta ocasión, algunos fragmentos extraídos del libro del genial Eckhart Tolle (nació en Alemania, se graduó en la Universidad de Londres, fue investigador de la Universidad de Cambridge. Producto de una profunda transformación espiritual, cambió el rumbo de su vida. Actualmente es consejero y maestro espiritual), llamado El poder del Ahora. En él, Eckhart nos trasmite todas sus vivencias; compartiendo con toda la Humanidad, aquello que -en mi opinión- es una exacta definición del sentido de la VIDA (así con mayúsculas) y que ha sabido magistralmente internalizar a través de una profunda experiencia de transformación personal.

(página 82-83) “... Habitualmente, el futuro es una réplica del pasado. Son posibles algunos cambios superficiales, pero la transformación real es rara y depende de si usted puede volverse suficientemente presente como para disolver el pasado entrando al poder del Ahora. Lo que usted percibe como futuro es una parte intrínseca de su estado de conciencia ahora. Si su mente lleva una carga pesada de pasado, experimentará más de lo mismo. El pasado se perpetúa a sí mismo por medio de la falta de presencia. La calidad de su conciencia en este momento es lo que agudiza el futuro, que por supuesto sólo puede experimentarse como el Ahora. Usted puede ganar diez millones de dólares, pero ese cambio no tiene más que una profundidad superficial. Simplemente continúa actuando según los mismos patrones condicionados en contextos más lujosos. Los humanos han aprendido a dividir el átomo. En lugar de matar a diez o veinte personas con una maza de madera, una persona puede matar ahora a un millón simplemente apretando un botón. ¿Es como un cambio real?. Si la calidad de su conciencia en este momento es lo que determina el futuro, entonces ¿qué determina la calidad de su conciencia? Su grado de presencia. El único lugar donde puede ocurrir un verdadero cambio y donde puede ser disuelto el pasado es en el Ahora....”

(página 85-86) “... Encuentre <la puerta estrecha que conduce a la vida>. Se llama el Ahora. Reduzca su vida a este momento. Su situación vital puede estar llena de problemas -la mayoría de ellas lo están- pero descubra si tiene algún problema en este momento. No mañana o dentro de diez minutos, sino ahora. ¿Tiene algún problema ahora? Cuando está lleno de problemas, no hay espacio para que entre algo nuevo, no hay espacio para las soluciones. Así que siempre que pueda, abra algo de espacio, para que pueda descubrir al vida que hay oculta en su situación vital. Use sus sentidos plenamente. Esté donde está. Mire a su alrededor. Mire solamente, no interprete. Vea la luz, las formas, los colores, las texturas. Escuche los sonidos; no los juzgue. Escuche el silencio que hay bajo los sonidos. Toque algo -cualquier cosa- y sienta y reconozca su Ser. Observe el ritmo de su respiración, sienta el aire que fluye hacia adentro y hacia fuera, sienta la energía de la vida dentro de su cuerpo. Deje que todo sea dentro y fuera. Permita la condición de ser de todas las cosas. Avance profundamente hacia el Ahora. Usted está dejando atrás el mundo mortal de la abstracción mental, del tiempo. Usted está librándose de la muerte loca que le drena la energía vital y que está envenenando y destruyendo lentamente la Tierra. Usted está despertando del sueño del tiempo al presente. ..."

(página 88-89) “... Mucho de lo que la gente dice, piensa o hace está motivado en realidad por el miedo, que por supuesto siempre está ligado con enfocarse en el futuro y no estar en contacto con el Ahora. Puesto que en el Ahora no hay problemas; tampoco hay miedo. Si surgiera una situación que usted debe solucionar ahora, su acción será clara e incisiva si surge de la conciencia del momento presente. También es más probable que sea efectiva. No será una reacción que surge del condicionamiento pasado de su mente, sino una respuesta intuitiva a la situación. En otros casos, si la mente ligada al tiempo hubiera reaccionado, usted encontraría más efectivo no hacer nada, simplemente permanecer concentrado en el Ahora. ...”


Antes de finalizar este nuevo compartir, quiero invitarlos -esta vez- a que hagamos el intento de darle un nuevo significado a cada acción, a cada hábito con los que vamos entretejiendo el “día a día” en nuestro tránsito por este bendito planeta llamado Tierra. Ahora es “tiempo” de cambio. Ahora es “tiempo” de transformación. Ahora es “tiempo” de evolución constante. “Ahora” es sinónimo de Eternidad ... Y como dice, Eckhart: “Tu estás aquí para permitir que el divino propósito del universo se despliegue. ¡Esa es tu importancia!”.



 Bendiciones.


martes, 6 de noviembre de 2012

A la Salud de Esculapio ...

En esta oportunidad voy a compartir con todos ustedes, algunos fragmentos extraídos del libro titulado “La salud como tarea espiritual”- Actitudes para encontrar un nuevo gusto por la vida, cuya autoría pertenece -en forma conjunta- al padre Anselm Grün (benedictino, maestro espiritual y psicólogo, es autor de numerosos libros en los cuales resalta su agudeza psicológica y su amplio conocimiento experiencial de la vida de oración) y al padre Meinrad Dufner (también monje benedictino). Una vez más Anselm deleita, al lector, con sus precisas reflexiones y su vastísima experiencia de vida. Conocedor del género humano como pocos, se ha convertido en continuo maestro de sus congéneres; a la vez que nos invita a vivir una auténtica transformación a nivel personal, que nos lleve a gozar de una vida plena y fecunda.

(página 11) “... La medicina convencional ha tocado techo. Con gran lujo y aparato técnico combate las enfermedades a medida que van apareciendo pero, descubre al mismo tiempo que no por ello goza el hombre de mejor salud. La medicina científica ha conseguido poner freno eficaz al empuje de muchas enfermedades de tiempos pretéritos, especialmente de tipo infeccioso, pero hacen su aparición otras nuevas, indudablemente en dependencia y relacionadas con nuestro género de vida y nuestra comprensión de la medicina. ... La sociedad apenas puede seguir financiando la salud pública. Los políticos se esfuerzan por contener los costes sin ser capaces de llegar al verdadero núcleo del problema ni a situarse convenientemente frente al concepto de consumo en el ámbito de la salud. ... Es más cómodo culpar y hacer responsables a los médicos y científicos del estado de la sanidad pública que responsabilizarse cada uno y preocuparse de llevar un sano régimen de vida. Cada año se pierden en falsos remedios sumas fabulosas aportadas por la sociedad porque ese dinero se gasta en propaganda de un equivocado estilo de vida: mucha comida y poco ejercicio, abuso de la nicotina y del alcohol, de las tabletas y estupefacientes, excesivas exigencias de la vida en la ilusión de creer que la salud se consigue por medios técnicos y que, por lo tanto, todo el mundo tiene derecho a ella. ... Algunos pioneros de la medicina globalizada recurren a viejos modelos empleados por los antiguos. Porque, en general, nunca se limitó la medicina a curar las enfermedades sin prestar atención al mismo tiempo a las indicaciones de llevar una vida sana. En la antigüedad el principal campo de la medicina era la dietética, ciencia de una vida sana. El arte de esta vida incluía elementos naturales como, por ejemplo, el recto uso de la luz y el aire, de la comida y la bebida, del ejercicio, del descanso, de la ordenación del sueño y la vigilia, de las secreciones, y también de los afectos, los sentimientos y las pasiones del alma. En su estadio primitivo era la medicina también asunto religioso. Los médicos juraban fidelidad a Esculapio, dios de la salud. ...”

(página 15) “... La medicina psicosomática insiste cada vez más en la idea de que las alteraciones somáticas no se producen fortuitamente, así porque sí, ni son meros fenómenos exteriores, sino que reflejan en el exterior corporal fenómenos o situaciones interiores del sujeto sobre deseos y necesidades inconscientes, represiones, marginaciones. El cuerpo exterioriza muchas veces deseos reales que el alma desearía exteriorizar pero no se atreve a aceptarlos y los desplaza. Es por lo tanto muy importante estar atentos al lenguaje exterior del cuerpo para conocerse mejor. ...”

(páginas 16 a 27) “... La enfermedad es un símbolo por el que se expresa el alma. ... El cuerpo está indicando al sujeto, por el lenguaje simbólico de la enfermedad, la situación real, en qué sectores vive en desacuerdo con sus pensamientos, sentimientos y representaciones de una vida plenamente realizada.  ... Hay que preguntar a la enfermedad qué pretende decirnos. La enfermedad es un trastorno somático que apunta a trastornos psíquicos en el interior.  ... Una enfermedad puede ayudar notablemente a descubrir nuestros puntos negativos, las propias sombras. Muchas veces es una enfermedad expresión viva de nuestras carencias, nos descubre qué hemos excluido de nuestra vida. En la enfermedad lo excluido y lo anteriormente reprimido se hace presencia y voz para indicar qué elementos necesitan ser integrados en la vida consciente. ... La enfermedad debe ser considerada, por lo tanto, también en su aspecto positivo por cuanto sugiere a veces la solución más favorable de un problema en un momento dado y ahorra al afectado lo peor en esas circunstancias. ... Esta función positiva de la enfermedad sólo puede ser efectiva si se vive de manera reflexiva, con atención a la enfermedad y a la interpretación de su lenguaje. Uno dice: <estoy hasta las narices> y quiere significar que se siente desbordado. ... Si yo caigo enfermo y presto atención al mensaje de la enfermedad llegaré a comprender mejor mi situación actual y eso me permitirá vivir una vida más auténtica. ...”
“... Prestar atención a las voces de la enfermedad significaría reconciliarse con las propias sombras, con todo lo negativo que cada uno tiene en sí mismo, aceptar las limitaciones no aceptadas anteriormente y vivir con ellas de manera discreta. Comportarse en las necesidades y limitaciones de tal manera que también los demás las entiendan y acepten. La enfermedad vendría a ser una llamada de urgencia a aceptar las propias sombras y a convivir con las propias necesidades. Es al mismo tiempo un reto para iniciar un nuevo estilo de convivencia en el cual cada uno deja al otro espacios abiertos para expresión de sus necesidades, apetencias y deseos. ...”
“... En el comportamiento frente a los síntomas de una enfermedad necesitamos siempre una pizca de buen humor, porque el humor nos libera de la tentación de la vana ilusión de querer liberarnos de la enfermedad necesariamente y a cualquier precio, y de la peor ilusión de creer que para llevar una vida auténtica y plena es necesario gozar de perfecta salud. El amor nos hace más humanos. ...”

 
Bendiciones.

viernes, 26 de octubre de 2012

Lila: el color del Alma ...


En esta oportunidad, quiero compartir con ustedes algunos pasajes más del libro “El alma del liderazgo” de ese “gran maestro de la Humanidad” llamado Deepak Chopra (el Doctor Chopra es autor de más de 50 libros traducidos a casi 40 idiomas; es una autoridad internacional en las disciplinas de superación, espiritualidad, medicina cuerpo-mente y desarrollo humano). Teniendo muy en clara su misión que -como él mismo la define en la página 36 del mencionado libro- es la de “servir”, una vez más no escatima en su tarea de transmitirnos -merced a sus escritos-, toda la sabiduría que ha podido conquistar a través de los años y siempre a los fines de seguir cumpliendo -al pie de la letra- con su misión.

A modo de índice, los remito a la página 150 para aquellos que quieran saber, entre otras opciones posibles:

“... QUE HACER HOY
El poder se convierte en un problema cuando el ego trata de coparlo. Debes darte cuenta de que el poder no tiene que ver con ‘yo’, ‘mi’ y ‘mío’. Cultiva el desapego en tu rol como líder. La gente confunde la sensación de emoción adrenalínica con ser poderoso, pero el poder derivado del alma es una combinación de quietud y dinamismo. Nunca se agota, aunque la emoción haya pasado. En el desapego puedes experimentar el influjo del poder sin perderte en él. Puedes enfrentar cada situación con la sensación de que todo lo que quieres se encuentra ya dentro de ti: un estado relajado, seguro, un lugar de poder.
Hoy puedes comenzar a practicar el desapego mientras aún estás completamente involucrado -en eso consiste el truco, pues, si no estás involucrado, el frío desapego se parece más a la indiferencia. Existe un modelo de desapego que nos viene naturalmente y que es opuesto a la indiferencia: el juego. Cuando ves jugar a un niño, está completamente concentrado e involucrado. El juego nos consume. Las distracciones no son un problema. El niño no tiene preocupaciones y está lleno de energía siempre y cuando el juego no se torne serio y se trate de una cuestión de ganar o perder. El siguiente ejercicio puede ayudarte a acceder a este estado lúdico siendo adulto.
Cuando te despiertes por la mañana, bríndate diez minutos acostado en la cama y con los ojos cerrados. Visualiza el día que tienes por delante. Ve los momentos críticos en que deberás tomar decisiones importantes o hacer elecciones críticas. Ve estas situaciones dando los mejores resultados posibles. No te limites a un escenario fijo, sólo deja que tu mente juegue con las posibilidades. Una vez que te sientas feliz con una escena, regresa y vuélvela a mirar pero desde otra perspectiva. Mira cómo vuelven a salir bien las cosas, pero por vías completamente diferentes. Repite el proceso dos o tres veces, jugando con suficientes posibilidades y sin atascarte con ninguna: debes estar tan cómodo como te sea posible con cualquier cosa que tu alma te traiga.
Cuando termines, deja a un lado tus visualizaciones y enfrenta el día con una mentalidad abierta.
Este ejercicio se trata de la lila (*) o el ‘sentido lúdico de la creación’, como se conoce en sánscrito. Lila (*) es la manera en que el alma opera al disfrutar el desenvolvimiento de cada instante y convertir ‘lo que es’ en ‘lo que será’ sin seguir una línea recta o curso predecible, sino dejando que cada elemento aporte algo nuevo. Lila (*) es tu estado natural. Y lo abandonas cuando sucede cualquiera de las siguientes cosas:
·         Cuando tu ego está involucrado en ganar(*)
·         Cuando odias perder(*)
·         Cuando tienes que controlar(*)
·         Cuando tienes que estar en lo correcto(*)
·         Cuando te sientes tenso e incómodo(*)
·         Cuando el estrés te domina(*)
·         Cuando las cosas son demasiado serias(*)
·         Cuando nada te divierte(*)
Para jugar de verdad, debes estar consciente de estas señales de advertencia y hacer algo al respecto. Toda situación es diferente, pero la situación del juego puede siempre recapturarse si se escucha al propio interior y se respeta la verdad de que la creatividad ha de ser espontánea, sin preocupaciones. No hablo de forzar alegría o picardía, ni de convertir todo en un juego. Todos sabemos lo que significa ser inocentes y despreocupados, un estado que el alma nunca deja atrás. Estamos ante la alegría lúdica del espíritu.
Si das continuidad al ejercicio que acabo de describir, estarás menos atascado en la necesidad de controlar, y los mejores desenlaces posibles no serán tan estrechos. Cada día es un mundo nuevo, pero lo habitamos como si fuéramos personas que no saben renovarse. El desapego en su forma más pura, es el deseo de renovarte al dejar ir los viejos condicionamientos. En una apertura completa, permites que un aire nuevo te renueve, y luego te tornas tan juguetón como la creación misma. ...”

(*) el resaltado es de mi autoría

Antes de finalizar este compartir quiero dar:
1.      Gracias a la Vida que nos ha dado tanto.
2.      Gracias al Universo (o a Dios) que nos ha creado.
3.      Gracias a Deepak por existir.
4.      Gracias a todos y a todo.


Bendiciones.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Sobre "debilidades y manipulaciones" (segunda parte) ...


Continuando con mi incursión en el tema de los abusos, les acerco a ustedes los últimos fragmentos que he decido extraer del libro “El abuso de debilidad” – Y otras manipulaciones de la genial autora y experta en la materia, Marie-France Irigoyen (psiquiatra, psicoanalista y psicoterapeuta de familia especializada en la terapia del acoso moral o acoso psicológico. Tras centrar su investigación en todas las formas de violencia: familiar, perversa y sexual, decidió formarse en Victimología en Estados Unidos. En 1998 publicó en Francia El acoso moral, que pronto se convirtió en bestseller mundial. Es también autora de Las nuevas soledades, Mujeres maltratadas y El acoso moral en el trabajo).

“... La desresponsabilización. Cuando un manipulador/tramposo es desenmascarado, hemos visto que la solución que adopta es hacerse la víctima. Primero, la negación: <Yo no he dicho (o hecho) jamás eso>; luego, la indignación: <¿Cómo pueden decir eso de mi? ¡Los que me conocen saben muy bien que es falso!>. Después invocan la discriminación: <Es por mi origen social, es porque soy mujer/negro/judío...>. Y finalmente acusan: <Es un montaje, una intriga, un complot>. ... Culpar a los demás de las propias debilidades, atribuir la propia desgracia a la actitud injusta del otro es una manera de protegerse cuando la autoestima es frágil. Eso cada vez se practica más. Como psiquiatra, recibo a veces a personas que no vienen para interrogarse sobre ellas mismas, sino únicamente para que se les reconozca su posición de víctimas. ...

... El cambio de valores. Los valores actuales han cambiado. Se prioriza la vía rápida, que consiste en avanzar mucho más con la picaresca que con el esfuerzo, con la trampa que con el trabajo. ... En lugar de construirse un pensamiento propio, todos zapean entre las ideas de los demás. ... Nuestro mundo se ha endurecido. Tanto en los comportamientos profesionales como políticos, la bondad ya no se lleva, y hasta resulta sospechosa, se la asimila a la blandura. Lo que la ha sustituido es la obsesión por eliminar a la competencia, la necesidad de ser feroz, de no regalar nada. Hay estudios que han revelado que los que más poder tienen para hacer daño son los que más se promocionan. La naturaleza humana es así. ...

... ¿Por qué lo aceptamos?. ¿Se ha vuelto el ciudadano especialmente ingenuo o es que la presión social lo ha desengañado y lo ha hecho apático y pasivo? ... A través de los sondeos, es posible detectar nuestros deseos más profundos, nuestras debilidades ocultas, lo que luego permite apelar a nuestros puntos más vulnerables. ... Se trata por supuesto de una dominación suave, pero que, sin embargo, nos tiene sojuzgados. ... Hay que estar en forma, ser feliz, realizarse, ser eficiente. Se exalta la autogestión, la obligación de ser emprendedores de nosotros mismos. Esto agota a los individuos y les provoca esas patologías de la insuficiencia tan bien descritas por Ehrenberg. Tanto en el trabajo como en la familia o en la vida social, la gente teme <no dar en la talla> o <no estar a la altura>, y cuando vienen a la consulta es para pedir una píldora que les dé seguridad. ... De ahí que para tener el perfil requerido y evitar la exclusión haya que fingir, parecer dinámico, disimular el cansancio y la lasitud. De esta forma desarrollamos un falso self (*) adaptativo, que nos aleja de nuestros verdaderos sentimientos internos y nos sume en una existencia desprovista de autenticidad. Frente a tantas presiones y solicitaciones, tendemos a capitular, a aceptarlo todo, a renunciar a ser dueños de nuestro destino. ... <Cualquier sentido vale más que ningún sentido en absoluto>, escribía Nietzche. ... ¿Cómo discriminar entonces entre la información y la intoxicación?. ...

... La pérdida de los límites. En nuestra sociedad narcisista, ya no hay límites a los deseos y por tanto ya no hay nada que desear. Todo parece posible y da la impresión de que todo nos es debido. Hemos perdido el sentido de lo prohibido y de la renuncia pulsional. Este importante cambio ha afectado a la psicopatología de los individuos, que jamás se han sentido tan decepcionados y tan desencantados y que buscan desesperadamente la forma de aumentar su autoestima. ¿Acaso no era este atentado contra los límites lo que presentían los psicoanalistas cuando empezaron a hablar de estado límite (*)? ... El estado límite es una organización de la personalidad que oscila entre unos aspectos neuróticos y unos aspectos psicóticos. Estos individuos alternan entre momentos en que están hiperadaptados, bien insertados en lo real, y momentos proyectivos en que esa misma realidad es deformada e interpretada de forma excesiva y desmedida. En otras palabras, el estado límite no es una estructura, sino un modo de funcionamiento que consiste en saltar de un lado a otro de la frontera. ... Este modo de funcionamiento, cada vez más extendido, traduce una inseguridad interna que hace a las personas vulnerables ante la manipulación y el abuso. ...
... Aunque sea una persona formada y culta, el individuo moderno, como se ha vuelto inseguro, es eminentemente influenciable. Quiere ser libre, pero precisamente esta sensación de que goza de libertad lo hace más manipulable. Deberá pues estar al acecho, no para desconfiar de todo y de todo el mundo, sino para preguntarse por los límites de lo que le parece aceptable. ¿Qué le conviene, qué rechaza? ...
... Los tiempos han cambiado, los excesos han provocado hastío, la inseguridad se ha instalado junto con la crisis económica y financiera, el miedo a las catástrofes, a las epidemias, a los riesgos medioambientales. Tras la euforia de la liberalización ha llegado el desencanto. Nuestros contemporáneos han perdido su espontaneidad. Se han vuelto desconfiados, se repliegan en sí mismos, ya no se ilusionan con los discursos políticos. Tienen la sensación de haber sido engañados. Los que inicialmente se dejaron fascinar por la vida de placer y lujo de algunos personajes mediáticos tal vez han comprendido que se había llegado demasiado lejos. ... Pero ¡cuidado!, la actual inflación del derecho no debe sustituir a un control interno ...”


(*) el resaltado es de mi autoría

Antes de finalizar este compartir, quiero invitarlos -una vez más- a que se acerquen a la bibliografía de Marie-France Irigoyen, y así puedan disfrutar de su experiencia en el abordaje de un tema tan actual  como lo es el del “abuso”. Estoy convencida de que ningún lector quedará defraudado, luego de acceder a todo el caudal de conocimientos y experiencias que posee esta experta en la materia.

 
Bendiciones.



martes, 23 de octubre de 2012

Sobre "debilidades y manipulaciones" (primera parte) ...


En mi opinión, la “Humanidad” está transitando la antesala de una “crisis a gran escala y en todos los órdenes”. La “Humanidad” está atravesando el umbral que precede al “salto cuántico” que le permitirá, una vez más, seguir su camino de evolución. Y es entonces cuando la “degradación” se presenta para dar paso a “un mayor nivel de conciencia”, a “una mayor expansión del SER”, a “un re-encuentro con nuestra verdadera y auténtica esencia”, a “un re-conocernos como aquello que siempre fuimos, somos y seremos”: “Seres espirituales viviendo una experiencia humana y no seres humanos viviendo una experiencia espitirual” (en palabras de Teilhard de Chardin).

Es por ello que los tiempos que corren, nos encuentran presenciando todo tipo de abusos. Al respecto, me parece oportuno acercarles algunos fragmentos extraídos del libro “El abuso de debilidad” – Y otras manipulaciones de la genial autora y experta en la materia, Marie-France Irigoyen (psiquiatra, psicoanalista y psicoterapeuta de familia especializada en la terapia del acoso moral o acoso psicológico. Tras centrar su investigación en todas las formas de violencia: familiar, perversa y sexual, decidió formarse en Victimología en Estados Unidos. En 1998 publicó en Francia El acoso moral, que pronto se convirtió en bestseller mundial. Es también autora de Las nuevas soledades, Mujeres maltratadas y El acoso moral en el trabajo).

“ ... la autora analiza las situaciones en las que el individuo se aprovecha de una persona vulnerable o demasiado crédula. Un estafador que utiliza la debilidad de una mujer para que le de dinero; una anciana que convierte a un joven atento en su heredero; una esposa abandonada que persuade a sus hijos de que su padre no les quiere; un hombre rico y poderoso que fuerza una relación sexual con una subordinada y todos los chantajes afectivos que perturban nuestras vidas. ... Personas mayores, niños, adultos en situación de sometimiento psicológico: ¿dónde  comienza la influencia normal y sana, y dónde empieza la manipulación?. Basándose en su experiencia clínica, la autora esclarece el concepto de consentimiento y las derivaciones de conductas calificadas a menudo de “inapropiadas”; una palabra cuya imprecisión nos indica, tal vez, hasta que punto estamos indefensos ante la cuestión de los límites. ...”

“... A modo de conclusión. La sociedad facilitadora.
... Los aspectos que caracterizan a los perversos morales (megalomanía, seducción, mentiras y ausencia de escrúpulos) se han convertido en nuestra época en las cualidades que se requieren para <triunfar>, tanto en las empresas como en la política o en cualquier actividad social. ...

... la manipulación se ha profesionalizado y hay asesores que forman a los dirigentes y a los políticos para la seducción, las medias verdades e incluso las componendas con la moral. Saben pulir la apariencia de su cliente para hacerlo seductor, torcer los hechos para presentarlos desde una perspectiva favorable y poner en escena ciertos acontecimientos para influenciar a la opinión. También saben practicar la desinformación, desacreditar a los competidores o montar <casos> para hundir a un adversario. En el fondo, a partir de un individuo cualquiera, estos expertos en la manipulación y la estafa pueden construir un avatar adaptado a cada situación. ...

... La seducción y la manipulación. La seducción tanto interpersonal como social se ha convertido en la clave de todas las relaciones. ... Lo que importa es la apariencia, y en primer lugar la apariencia física. ... Ser seductor pasa por un porte seguro, un tono de voz y una serie de comportamientos no verbales, movimientos y utilización del espacio. ... Vivimos en un mundo de apariencias, donde importa poco lo que uno es o lo que uno hace; lo que cuenta es lo que se ve. Este culto de la imagen se ha extendido a todos los terrenos. En el mundo del trabajo, nos preocupamos mucho menos de las consecuencias a largo plazo de nuestras acciones que de sus resultados inmediatos y aparentes. Ya no basta con trabajar y conseguir buenos resultados, hay que mostrarse, hacerse ver, tener una camarilla que te apoye. ... La seducción también pasa por el lenguaje. ...  se puede manipular al otro con palabras zalameras. ... Basta con envolver el mensaje en un lenguaje eufemístico y lenitivo, hablar de bienestar, de respeto y de tolerancia. ...

.... La mentira. Actualmente, la frontera entre mentira y realidad se ha difuminado. ... La mentira  se ha banalizado tanto que hay mentirosos reconocidos como tales que siguen expresándose en los medios o conservan su mandato político. ... Es la regla del juego en un mundo donde, para sobrevivir, hace falta el apoyo de una camarilla o de toda una corporación, y sobre todo <tener agarrado> al otro. Aunque prefiramos no verlo, el mundo de la empresa está contaminado por esa banalización de la mentira. ... Otro estudio de Dana Carney de la Columbia Business School afirma que las personas que tienen poder mienten mejor que el común de los mortales. El discurso del directivo es un ejemplo de esas medias verdades y otras componendas con la realidad. Quiere ser seductor de cara al candidato a ser contratado y en aras de la buena imagen exterior de la empresa, pero es sobre todo manipulador, y lo que intenta es dominar a los empleados para que obedezcan dócilmente. Ese discurso, de una aparente neutralidad y de una incontestable racionalidad, habla de valores nobles y universales como la integridad, la solidaridad y la convivencia, pero es perverso en el sentido de que instrumentaliza a las personas y prescinde de lo humano. ... La mentira es a veces más directa, como en esas empresas que con la excusa de la crisis económica despiden trabajadores a pesar de estar obteniendo excelentes resultados. ... En efecto, detrás de esa apariencia de atención y de empatía se trasluce a menudo un desprecio por el trabajador al que se culpabiliza y al que se rechaza si no se muestra sumiso. Así se crea una pantalla semántica para ocultar que se pide al trabajador más sumisión y obediencia que nunca. ...

... Falta de escrúpulos. La crisis económica ha permitido a los ciudadanos darse cuenta de la frecuencia con la cual los mercados financieros transgreden la ley. Se ha convertido casi en una norma. ...”

Desde mi punto de vista, una lectura altamente recomendada para quienes deseen incrementar su nivel de auto-conocimiento, a los fines de aventurarse en pos de lograr “una auténtica transformación personal que los impulse a ser portavoces de la Unidad”: aquella que formamos entre todos, aquella que nos congrega en “unión indisoluble con todo lo que existe, es decir, con el Universo mismo".


 Bendiciones.


jueves, 18 de octubre de 2012

Sócrates, Epicuro, Diógenes y Epícteto

En esta oportunidad quiero compartir con ustedes, algunos pasajes extraídos del libro “El camino de los sabios” – Filosofía para la vida cotidiana del destacado autor Walter Riso (cursó estudios universitarios de psicología, se especializó en terapia cognitiva y obtuvo una maestría en bioética; alterna el ejercicio de la cátedra universitaria con la publicación de textos científicos y de divulgación de diversos medios). Una vez más, y como nos tiene acostumbrados a quienes somos asiduos lectores de sus publicaciones, Walter nos deleita con reflexiones precisas, certeras e impregnadas de conciencia, producto de su amplia experiencia profesional y personal. Una lectura más que recomendada para todos aquellos que deseen -como puede leerse en la contratapa- “... aumentar nuestra calidad de vida y nuestro crecimiento personal...”.

(páginas 119-120) "...La sabiduría contagiosa ... la sabiduría silenciosa está presente en la mayoría de las enseñanzas de la filosofía antigua, y Sócrates, aunque se comunicaba verbalmente con los demás, no era la excepción. Su sola presencia imprimía en los que lo rodeaban, una curiosa forma de aprendizaje por contagio ... No hablamos de un culto a la personalidad, de una sumisión espiritual o intelectual, sino del método educativo más antiguo y eficaz: el ejemplo; se trata del modo de vida que se decanta por una observación participativa. ¿Cómo no admirar al buen maestro? El proceso de aprendizaje que proponía Sócrates partía de un acuerdo tácito con sus discípulos: una pedagogía sin el peso de la autoridad moral y sin la arrogancia del sabiondo. Pero había un ingrediente más: la pasión por lo que hacía, un sentido de vida manifiesto y coherente que se transmitía a quienes lo escuchaban. Intenta el siguiente experimento: sin violar su territorio, porque ésa no es la intención, acércate a una persona a quien respetes y admires por su sensatez o sabiduría. Trata de compartir su espacio sin otra pretensión que la de estar allí. No le preguntes nada, no intentes que te enseñe, nada de consejos. Sólo quédate allí unas horas o, si puedes, unos días. Mírala actuar, observa cómo se mueve, cómo piensa, cómo habla. Acompáñala en silencio, deja que su ser te impregne, que su amor te llegue. Después, vuelve a la rutina y sigue con tu vida, a ver qué pasa. Quizá, sólo quizá, comiences a sentirte un poco más tranquilo y tolerante, sin tantas preocupaciones. No esperes una revolución psicológica, sólo es un experimento, la oportunidad de recibir un aliento, un soplo del sosiego ajeno..."

(páginas 139-140) "...Epicuro afirmaba: <El sabio ni desea la vida ni rehúye el dejarla porque para él vivir ni es un mal ni lo considera que lo sea la muerte. Y así como entre los alimentos no escoge los más abundantes sino los más agradables, del mismo modo disfruta no del tiempo más largo, sino del más intenso placer>. En la mayoría de las culturas se defiende que los jóvenes tengan una buena vida y que los ancianos tengan una buena muerte, pero tal como sugiere Epicuro, no hay un tiempo para vivir y otro para morir. La edad cronológica nada tiene que ver con las ganas y la fuerza de querer realizarnos como personas, por eso hay ancianos y ancianas <juveniles> y chicas y chicos <avejentados> . No son los años pasados ni los bríos futuros los que justifican una vida o una muerte. Y en este punto creo que el misticismo puede tener razón: el gozo del presente vivido intensamente, seamos viejos o jóvenes, puede definir toda una existencia..."

(páginas 163-165) “...Diógenes pensaba que las bestias eran mucho más felices que los hombres ... Los animales servían como ejemplos para que el hombre pudiera recuperar su estado natural. El plan consistía en <apoyarse> en la naturaleza para después saltar a un hombre más sabio, libre y feliz ... La invitación cínica es a tener la naturaleza como guía y maestra para liberarnos un poco de la influencia del lado malo de la cultura. Cuando me encuentro con personas que alaban el avance tecnológico y promueven un culto a la civilización, suelo estar en desacuerdo. No niego que ahora vivimos más años, pero tengo mis dudas respecto a la mejoría que hayamos logrado en lo que respecta a nuestra calidad de vida. En realidad, no creo que nuestros antecesores lo pasaran tan mal ... Si pudieras elegir, ¿preferirías vivir cien años en la modernidad, agobiado por las prisas, el pago de la hipoteca, los seguros y la salud, o vivir cuarenta años y ser un recolector de bayas, no tener que pagar impuestos y sin tanta contaminación? Estoy de acuerdo en que a Diógenes le hubiera resultado difícil utilizar a un dinosaurio como modelo ético, pero tampoco se habría emocionado mucho con los Simpson...”

(páginas 190-193) “... Epícteto resumía así este punto: <Los hombres se ven perturbados no por las cosas, sino por las opiniones sobre las cosas...Así que, cuando suframos impedimentos o nos veamos perturbados o nos entristezcamos, no le echemos nunca la culpa a otro, sino a nosotros mismos, es decir, a nuestras opiniones>. Veamos algunos ejemplos de la vida cotidiana: * Dos personas de igual talla se pesan, y ambas descubren que han engordado tres kilos: una se deprime, es presa del pánico y corre hacia el nutricionista, mientras la otra se dice a sí misma, sin angustia: <Debo bajar de peso>, y empieza a ir al gimnasio. El hecho es el mismo, pero la interpretación y el significado que se da al sobrepeso es distinto. Probablemente, en el primer caso se trate de una persona que valora en exceso la delgadez y la considera un indicador de éxito social o de seguridad personal; para la segunda, la imagen corporal no es un problema. ... * A dos jóvenes no los invitan a una fiesta: el primero entra en una crisis existencial porque interpreta que no lo quieren y se autocompadece, mientras que el otro, tomando a Diógenes como modelo, se dice: <No saben lo que se pierden>, y sigue con su vida normal. Al primero se le acabó el mundo; el segundo se prepara para cosas mejores: <Habrá otras fiestas>. ...”


  
Bendiciones.